Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Balones a la olla

Un año no es nada, pero 365 días dan para mucho

Fotografía: Perfil de @cfhercules en Twitter.

Ayer día once de diciembre, el Hércules venció por tres tantos a uno al conjunto del Deportivo Aragón, equipo filial del Real Zaragoza, en el Rico Pérez.

Comenzamos perdiendo como casi siempre, pero el equipo se supo rehacer y echar para adelante. Además, funcionó aquello de —a entrenador nuevo victoria segura— un tópico que no siempre pasa, pero esta vez sí. Y es cierto, que se respiraba como otro clima, como otro relajo, como otra disposición, y todo ello pese a la plaga de bajas por sanciones y lesiones. No diré yo tanto, pero sabido es que, en ocasiones, un grupo de jugadores o un vestuario se ha cargado a un entrenador por no estar con él a partir un piñón, cierto es también que el rival de ayer acompañó, tenía carencias y eso se notó en demasía. El Rico Pérez registró una de las entradas más pobres de la temporada.

En el banquillo ayer ya no estaba ese sargento de hierro, llamado Ángel Rodríguez, tras su cese, y sí su sustituto, un joven extrovertido, de buen talante y cercano en las formas. “Lolo” Escobar. No confundir con Manolo Escobar.

Aquí como cada uno a lo suyo, y cada loco con su tema; antes del comienzo del partido, un grupo de unas cincuenta personas se concentró frente a la puerta 0, para gritar aquello de “Enrique vete ya” y otras melodías irreproducibles por atentatorias en lo personal, contra Ortiz Selfa. La convocatoria por cansancio o hastío cada vez tiene menos acogida y va decreciendo en número los integrantes del coro. Ya suena como a disco rayado. Y mientras Ortiz tan tranquilo en su casa, o en su barco, o de viaje o de paseo. Debe pensar que los disconformes desistirán por puro aburrimiento y apatía.

Fotografías: Diego Ferrándiz.

Apenas medio centenar de personas se congregaron en la calle y no ocuparon su localidad. Entraron más tarde, y algunos pasaron todo el partido fuera, en los aledaños del campo.

Y al margen del partido, viene todo esto al caso, por cómo ha cambiado el panorama en el Hércules en un año. Casi por estas fechas de Navidad, la pasada temporada el equipo era primero, iba líder. Y el entonces entrenador Sergio Mora, brindaba por las fiestas de esta forma con la prensa, sirviendo él mismo el cava en las copas.

Mora brinda por la Navidad de 2021 (Fotografía: Diego Ferrándiz).

Más tarde, tras quedar apeado en los play-off de ascenso y ser destituido, llegó en su lugar el leonés Ángel Rodríguez este pasado verano. Según las leyes del fútbol recientemente destituido por la mala marcha del equipo.

Ángel Rodríguez, entrenador que inició esta temporada 2022-2023 (Fotografía: Diego Ferrándiz).

Y ahora llega en su sustitución este otro joven técnico, que accedió al cargo y dio su consentimiento después de que algún otro dijera que no le apetecía el reto.

Lolo Escobar (Fotografía: Diego Ferrándiz).

Sabido es que el Hércules es una máquina de triturar entrenadores, y la cosa ha dado de sí de Navidad a Navidad.

Con la que está y sigue cayendo pese a la victoria de ayer, en el descanso del partido se anunció por megafonía que el Ayuntamiento de Alicante, pagaba, patrocinaba y dispararía un castillo de fuegos artificiales a la conclusión del choque, a las ocho de la tarde y desde la propia ladera del Monte Tossal, todo ello con la coordinación de la Concejalía de Fiestas. No en vano ayer en el palco estaban presentes las Belleas del Foc, adulta e infantil, quienes fueron agasajadas con saque de honor incluido y acompañadas de la presidenta de la Comisión Gestora de Fogueres, Toñi Martín Zarco. 

¡Está la cosa para tiritos, como para fuegos de artificio!

Casi veinte minutos de pirotecnia, que incluso interrumpieron la rueda de prensa. Los que aún gritaban se fueron dispersando, y el clima tranquilo y relajado al haber ganado. Los goles y las victorias en el fútbol lo suavizan todo. Y si encima hay “castillicos” de fuegos con luces de colores, pues como decía aquel: VIVA LA MADRE SUPERIORA.  

Diego Ferrándiz

Se puede ser de equipos muy grandes, muy famosos, ganadores de muchos títulos, pero nosotros somos del Hércules. Modestia y orgullo pueden ir de la mano. En nuestro corazón habita ese pálpito blanquiazul. Sentimos al Hércules, como sentimos la Explanada, el Postiguet o la Cara del Moro. Macho Hércules.

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