Con estas palabras cierra Climent su intervención durante la gala homenaje realizada en Alcoy al cantante alcoyano Camilo Sesto; acto en que también presentó su último libro: Camilo Sesto. Ni ángel ni demonio.
Desde 2017, el periodista y escritor Ramón Climent Vaello ha escrito y publicado un libro cada año. En el ya penúltimo, Crónicas irreverentes de la alcoyanía, Climent daba buena cuenta, con respeto, ironía y humor —como es habitual en él—, de los que considera “pilares de la alcoyanía: la moral del Alcoyano, los milagros de San Jorge, el Jesuset y la Verge dels Lliris”. Su último libro, que acaba de presentarse en Alcoy ante un repleto Teatro Calderón, desgrana y descubre con respeto y admiración otro importante pilar alcoyano: al cantante Camilo Sesto. Ni ángel ni demonio, quien —en palabras de Climent— “lo hizo todo. La música de los ochenta, en castellano, no se entendería sin Camilo. Ha sido el compositor por excelencia de la música romántica de los 80”.
Gala homenaje en Alcoy
Admiradores y vecinos alcoyanos de Camilo Sesto llenan el Teatro Calderón de Alcoy y muestran el cariño que sienten por este artista alcoyano universal; están dispuestos a celebrar este homenaje en su honor; preparados para disfrutar de la presentación del libro Camilo Sesto. Ni ángel ni demonio, de Ramón Climent, editado por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y para escuchar a Los Dayson, que fueron compañeros de los inicios musicales de Camilo Blanes y quienes, después de sesenta años, van a interpretar por primera vez y de manera solidaria, algunas canciones de Camilo Sesto, con la dificultad que eso supone. También se suma con su actuación a este homenaje el saxofonista Moisés Olcina.

En esta gala también estuvieron el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y la vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, junto al alcalde de la localidad, Toni Francés. Mazón destacó la categoría de Camilo Sesto como uno de los vocalistas más representativos de España en todo el mundo y puso en valor “su papel como embajador de su querido Alcoy y del conjunto de la provincia”. Añadió también que “la Diputación no podía dejar pasar la oportunidad de reconocer y plasmar su vida y trayectoria artística a través de las páginas de este excepcional libro biográfico”. Por su parte, Julia Parra ha agradecido “el lleno absoluto de este maravilloso Teatro Calderón que habla por sí solo del orgullo que siente esta ciudad y esta provincia por un alcoyano que merece todo nuestro cariño y reconocimiento”.
Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante (Fotografía: Diputación de Alicante). Julia Parra, vicepresidenta primera y diputada de Cultura de la Diputación de Alicante (Fotografía: Diputación de Alicante).
Conversamos con Climent (Alcoy, 1954), quien fuera director del Ciutat de Alcoy casi una decena de años y, al cerrar esta cabecera, director de El Nostre Ciutat, que dirige hasta su jubilación en 2017. Queremos saber qué se es cuando no eres ni ángel ni demonio y nos contesta que: “Un ser humano, con luces y sombras, aciertos y desastres. Virtudes y defectos. Y ése era Camilo, aunque ha habido épocas en las que se le ha considerado como un demonio y otras en las que se le han puesto alas”.
Nacimiento de Camilo Blanes Cortés
Camilo nacía el 16 de septiembre de 1946; el día anterior “pasadas las ocho de la tarde, doña Joaquina Cortés Garrigós debía encontrarse con un cierto malestar que presagiaba el final de los nueve meses de embarazo. Tenía 36 años y este era su quinto parto. Hace de ello 76 años ya… al día siguiente sobre las 10 de la mañana, llora a pulmón abierto un bebé… en la casa de Eliseo y Joaquina. Así comienza la historia de quien hoy celebramos la vida. Camilo Sesto sigue vivo en cada una de sus canciones, en nuestra memoria y en nuestros corazones, en las emisoras de radio y en los karaokes y en libros como el que presentamos esta noche. Y que nadie se lo apropie porque Camilo es de todos, nunca tuvo dueño ni señor, siempre fue un alma libre y así lo vivimos y revivimos, con un contrato fijo en la eternidad que nos sobrevivirá a todos”. Así comienza Ramón Climent su intervención, acercando a todos los asistentes el nacimiento de Camilo Blanes Cortés, su vecino, su paisano, su cantautor más reconocido en el mundo.

