Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Narrativa

¿Y si nos besamos de verdad?

JR.

… La verdad abraza con susurros el vacío y la fragilidad y parece que también libera las cargas emocionales que arrugan al máximo y sin piedad alguna, el entrecejo y otras zonas más adentro y escondidas que agobian el carácter y secan la ternura…

… La verdad es ese lugar bonito donde se guarda todo lo bonito y donde se exhibe sin adornos y al natural el brillo de las grietas de la vida, que cuando se aprende a vivir con ellas y a entenderlas sin juicios ni remordimientos ni sentimientos de culpa, es entonces y sólo entonces, cuando esas heridas cicatrizan y se reparan y es cuando no importa el pasado, y le damos importancia al presente y es entonces, cuando esas cicatrices forman parte de nuestra belleza y de nuestro conjunto de experiencias, de recordarlas más no imaginarlas… ¿¿¿Y si???

… La verdad se ve tan limpia como el cielo azul y tan azul cobalto como el mar y es tan clara y cristalina como el agua de los manantiales y tan vivaz como ese beso que se da sin previo aviso y a la fuga y tan necesaria y tan verdadera como un abrazo, una caricia, el cantar de los pájaros en las madrugadas, una puesta de sol, el aire, el mar, las flores, el agua, las nubes, la llovizna, la alegría, el perdón, la disciplina, el rigor, la amistad, el cariño…

… La verdad es ese equilibrio entre bondad y belleza, y es esa fuerza en todos los acentos, y se escribe en dulces puntos suspensivos… con hambre de plenitud y pulsando cada cuerda, de los latidos del corazón, en el paraíso de las palabras escritas en prosa y en colores, en requiebros, rincones, sabores, desmadres, locuras, sequías, inviernos, realidades y contrastes de la vida…

… La verdad es la belleza del Universo, que resquebraja los barrotes de la estupidez, la intransigencia, la injusticia, la indolencia, la soberbia, el orgullo, la prepotencia, la frialdad, la ignorancia, la falsedad, la agresión, y tanto y más, y al callarla, cerrarle el grifo y atentar contra ella, la conciencia te mata lentamente, y te fulmina, más pronto que tarde, y agota, gota a gota, y siempre está en riesgo de enfermar y de esconderse, más no de extinguirse, ¡por suerte!… Eso sí, deja secuelas hondas con H, cuando el silencio de esa verdad, se instala en nuestras vidas, y mientras pasa el tiempo, hasta que sea el tiempo, para que la verdad salga a la luz, es entonces, y sólo entonces, cuando la verdad, ¡¡¡despierta!!! Y se siente ese “huésped” que estaba silenciado, por tantas razones, y se encuentra ese refugio cálido, ese aliento, esa fuerza, esa valentía, esas ganas de continuar y de poner ¡¡¡de inmediato!!! y ¡¡¡en remojo!!! ese corazón que estaba seco, frágil y en coma y en cuidados intensivos y en… porque eso tiene la verdad… es muy amiga del tiempo, y cuando se confabulan, hacen maravillas… y así sin más…¡¡¡somos instantes!!!… ¡¡¡somos verdad!!!…¡¡¡somos, la fuerza del valor de la verdad!!!… porque, leer y besar se nota en la lengua… ¿¿¿verdad???, pues eso… Le envié de vacaciones y sin billete de vuelta a la infelicidad y desdicha sin propósito, y es que cuando escribo… me reconozco más que cuando me miro al… espejito!!! espejito!!! y surge ese chispazo de felicidad, del disfrute de placeres inofensivos, de la paz del silencio del corazón, disfrutando del poder curativo del tiempo y reinventándome como el mismísimo cruasán, tiñendo de colores pasteles, los trocitos de cielo, ligera de equipaje y saboreando la magia y el encanto de los fogones y de postre??? Y, si nos besamos de verdad… pues eso…

”No olviden que la verdad, lo mismo que el agua, no cambia ni se disminuye al servirla en vasos de oro o en vasos de arcilla”. Julio Pérez Ferrero, Pamplona, 1949.

Jane Rodríguez Rodríguez

...Periodista... escritora... presentadora... taller alfabetización mediática APPA... reservista voluntaria... ilusión por entregar libros a niños en Cúcuta y compartir para que escriban sus historias de vida y editarlas en España en el concurso de relatos... Amo las palabras y lo que ellas callan y dicen... y son mi refugio... mi compañía... mi postre preferido... mi tanto y más, junto a mi café y en deliciosos puntos suspensivos...

1 Comment

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  • Bello homenaje a la verdad. Tus ‘deliciosos puntos suspensivos’ se me antojan un tanto excesivos. No conviene abusar de nada, ni siquiera de la verdad y su hermana libertad. Un cordial saludo.