Sánchez: la dignidad ni se quita ni se devuelve

No es de derechas ni de izquierdas; nace con el ser humano y se mantiene o se pierde por la libertad del hombre y de la mujer.

Se nace con dignidad. Va en los genes y no se pierde, en esencia, ni con la muerte supuestamente más indigna, que, para los romanos, era la muerte en la cruz. Te pueden quitar la vida, pero nadie puede quitar la dignidad a ningún ser humano. Es así y no tiene que ver con ser de derechas o de izquierdas. Para los creyentes tiene que ver con la decisión de Dios de hacer al hombre a su imagen y semejanza y para los no creyentes es algo connatural a la existencia. Y esto de ser agnóstico o ateo es algo que tiene que ver con la libertad y hay que respetarlo sumamente, pues la libertad es, como sabe todo el mundo (y se lo explicó don Quijote a Sancho) el don más grande que dieron los cielos al hombre.

Pedro Sánchez (cuya libertad respeto plenamente y de cuya dignidad puedo opinar, como él opinó de la indignidad de Rajoy en un programa televisivo de enorme audiencia preelectoral) dijo, en un reciente homenaje a las víctimas de la dictadura franquista: “Hoy devolvemos la dignidad a quienes fueron privados de ella”. Error, grave error, de quienes escribieron su discurso y de él mismo por no haberlo releído y corregido previamente al reciente acto supuestamente de concordia y de reparación oficial de las injusticias del franquismo. Reitero, señor Sánchez, no se puede devolver lo que nunca se ha quitado; los franquistas no pudieron quitar la dignidad a sus víctimas, como tampoco, a las suyas, algunos criminales del Frente Popular, durante el gobierno republicano nacido de las elecciones de febrero de 1936, gobierno espurio, como lo demuestra el libro 1936: Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, de los profesores de Historia de la Universidad Juan Carlos de Madrid, Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, del que salieron seis ediciones en 1917, año de su publicación (Entre paréntesis, cabe preguntarse si estos dos profesores serán invitados a algunos de los cien actos que ha programado el Gobierno para este 2025 supuestamente para festejar los logros de la democracia en estos cincuenta años que han pasado desde la muerte de Franco).

Ni siquiera tiene que ver con ser bueno o con ser malo. Los malos actúan indignamente, porque atacan la dignidad de las víctimas. Los delincuentes merecen ser juzgados y castigados justamente, pero. como personas, tienen todos los derechos humanos y eso tiene que ver con la dignidad. Incluso los peores asesinos tienen dignidad congénita.  

Sánchez: usted es el franquista número 1 por más que lo niegue de palabra: los hechos lo proclaman. Usted, mejor que nadie, sabe que las palabras vuelan: no pactaré con Podemos-Pablo Iglesias (no el fundador del PSOE); no pactaré con Bildu; traeré a Puigdemont de la oreja para ponerlo ante la Justicia; la amnistía es inconstitucional; no habrá cupo catalán; creo en la Justicia… Ha cambiado de opinión tantas veces que su antecesor Felipe González, trece años presidente con  los votos del PSOE socialdemócrata (no con los votos de separatistas,  nacionalistas y amigos de ETA asesina de socialistas), le ha llamado a usted ‘necio’ públicamente, aunque todos sabemos que piensa de usted algo peor. Otros grandes del PSOE socialdemócrata piensan que usted no es socialdemócrata, de lo que presumió (otra mentira) en el congreso de la Internacional Socialista, no hace mucho, en Marruecos. Usted sólo era sanchista y, ahora, además de marxista, franchista.

Sigue siendo usted digno en esencia humana, pero sus comportamientos son indignos de un digno presidente de una España digna de un mejor presidente, un presidente que no se venda por los votos de enemigos de España, que se siguen proclamando enemigos al tiempo que se ríen de usted a carcajadas con su “volveremos a hacerlo”. Lo ve y lo escucha todo el mundo menos usted y sus lacayos. ¿Está usted sordo y ciego? Estoy convencido de que es así y que lo único que le quedan son las palabras, palabras para mentir durante los cien actos de campaña. No es usted mudo, pero algún día enmudecerá. No hay mal que cien actos, perdón, cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Feliz año nuevo a usted y al Franco que usted ha resucitado para aprovecharse de él, como resucita a todos los anti España.

Posdata: contra la dignidad de los cristianos en TVE-Nochevieja

La Constitución y el sentido común dicen que hay que respetar las creencias religiosas y a los creyentes, algo que, en un ejercicio de indignidad, vilmente camuflado de humor casi sacrílego, ignoraron los presentadores del programa de despedida del año 2024, Campanadas, alegrando la Nochevieja, los famosos de La Revuelta de TVE, Lalachus (Laura Yustres) y Broncano. Ellos y TVE mostraron la imagen de una vaca sobre  la estampa del Sagrado Corazón de Jesús. Jesús con cabeza de la vaca en vez de la suya. Los medios de comunicación, mayoritariamente, titulan que las asociaciones Hazte Oír y Abogados Cristianos denunciarán ante la Justicia lo que consideran un delito contra los sentimientos religiosos, recogido en el artículo 525 del todavía vigente Código Penal, del que lo quieren retirar PSOE, Gobierno y toda la izquierda aliada de Sánchez. El diario El País que (como todo el mundo sabe) está vendido al Gobierno, titulaba así: “Hazte Oír usa un delito en vías de extinción para hacer ruido a costa de Lalachus”. Y añade en un sumario: “La derecha ultracatólica monta una polémica contra la presentadora y TVE, a la que se han sumado Vox y la Conferencia Episcopal Española apoyándose en una denuncia abocada al fracaso”.

El periódico El Mundo (hay otros muchos diarios que coinciden con él) titula: “Denuncian a Lalachus y David Broncano por un delito contra los sentimientos religiosos en las Campanadas, y Bolaños sale en su defensa y acusa a los ‘ultras’ de amedrentar”. Y yo digo que El País se adelanta a los jueces y ya dicta sentencia: la denuncia “está abocada al fracaso”, a pesar de que el delito existe y lo reconoce el periódico. Bolaños llama ‘ultras’ a los obispos españoles, que sólo aspiran a que el Gobierno de todos los españoles tenga un poco de dignidad y condene a los que se ríen de Jesucristo y de su Iglesia, que se merece respeto por sí misma, como todos los gobiernos del mundo. Por dignidad, la dignidad de todo hombre y toda institución, nadie puede befarse de unos y otras. Señor Bolaños: ¿A quién ‘amedrentan’ —o acosan— los que sólo quieren no ser humillados por sus sentimientos religiosos? Un poco se sensatez; un poco de dignidad, que es de lo que va este artículo. Mirémonos en el fondo. En el interior del hombre habita la verdad, que nos hará libres. ¡Feliz Año Nuevo!