Rubén Urbán traslada al papel su curso de transformación musical con “Ya toca”

Aunque ingeniero civil de estudios, Rubén Urbán Segura, fundador de Sommusics, tiene dos pasiones que conducen su vida profesional: la música y compartirla, que es lo que le ha hecho convertirse en profesor, actividad que ejerce en el Colegio Calasancio Alicante. Músico de formación, estudió guitarra y percusión —de la mano de Adrián García (hijo del maestro Joan García Iborra)—, y su amor de toda la vida ha sido la música tradicional alicantina: las bandas, las charangas y las collas.

Tiene un largo recorrido como profesor y director de collas como la de El Nuvolet (Mutxamel), la de Dolçainers y tabaleters de San Blas, la de Tripilitrop de Torrellano o Al Trot de Bacarot y manifiesta su alegría porque el instrumento de la dulçaina tenga cada vez más consideración, de hecho, según nos cuenta, «se ha introducido en los cursos superiores en los conservatorios de Valencia y Barcelona. Cada vez se componen más orquestas y bandas con dulçainas y cada vez más Moros y Cristianos llevan dulçainas”, manifiesta alegre Urbán.

Tras varias iniciativas para acercar la música al gran público, como una aplicación para contratar bandas para eventos (el BlaBlaCar de la música, como le gusta recordarlo) formó parte del programa Doeactúa de la Universidad de Alicante y le puso patas a Sommusics siguiendo con esa idea de que la música debería estar al alcance de todo el mundo. El pasado mes de octubre, Sommusics cumplió su primer lustro.

La pandemia le dio la idea del salto al digital y creó el primer paquete de clases online, Transformación musical ofreciendo un acercamiento al solfeo, iniciación a la guitarra, al lenguaje musical y a la batería. “Porque no hace falta pasar por el conservatorio. Hay gente que  por edad, o por otras circunstancias, no va a ir al conservatorio, pero en Sommusics podemos acercarle la música”.

El año pasado creó El poder de tu voz con la colaboración de Cynthia Moleón que, según cuenta Urbán, “es algo más que iniciación al canto, es un curso para empoderarte, para acompañarte el viernes por la tarde cuando llegas cansado de trabajar, con una copa de vino y ganas de aprender a cantar”.

Ahora nos ha traído a la Asociación Ya toca, un libro cuyos beneficios de venta se destinan íntegramente a “Payasospital” y con el que invita al lector a superar tres retos: leer un ritmo, leer una melodía y leer una partitura. “Como además está lleno de enlaces con códigos QR, de estas primeras lecturas se enlaza a nuevas actividades para desarrollar la capacidad musical”, explica Urbán.

Para este joven emprendedor “el solfeo es un viejo amigo y la música no debería tener edad. Cualquier momento de la vida es bueno para acercarnos a la música y profundizar en ella. Sin complejos”. “En Ya toca —explica Urbán— las figuras musicales son compañeros de viaje, cada una tiene un nombre y las siete notas son sus poderes, y trabajando juegos de palabras se aprende de una manera amena y accesible”.

Urbán es consciente de que para llegar donde está ha tenido grandes aliados a lo largo de su recorrido y menciona a “José María Palacios, de Energy System, que me ha ayudado muchísimo y acompañado en los actos que organizamos. A Germán López Davó, otro socio. A Yolanda Iborra, filóloga, compañera en Calasancio, que ha hecho las correcciones de Ya toca. O la portada, que ha diseñado el jefe de estudios de Calasancio, Gonzalo Sancho”.

El CEO de Sommusic habla también de Marcos González Carrión, autor de Nunca rendirse, “que es una fuente constante de inspiración, desde que se unió a Vicente Berbegal con el proyecto de Actiu, hasta que pasó la covid en plena pandemia y que fue lo que le movió a escribir para ayudar a los demás con esa obra que es un grito de esperanza». Urbán tuvo ocasión de entrevistarle, como a otros cuantos compositores y músicos de formación no reglada, y «saber que la música, aun sin poder escucharla mientras estaba en la UCI, le acompañaba y le consolaba de algún modo, es con lo que más me identifico. Yo no concibo un día sin música».

Y como su otra pasión es la enseñanza, además de todo esto, ha montado una academia, «Dale al coco», para todas las etapas, desde primaria a la Universidad, que comenzó en 2021 y se ubica en el PAU 1 de San Blas, en la Plaza de Juan Pablo II. Además del refuerzo escolar y el acompañamiento del alumno, el equipo de docentes de «Dale al coco» prepara para certificaciones de idiomas tanto de inglés como de valenciano.