Lo tengo claro, en el “curri” de los nuevos transportistas —esos que van entregando paquetes rollo marcas conocidas que todos conocemos, que van o en furgoneta o en bici— debe aparecer, como mínimo, ladrón de bancos y profesional del parkour (Actividad deportiva desarrollada al aire libre, principalmente en entornos urbanos, que consiste en ir salvando los obstáculos que se encuentran en el camino, como diferencias de altura, escaleras, bancos, etc., mediante saltos, volteretas u otros movimientos. RAE dixit). Me explico.
Yo resido en una casa de las de toda la vida, de las de tocas al timbre y si no es a la hora de la siesta hasta respondes. Es que a día de hoy respondes porque no sea cosa que piensen que no vive nadie y como la okupación está respaldada por el Gobierno como residencia estival con ánimo de lucro y con pago al propietario con todos los gastos pagados pues mejor contestar. Pero, en ocasiones, también resido en un apartamento en la playa de San Juan en las que hay tantas medidas de seguridad que, lo dicho, robar un banco es más sencillo.
Ahora todas las urbapijourbanizaciones o sea tienen unas llaves que no son las de siempre, no son las que mi abuela decía que si te salía un orzuelo te ponías la llave y se te quitaba (bueno mi abuela tomaba un ponche con huevo, azúcar y leche y tenía remedios caseros que bueno, lo cierto, bastantes funcionaban). Pues no, ahora son de las que tienes que encargar con un permiso especial porque, de lo contrario, no te las hacen y te cuestan casi más que la puerta misma. Y la gracia está en que si el transportista ha de dejar algún paquete en el lugar X necesita tantas instrucciones para entrar en el lugar X que casi es mejor tirar el paquete por encima de la valla como toda la vida.
Hay “urbas” en las que necesitas una llave para entrar al portal, otra para entrar a la escalera, otra para subir en ascensor, otra para ir al club social a mear… Vamos, que necesitas un llavero tan solo para poder acceder a tu casa. Lo dicho, yo en mi casa de Alicante con una llave, más la del portal, me sobra. Sí que es verdad que no es una casa o sea casa, es un piso de persona normal, pero que en estas urbas es tan complicado entrar como salir, de hecho, recuerdo un día en que se estropeó el pulsador y nadie podía salir porque no tenían la llave mágica.
Que esa es otra. A ver. ¿Por qué motivo se han eliminado las puertas que se abrían de manera manual, de las que tenían una manivela y se abrían de modo natural? Ahora todo va rollo eléctrico. ¿Qué pasa? que cuando se va la luz o se estropea te quedas atrapado en el laberinto del minotauro.
Y luego están los horarios. Si has pactado que el paquete llegue a una hora X, pues será porque no puedes antes o después, pero es que la costumbre de ahora es que te llaman por teléfono y te dicen que están en la puerta de tu casa, pero tú no estás porque precisamente has dicho que a esa hora no estás y te toca decir que llamen a tu vecino de confianza, si está, y ya se entera tu vecino de que el satisfyer te ha llegado. Ya habrá lío esa noche, pilas incluidas o sea. Por cierto, ¿ya no se usan las pilas de petaca? Mi hermano y yo las usábamos para unos walkie talkies que teníamos que molaban mucho, aunque claro ahora con el guasap eso se ha quedado para el recuerdo.
Todo cambia, está claro. De hecho, estoy buscando un radiocasete de los de antes, porque ya casi no existen y anda que no molaba grabar las canciones de la radio, pero deseabas que el locutor se callara para poder grabar la canción entera, que siempre te la cortaba de alguna manera. Por cierto, paso cada día por delante de lo que era Pachá en la playa de San Juan, que ahora son escombros, y no te explicas cómo en un sitio tan pequeño cabía tanta gente. Bueno, a mí no me dejaban pasar, o sea, porque no era pijo y llevaba zapatillas J’Hayber y tampoco era italiano ni llevaba la cinta en el pelo para identificarme como tal. Bueno, tampoco me dejaban entrar en Queché por lo mismo, pero es que nunca me ha gustado llevar zapatos. De hecho, para mi boda no llevaba zapatos, que me arriesgué a que el juez me dejara en la puerta por tal cometido.
El otro día, caminando para ir a buscar a mi mujer, coincidí en el recorrido con Barcala “patinetes para la tercera edad”, iba a abordarle para tal situación de desamparo generacional, pero no quise importunar porque iba a tomarse un refrigerio en La Ibense y hay tanto saber estar como no estar… Wars. Aún así, iba a preguntarle por el motivo de las obras inacabadas, porque recuerdo que, en la misma playa de San Juan, ver y contar a ocho operarios abrir zanja (dos, los demás mirando) pero que, vaya o sea, no sé por qué motivo desde diciembre todos han desaparecido, pero todo está a medias, como un mal polvo, y los agujeros los han reemplazado por esas láminas de acero que no paran de moverse y que son un peligro para todos. De hecho, conozco personas con minusvalías físicas que han de cambiar su recorrido para llegar a la puerta, pero como a la peña le da igual el rollo de las enfermedades pues bueno, pues vale, ya les caerán a ello o ellas que no haya discriminación.
