Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Universidad de Alicante, Miguel Hernández

Izda.: Campus de Universidad Miguel Hernández, fotografía de José Carlos Díez; dcha.: Imagen del campus de la Universidad de Alicante, fotografía de Luca83 (Fuente de ambas: Wikimedia).

El principio del fin de la división de nuestras instituciones públicas universitarias será esta oposición de la cúpula de la UMH a la vuelta del grado de Medicina a su hogar académico primigenio, la Universidad de Alicante. Esta actitud le va a salir mal a él y a su equipo.Sorprende la queja y más aún llevar a juicio a la matriz sin recordar el pasado y es que, lamentablemente, siempre ha funcionado la UMH como la eterna acomplejada. ¿Cómo van a consentir que se dupliquen «sus» facultades?, ¿cómo van a permitir que otros hagan lo que ellos hicieron por el artículo 33?. ¡No hijo no!

Este agravio a la verdad, a la justicia y la desmemoria la protagoniza el actual representante de esa saga de dirigentes del aparato que, desde su más que discutible génesis, ha llevado las riendas de esa institución, una universidad que, a tenor de la verdad como todos sabemos, no es más que una escisión, vía facti, consecuencia de un cabreo político de un entonces todo poderoso Sr. Por supuesto que el trabajo de las gentes de la UMH es destacable y ni un solo pero a su labor docente e investigadora. Grandes profesionales en todas las escalas que no son culpables de esta situación actual tan hostil, pero que deben sincerarse y reconocer el error de sus responsables.

Sé que de ese parto con problemas que fue la creación de la UMH no queda mucho, pero de las consecuencias sí. Sólo Carlos Pastor y su gente tuvieron la valentía de plantarles cara en varias elecciones. Creo que se perdió una gran oportunidad de cambio en un momento muy necesario. Ahora resulta que la UMH lleva a los tribunales la decisión de poner Medicina en la UA, algo que nada tiene que ver con ellos, que lo único que podrían decir es que comparten sus recursos y que están dispuestos a colaborar. Les recuerdo que TODOS pagamos sus sueldos con nuestros impuestos y que «su» universidad es pública y por tanto no sólo es absurdo que denuncien una decisión en la que creo, no tienen nada que decir, sino que además los recursos que gasten en esas reclamaciones son más que discutibles.

Con todo, lo más triste es decir que los títulos de Medicina de la UA no tendrán valor, zafio intento de amedrentar a estudiantes y a familias que no deberían ser inquietadas por gente de la Academia y menos por funcionarios, como lo son en la UMH, funcionarios que deben velar por el bien público, no por dar problemas al público. A ver si el colectivo de estudiantes, los PAS, el PDI de la UMH, despiertan de una vez y se ponen a desarrollar el futuro de esta institución con gente con amplitud de miras y con menos complejo de inferioridad.

Habría que luchar por unificar las dos instituciones y crear una potente Universidad de Alicante Miguel Hernandez o Balmis, que ponga punto y final a esta situación y trabaje por buscar la excelencia y subir en el ranking y ser indiscutible, potente y excelente, que es lo que hay que hacer y para lo que les pagamos. En esta lamentable polémica se ha aprovechado la buena educación y maneras del actual equipo directivo de la UA que no les han dicho lo que piensan y no han entrado en sus descalificaciones y sus amenazas.

Recapacitar es de sabios, lo suyo sería que retomen el camino constructivo de la colaboración institucional y de la inteligencia, que consiste en beneficiarse y beneficiar a los demás. Haciendo amigos.

Posdata: El profesor Bacterio

«La censura no me dejaba usar palabras como `culo´ en Mortadelo y Filemón»

Francisco Ibáñez
Francisco Ibáñez firmando libros en 2016. Fotografía de Alberto G Rovi (Fuente: Wikimedia).

El gran Ibáñez ha terminado sus viñetas, trabajando años con la genial visión de crear dos protagonistas, el gran Filemón y el inigualable Mortadelo, que reflejaban como nadie este país, esas formas de hacer las cosas que tenemos que nos llevan inexorablemente al desastre, pero siempre desde la buena fe y la total incompetencia. Recuerdo cómo en una fórmula que solucionaba algún problema, Mortadelo sustituyó agua del lago Arija por agua con lagartija, que era lo más parecido que encontró a mano. También esas empolladas día y noche para hacerse especialista en algo y que tras días de máximo esfuerzo se daba cuenta que había confundido el título del libro y no servía para nada. Y el caos, los pequeños detalles en cada viñeta, sus anárquicas formas que sorprendían a un joven lector de cómics americanos, galos y belgas (Astérix , Spirou y Fantasio, Rip Kirby, Flash Gordon, Lucky Luke, Los Pitufos, Yakari, etc.) con sus ordenados cuadritos. El profesor Bacterio se parecía algo a su creador. A mí Bacterio me recordaba a algún profesor excéntrico de esos que te encuentras en la vida.

Nos deja más solos F. Ibáñez y no le haremos los homenajes que merece ese observador de la realidad y genio del dibujo, seguro.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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