“Aprobamos las mismas cosas que censuramos después; éste es el resultado de cualquier negocio donde se sentencia por el mayor número de votos”, alertó el cordobés, sin saber de la actual casta política. Aprendamos del pensador, escritor y estadista, político, Lucio Anneo Séneca (Córdoba; fallecido en Roma, 65 d.C.), según los historiadores influenciado por Sócrates, Platón, Epicuro, Zenón de Citio, Ovidio, Virgilio, Eurípides y más, filósofo que hizo de la síntesis de pensamientos y de la diversidad ideológica una de sus guías, leyes en su vida, desde la tolerancia y el respeto al oponente con tesis distintas que estudiaba y debatió.
Obvio es que si elijo hoy a Séneca es porque La Ética con mayúsculas ocupa un lugar preeminente en su creación literaria… De Sobre la Felicidad (Edaf y Morales, S.A.; México DF, 1997), comparto hoy, en esta Hoja del Lunes de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante (APPA), el siguiente capítulo:
“Todos quieren vivir felices, (…): pero para ver con claridad en qué consiste lo que hace la vida completamente bienaventurada, andan a ciegas”. Y el filósofo cordobés nos explica: “De tal manera no resulta sencillo conseguir una vida feliz, que cada uno se aparta de ella, tanto más cuanto con mayor ahínco la busca; si ha equivocado el camino: porque, comoquiera que éste conduce a la parte contraria, la misma vehemencia los impulsa a una mayor distancia. Es necesario, pues, que primeramente estudiemos en qué consiste la felicidad que apetecemos (…) y una vez conseguido esto, hemos de mirar y examinar las cosas que nos rodean con el fin de encontrar el camino más corto por donde podamos llega a ella (la felicidad). Conoceremos sobre la marcha, y por muy poco recto que sea el camino, el adelanto tan grande que conseguimos cada día, y lo mucho que nos vamos alejando de aquello a que nos empuja nuestro natural apetito”.
Abro aquí un paréntesis en el texto original de Séneca para ofrecerte las interpretaciones del catedrático de Filosofía Clásica, Marco Antonio Coronel Ramos, de la Universitat de València-Estudi General (Universidad de Valencia-Estudio General), presidente de la Federación Valenciana de Estudios Clásicos (FeVEC).
Libertad personal
Y advierte Séneca en su obra: “Pero mientras andemos errantes por todas partes, sin seguir los pasos de un guía, sino el estruendo y gritos disonantes que nos llevan a la distracción, la vida se nos irá acabando entre constantes errores y sin darnos tiempo a nada, puesto que la vida resulta muy corta, aun cuando trabajemos noche y día para el bienestar del espíritu”.
“Por consiguiente, es necesario determinar adónde vamos y por dónde; y no sin la ayuda de algún experto que haya explorado antes los caminos que hemos de recorrer: porque no se da aquí la misma circunstancia que en cualquier otro viaje. En éstas (viajando de un lado a otro), conocido algún límite del camino, y preguntando a las gentes del país por donde se pase, no se sufren errores: en cambio aquí (el camino hacia la felicidad), cuanto más conocido sea y qué trillado esté, nos engaña muchísimo mejor”, asegura Séneca.
“Vivimos por imitación”
“En nada, (…), hemos de poner mayor empeño que en no seguir, según acostumbran las ovejas, al rebaño que va delante y que caminan, no por donde se debe ir, sino por donde va todo el mundo. Porque ninguna cosa nos proporciona mayores desgracias que aquello que se decide por los rumores: convencidos, además, de que lo mejor es aquello que ha sido aceptado por la mayoría de la gente, y de éstos tenemos muchos ejemplos; vivimos no según nos dicta la razón, sino por imitación. De ahí ese amontonamiento tan grande de los unos que caen sobre los otros. Es lo mismo que sucede en las grandes aglomeraciones de hombres, cuando la multitud se comprime contra sí misma de tal manera que no cae nadie sin que arrastre a otros tras de sí, y a la caída del primero siguen las de los demás”.
Y argumenta: “Puedes comprobar cuando quieras que lo mismo sucede en todos los órdenes de la vida; nadie se equivoca solamente para él, sino que es causa y autor del error de los demás. Perjudica, pues, ser arrastrado por los que van delante, y mientras cada uno prefiere mejor confiarse que juzgar, jamás se medita sobre la vida, y siempre se cree en los demás”.
Elecciones y decepción
Y así las cosas, termina Séneca: “El error, que va pasando de mano en mano, nos hace dar vueltas y nos precipita al abismo, pereciendo por los malos ejemplos de los otros. Acertaremos tan pronto como nos separemos de los demás; ahora (dentro del rebaño), en cambio, la multitud se ha plantado en contra de la razón, como defensora de su perdición. Sucede aquí lo mismo que en las elecciones, en las cuales, después de haber elegido sus pretores, los mismos que eligieron a los pretores se sorprenden de haberlos votado, cuando el favor, en su huida, dio la vuelta alrededor de la asamblea. Aprobamos las mismas cosas que censuramos después; éste es el resultado de cualquier negocio donde se sentencia por el mayor número de votos.”. Vale (cervantino).
Muy bueno lo tuyo, Pedro. Y hace tiempo que yo copié a Séneca, sin saberlo, cuando escribía que la verdad no la hacen los votos; que éstos, en el mejor de los casos, sirven para hacer Gobierno y, con frecuencia, desgobierno. Un abrazo.