Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Yo no quiero ser un ultra, ni de derechas ni de izquierdas

Pedro Sánchez la semana pasada en videoconferencia con sus homólogos brasileño, chileno, colombiano y uruguayo (Moncloa).

No quiero que Sánchez y su loca fan Montero regalen millones a todas las autonomías para tapar su pecado de incapacidad o maldad de no promover una ley orgánica de financiación de las mismas.

¿Y usted, querido lector (al que no me atrevo a llamar amigo porque eso es cosa de dos), cómo se siente? Dije aquí hace una semana, o dos, que Jesucristo nos enseñó algo nuevo: que no sólo había que amar a nuestros prójimos más próximos y amigos sino también a los enemigos. Y es doctrina que me gusta, pero que va a ser difícil de aplicar. Porque ahora tenemos un problema. Se empeñan los políticos en que todos seamos ultras de derechas o ultras de izquierdas y que tenemos que odiarnos por narices. Y pregunto de nuevo: usted, ¿cómo se siente?

Pedro Sánchez, que preside la Internacional Socialista, también preside un Gobierno a la vez compuesto y apoyado por partidos ultraizquierdistas y ultraderechistas, entre éstos últimos PNV y Junts, éste un partido liderado por el fugado Puigdemont. No entiendo nada. El colmo de los colmos y total contradicción es tener un Gobierno apoyado por ultras de izquierdas y de derechas. Y, a la vez, un fugado se convierte en representante  internacional de Cataluña en el exilio y consigue que Pedro Sánchez acepte un mediador para que dirima un supuesto ‘conflicto internacional’ entre España y ‘Els Països Catalans’.

En Alemania acaba de ganar las elecciones el equivalente al PP español, la CDU, y pacta con el SPD, el equivalente al PSOE (que ha pasado a ser la tercera fuerza) con tal de que no entre en el Gobierno la triunfante ultraderecha, segunda fuerza política gracias al voto masivo que ha conseguido nada menos que en lo que fue la antigua Alemania comunista, que se desencantó del yugo marxista en el que está cayendo Pedro Sánchez, al que la forofa ministra Montero llama “faro de la democracia en Europa”.

¿Están locos? Sí, locos del poder como sea. Se rinden ante ERC y Junts con el ‘cupo catalán’ disfrazado y ahora llegará lo del control absoluto de inmigrantes y de fronteras (Cataluña tendrá fronteras) y todos los ministros, a coro con Sánchez, gritan eufóricos: “¡El Gobierno cumple!”. Sí, cumple con Cataluña y quiere dar algo más que migajas a las demás regiones españolas para disimular su sumisión  a ERC y Junts.  

Montero y Sánchez (PSOE).

Yo no quiero ser un ultra ni de derechas ni de izquierdas. Ni quiero que Sánchez y su loca fan Montero vayan regalando millones de euros a Cataluña y otras autonomías para tapar su pecado de incapacidad, o maldad, de no promover una ley orgánica de financiación de las mismas, regalo envenenado porque lo tendremos que pagar luego entre todos los españoles. No dicen que quieren servir a la nación; dicen claramente que  van a seguir gobernando toda esta legislatura. Ni siquiera tienen un poco de vergüenza para, al menos de boquilla, afirmar que quieren servir a España, que quieren seguir sirviendo a los españoles. Descaradamente sostienen que quieren seguir sirviéndose a sí mismos. Entre servir al pueblo o servirse a sí mismos han elegido lo segundo. Jesucristo predicó, entre otras cosas, esto: “no se puede servir a dos señores… como tampoco se puede servir a la vez a Dios y al dinero”. Hay que elegir. Y añadió: “He venido a servir y no a ser servido”.

El ministro de Asuntos Exteriores, Albares (al que en algunos medios se denomina ‘Napoleonchu’, no se sabe si por su talla o por sus aptitudes estratégicas), se ha sumado últimamente al coro de los ministros que insisten en calificar de ultraderechista al moderado Feijóo. Pero nada dice contra el ultraizquierdista Maduro, el dictador  venezolano con quien se lleva casi tan divinamente como el siempre sonriente Rodríguez Zapatero, asimismo mediador entre Sánchez y Puigdemont, incluso mediador con el mediador internacional Francisco Galindo Vélez, de nacionalidad salvadoreña. Zapatero ha conseguido que el mediador de El Salvador convenza a Puigdemont para que retire del Parlamento español la posible cuestión de confianza contra Sánchez para conseguir objetivos superiores, por ahora secretos, pero que podrían suponer lo anunciado antes: control de fronteras catalanas en detrimento de las competencias exclusivas del Estado según la Constitución. ¿La Constitución? ¿Qué Constitución teniendo un Tribunal Constitucional aparentemente sometido al Gobierno?

Tiempo de gran confusión. El ambiente nacional e internacional se vuelve irrespirable. No hay principios. Sólo intereses. Una vez más se confirma la amoralidad que domina la política nacional e internacional. El relativismo ético es ya una catástrofe universal y recemos para que no se produzca la Tercera Guerra Mundial (TGM). Estos incompetentes (y algunos muy malos), Sánchez, Montero, Bolaños, Yolanda, Puigdemont, Illa, Junqueras, Otegui, Albares, Urtasun, Feijóo, Abascal, Trump, Putin y Xi Jinping son peores que la TGM,  acaso son ya la TGM.

Repito: recemos a Dios. Yo lo hago. Quiero decir que rezo. ‘A Dios rezando, pero con el mazo dando’. Como ciudadano raso, nada ultra, ni de derechas, ni de izquierdas. Me gustaría que todos fuésemos simples y buenos ciudadanos. Y si, además, fuéramos buenos cristianos, pues miel sobre hojuelas. Hay que asegurarse el Cielo por si caemos víctimas de la TGM.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

4 Comments

Click here to post a comment

  • Gracias una vez más, don Ramón Gómez Carrión, por su valentía y devoción, comprometida, en defensa de la libertad de expresión. Gracias otra vez por su respeto a la libertad que tanto cacique político, pseudoprogresistas, sectarios radicales tergiversadores, excluyentes, palmeros y voceros que gritan: «debemos controlar, silenciar a la ultra derecha para defender la libertad «, más claro, como si millones de votantes no merecieran que les respetemos su libertad con su voto en la urna de la Democracia con mayúsculas… Diversidad y libertad. Advertencia históricamente cierta: un malvado cobarde convierte a un millón de idiotas, huérfanos de ética por apesebrados, en 1.000.001 malvados… Ah… y a Dios gracias que ESPAÑA, todavía, ESTÁ EN MANOS DE JUECES Y MAGISTRADOS, sin duda, ECUÁNIMES… Vale (cervantino)

  • Nuevo y luminoso artículo, don Ramón, como todos los suyos. Recemos al Supremo Hacedor, en quien tanto confiamos, para que nos saque de este atolladero. «Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo».