Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Váyanse a la mierda los unos y los otros

Consejo de ministros del Gobierno. (Fuente: Moncloa).
Todos se acusan de fomentar el odio, aunque el que empezó fue Zapatero, como fue Hamás el que inició la guerra en Gaza y ahora todos se acusan de genocidas.

Les juro por lo más sagrado que yo siempre fui muy bien hablado y que la palabra mierda nunca la usé para titular ninguno de mis más de mil artículos que habré escrito en los últimos 25 años. Hasta que lo hice hace unas semanas cuando encabecé mis reflexiones con aquel ‘Una mierda de democracia’. Y no me arrepiento de ello porque cada día que pasa más me convenzo de que estamos desmoronando una mierda de democracia por obra y desgracia de Sánchez, de sus repugnantes aliados bilduetarras y separatistas que antes fueron criminales y ahora se empeñan en ser jueces, aliados (para sacar tajada hispánica) del socialismo marxista, sanchista y zapaterista y antes socialdemócrata, felipista y guerrista.

Cuando digo ‘váyanse a la mierda los unos y los otros’, me refiero, en primer lugar, al Gobierno del reconocido presidente mentiroso, tragaldabas, traidor y cobarde y a los partidos antiespañoles todos que lo sostienen. Pero, luego, también incluyo a la oposición endeble y titubeante del PP y a la alocada ofensiva de Vox, por más que, en su última referencia a la colgadura de pies de Sánchez por el pueblo, se haya puesto a la altura (más bien bajura) de las Juventudes Socialistas que guillotinaron a Rajoy. Hay que ser objetivos. Ahí llevan razón los que dicen (y digo) que cuando la izquierda y los separatistas hacen escraches, guillotinan y queman banderas de España y retratos del Rey, es libertad de expresión y ‘jarabe democrático’, y, cuando lo hacen las derechas, es delito de odio.

Todo eso es delito de odio en un país donde el enfrentamiento se cerró con la Constitución de 1978 y se volvió a abrir (me refiero al clima de vuelta al peor pasado de las dos Españas) cuando el bobo solemne de Zapatero, el de la sonrisita de hiena, malo entre los malos, se sacó de la ceja izquierda la Ley de Memoria Histórica, la ley para resucitar el franquismo y ley que empeoraría Sánchez sacando a Franco de su tumba (¿profanación se llama esta figura, que diría Carlos I de España y V de Alemania?) y a empeorar la ley de ZP con la que consensuó con Bildu denominándola nada más y nada menos que Ley de Memoria Democrática. ¡Los bilduetarras metiéndonos a todos los españoles una mierda de ley democrática! Esto no hay inteligencia que lo soporte. Esto es de homínidos, de descerebrados, de mentecatos, de idiotas, de subnormales. Esto es otra mierda.

Si los que así nos dominan no son hombres, tienen que ser más que hombres, demonios, auténticos demonios, actores de la mentira y del mal envueltos en el celofán que esconde la peor de las plagas contra la nación, los españoles y, de alguna manera, la humanidad. ¡Son las fuerzas del mal camufladas de constitucionales! Mienten como bellacos cuando presumen de progresistas y constitucionalistas. No entiendo y me sublevo contra mis compañeros de profesión que persisten en llamar progresistas a los grupos que conforman o apoyan al presidente marxista que, ante la infamia del apoyo a Bildu para quitar la alcaldía de Pamplona a UPN lo justifica con que se trata de ‘un caso concreto’ y que ‘la culpa es de la alcaldesa’, que es muy mala. Sólo un caso concreto. Además de que es mentira, suena a justificar un asesinato porque ¡sólo se trata de un caso concreto!

Cristina Ibarrola, alcaldesa de Pamplona (UPN) (Fuente: Ayuntamiento de Pamplona).

Esto no hay quien lo soporte. Harán pasar a España por el aro y hasta aprobarán la ley de amnistía. Y será legal. Y tendrán los votos del Congreso. Pero lo legal no siempre es justo. Los votos, repito, no hacen la verdad ni la justicia. Con votos llegó Hitler al poder y por eso me parece bien que el Parlamento Europeo, casi por unanimidad, aprobó una resolución en la que se establecía que los regímenes nazis y comunistas eran igualmente criminales y genocidas. Es la historia. Los hechos lo confirman.

En España, es lo que está ocurriendo. Caminamos a pasos agigantados hacia la dictadura del voto antiespañol y suicida; a que la Justicia sea invadida por el Poder Legislativo; a que la Justicia la decidan los diputados. Y la oposición es muy mala. No hay un partido que defienda los valores de una socialdemocracia cristiana o simplemente humanitaria; que defienda el matrimonio, la familia, la vida de los niños (por supuesto esos a los que matan en el vientre de sus madres alegando que no hay comida para todos mientras se tiran a la basura, todos los días, millones de toneladas de alimentos) y a los ancianos (esos a los que matan con la eutanasia, acaso porque no quieren pagar sus pensiones mientras malversan el dinero creando puestos de trabajo innecesarios para amigos y conocidos, por no hablar de los sueldos de ministros, asesores, diputados nacionales y del inmenso Parlamento Europeo que nos cuestan un ojo de la cara y parte del otro).

Por todo esto y por más cosas que sería muy largo traer a colación, me reafirmo en las palabras que abren este escrito: “váyanse a la mierda los unos y los otros”, sobre todo los unos, los que nos (des)gobiernan». Todos se acusan de fomentar el odio, aunque el que empezó fue Zapatero, como fue Hamás el que inició la guerra en Gaza y ahora todos se acusan de genocidas. Suena a blasfemia lo de que “esto no lo arregla ni Dios”. Soy cristiano y defiendo que Dios lo puede arreglar, porque “para Dios nada es imposible”. Pero esto es cosa de hombres libres. Dios respeta la libertad. ¡Qué grande es Dios y qué miserables algunos hombres en el uso de lo más grande, la libertad! Muchos la usan, engañados, para votar su esclavitud en nombre de la libertad. Triste destino el de algunos hombres por no estar dispuestos a morir por la libertad, que es lo mismo que la verdad. Los mentirosos son liberticidas. Cada día hay más. Y a algunos los llaman mediadores, verificadores de las mentiras, asesinos de la la verdad y de la libertad.

Posdata

Sánchez y Montevideo se besarán… en el extranjero. La boda se celebrará fuera de España ya que, de celebrarse en territorio español, no habría consumación del matrimonio civil porque a Montevideo lo detendría la Policía sin permiso de Alaska, por orden judicial, pues aún no ha sido aprobada la ley de amnistía. No habrá foto del encuentro, ni, por tanto, del beso en los morros. Pero hay que tener morro y ninguna vergüenza para que todo un presidente del país que fue el imperio más grande del mundo, en cuyos territorios nunca se ponía el sol, se arrodille ante un miserable y cobarde, fugado de la Justicia, tenido por Judas por sus compinches independentistas, pero demócrata y progresista a juicio de un PSOE que ensalza a Bildu con esos dos adjetivos y premia a antiguos etarras con la alcaldía de Pamplona.

Y pensar que votamos al otro PSOE de Felipe y Guerra para llegar a esto. Vamos derechos a la dictadura fascista de los antifascistas. Hay cosas que antes me daban rabia y ahora me dan asco. Los españoles nos merecemos unos políticos mejores que los que tenemos. ¿O no? ¿O es que tenemos lo que nos merecemos? No seamos alfombra; no nos dejemos pisotear por unas botas fascistas que chorrean deshonor e infamia. Botas que calzan no ya los que no creen en Dios, sino (lo que es más grave), no creen en los hombres libres. Nos quieren esclavos. Pero no en un ‘caso concreto’, sino a todos, en todo lugar y para siempre.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

5 Comments

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  • Excelente artíçulo, en tu línea de defensa de los valores humanistas. Confiemos en que las cosas se vayan arreglando en nuestro país, y que poco a poco la concordia y la convivencia se vayan imponiendo. Verás cómo la providencia nos ayudará a salir, y saldremos de este atolladero. Te felicito. Feliz Navidad a todos los componentes de Hoja del Lunes.

  • Cuánta Verdad, maestro Ramón Gómez Carrión, en tu brillante aportación de hoy…
    «Esto no hay inteligencia que lo soporte. Esto es de homínidos, de descerebrados, de mentecatos, de idiotas, de subnormales. Esto es otra mierda.», si bien confío en el tiempo que es juez inapelable y confío en la ética y moralidad de jueces, magistrados y magistradas…
    A esperar toca…
    Vale (cervantino)

    Pedro J Bernabeu

    • ¡Vale! Pedro J. Un fuerte abrazo. Feliz Navidad. La esperanza se sustenta en un Dios salvador. Eso es en lo que creo y eso es lo que transmito. Para todo el mundo. Sin excepción alguna.