Tengo mi opinión y es que las personas mayores no importan para la Seguridad Social. Estoy convencido de ello. No deja de ser mi opinión personal. Lo tengo claro.Si pueden ahorrarse un par de electros, o radiografías, o alguna prueba u operación por la edad, ¿para qué se la van a hacer?, pues un gasto menos porque, al fin y al cabo, todo es un negocio, ya sea público o privado y las personas mayores son el residuo que molesta a la peña. Tengo familiares que tienen cita para dentro de un año, y claro son mayores de setenta, pues eso. Un gasto mayormente.
Un gasto inútil porque, para lo que vas a durar, mejor me lo ahorro y se lo ahorramos a los gastos del Estado, que mi visitador médico me ha dicho que esta medicina tan sólo alivia a la peña, menos a la de la tercera edad, que supuestamente no pierdas el tiempo con viejos que van a morir en un par de días, que supuestamente los medicamentos valen si salen a cuenta para alguien.
Recuerdo hace años estar con una dolencia y la médico recetarme un montón de medicamentos que no me hacían nada. Una vez dije: “¿y si me aplico esto…?”. Eso después de más de un año, y me dijo: “bueno es que eso no entra dentro de la seguridad social”. Le respondí: “me da igual, llevo más de un año así”. Me lo pagué, me lo puse y se me curó en una semana. En fin, habrá de todo pero hay mucho negocio con la vida y la muerte.
Por cierto y cambiando de tema, ¿alguien queda bien en los espejos esos que ponen curvos en las salidas de los garajes? Es un crimen. Está claro que en los espejos de los centros comerciales sales más delgado, más cachas, más guapo. De hecho, puedes hasta enamorarte de ti mismo en ese espejo mientras la ropa es lo de menos pero que luego la realidad te pega el tortazo. No, no puedo ser esa misma persona que lucía figurín en el vestuario, con ese cangrejo que aparezco en ese espejo curvo. Con razón están casi todos destrozados, que hacen mal tanto a la anorexia como a la bulimia.
Por cierto, que la Montero dice que es celosa y que no le va el poliamor, que ella es de una pareja y que, al parecer, lo del rollo grupal nada, que tres es multitud, pero que lo respeta. Pues vaya tanto rollo de libertad sexual para al final ser una celosa de macho alfa o macha alfa. Que me parece bien, pero que me choca tanto rollo sexual para ser lo de siempre.
Y bueno, una duda existencial: ¿por qué la peña cruza los pasos de cebra de manera inclinada y de manera más lenta que si estuviera caminando de manera natural? Y ¿por qué motivo en el horario de la Escuela Europea de la playa de San Juan hay policía local para detener en el paso de cebra pero pasan olímpicamente que se aparque en doble fila en todo el tramo y se generen colas habiendo un parking (garaje) para que los padres o madres aparquen, pero tan sólo atienden al cruce del paso de cebra?
Espero que no se me multe a mí por ese motivo cuando se obvia para tal fin o es que por ser europeos, como que paso de todo. O todos moros, o todos cristianos, aunque esa frase a día de hoy puede ser ofensiva tanto para unos como para otros.
Total, que al final, donde mis tíos tenían el campo y se lo expropiaron para convertirlo en una especie de vertedero para que se entrenen los perros policías en un megalocal cerrado, injustamente, para la policía nacional no hacía falta porque si los entrenan en la mitad de obras que hay por la playa hasta les sale gratis, que es increíble que se dejen cosas a medias. Que nunca entenderé que un profesional sea capaz de dejar inacabado un trabajo pero bueno, claro, es que hoy, ahora, nadie tiene palabra además, y no soy para nada racista, pero no hay ningún trabajador español, que luego nos quejamos, pero que gracias a esa población de inmigrantes se resuelven las obras, porque los de aquí ni aparecen ni se les espera. Supongo que estarán todos y todas grabando alguna tontería de YouTube o un Tik tok o intentando que su hijo o su hija sean Messi, Ronaldo o Mbappé.
Rock and Roll
BSO I´m still standing. Sigo en pie. Temazo.
En fin que ustedes lo lean, lo pasen y lo paseen bien.
Por cierto, recomendación literaria, Cascabelario de Bruno Francés Giménez.
Encantado de haberte… leído y desencantado por no haber encontrado tu ‘Cascabelario’ en La Casa del Libro, donde me han dicho que lo vas a presentar en fecha que no está fijada. No les han llegado ejemplares. En vano nos animas a cascabelear sin cascabeles. Te he llamado por teléfono y no lo coges. Vamos (voy) de fracaso en fracaso hasta que nos veamos firmando (tú) dedicatorias. ¡Que sea pronto! Un fuerte abrazo.
Don Ramón es que estaba en clase y no he podido cogerlo.
En breve deben de estar. La librería Cilsa los tiene y espero verle pronto.
Lamento su desencanto y espero que todo se resuelva pronto.
Un abrazo fuerte.
En Cilsa te adoran. Tu Cascabelario me está gustando muchísimo. Espero que a mis nietos más lectores les encanten tus variados y geniales ‘personajes’, entre ellos el zapato derecho con sus conclusiones filosóficas: «aprendió que, en verdad,/ no siempre iba por el mismo camino,/ y que era cuestión de olvidarse de la forma,/ que era cuestión de ser uno mismo./y de crear,/ siendo quien se es,/ su propio destino». Seguiremos disfrutando de tu ingenio y de tu genio. un abrazo.