“En los últimos 50 años la figura de Camilo ha recorrido como un funambulista de la vida la línea que separa los ángeles de los demonios, le hemos amado, criticado, repudiado y venerado. Y hemos pasado de verlo ridiculizado en los medios a subirle a los altares del olimpo mediático, lo que se conoce en España como la ley del péndulo”, sigue Climent expresando sus sentimientos, todo el conocimiento que ha ido adquiriendo durante el tiempo que ha estudiado profundamente a Camilo para escribir este libro que, en palabras de Ramón, “intenta acercarnos a su personalidad, a su manera de ser, desde el respeto y la admiración, recorriendo los caminos del ángel y los del demonio. Se trata de un libro de bolsillo para leer, una crónica periodística, que es lo único que sé hacer yo como periodista, sobre la vida de Camilo Blanes, aproximándome a sus sentimientos, contando y comentando lo bueno y lo malo, sin regatear elogios ni aplausos, ni uno solo, pero sin ocultar la otra cara de Camilo. Una crónica, además, con muchas referencias a Alcoy, muy alcoyana. No olvidemos que el artista que reunió en grandes salas a miles de admiradores murió en la más absoluta soledad en la cama de un hospital, con solo un empleado a su lado, que le llamaba patrón y que se había convertido en su mejor amigo o quizá el único”.

Alcoy y Camilo; Camilo y Alcoy
En estos tiempos Alcoy se rinde a los pies de Camilo Sesto, ¿siempre ha sido así?, preguntamos, y Ramón explica que “en el libro queda claro que el problema no era Alcoy, sino más bien Camilo, de carácter fuerte y explosivo. Los desencuentros habidos con su ciudad, dos esenciales que se cuentan en el libro, porque este libro tiene una gran carga y presencia alcoyana, fueron más reacciones de Camilo que de Alcoy. Hemos tenido un alcalde, Jorge Sedano, entre 2003 y 2011, camilista confeso hasta la médula, que lo intentó todo por conseguir un rencuentro entre Camilo y Alcoy. Y no lo consiguió”. Así, cuando sugerimos si Camilo Sesto hubiera podido siquiera enunciar que “nadie es profeta en su tierra”, la respuesta de su biógrafo es así de contundente: “Si lo dijera sería injusto. En su tierra ha sido un ídolo. Su presencia, durante muchos veranos en el Gallo Rojo de El Campello, son recordadas por muchísima gente y forman parte de la memoria de la provincia. Fue profeta en su tierra, aunque tuvo épocas buenas y menos buenas”.

Así, continúa Climent, quien fuera presidente de la Associació Valenciana de Premsa Comarcal de 2015 a 2019: “Nunca le gustaron las etiquetas a Camilo, pero Camilo era especial y complicado y comenzó un buen día a llenar de pieles de plátano su propio camino. Había gente que se avergonzaba de Camilo, ningún artista de la talla y calidad de Camilo llegó a tal grado de patetismo en las televisiones españolas. Pasamos del orgullo patrio por Camilo a la vergüenza, alimentada por los escándalos en tribunales por conciertos no realizados, demandas de productoras en Sudamérica, denuncias de sus propios trabajadores, familiares por los platós aireando trapos sucios… era un infierno para demonios. Pero nada de todo este calvario penitente podía restar grandeza a este compositor y al cantante. Camilo, pese a todo, seguía siendo el más grande, el único, el número uno, el pódium entre Julio Iglesias y Raphael; porque Camilo, además de tener una voz envidiable, era un gran creador, un compositor de éxitos, que en Sudamérica era recibido como un ángel. Fueron tiempos en los que ser camilista en España se confesaba en voz baja. El ángel olía a azufre; no era como hoy, que hasta los ministros hablan bien de Camilo. Y Alcoy no fue ajeno a ese ir y venir del cielo al infierno, después de muchos años de distancia y rechazo, un buen día, surge la resurrección del ídolo y el reencuentro con su pueblo natal y ser camilista vuelve a estar de moda. El ángel ha vencido al demonio”.

Este periodista alcoyano recuerda que “si el periódico y la emisora de radio de siempre en Alcoy son un termómetro, se puede decir que su pueblo compartió sus éxitos. Tuvo personajes populares, como José Sanz, “Pepito” que durante muchos años enarbolaron la bandera camilista y mantuvieron un Club de Fans alcoyano. Pero como en casi todas sus relaciones personales, acabaron mal. De todas maneras, los últimos años de la vida de Camilo Sesto estuvieron marcados por una absoluta comunión con su pueblo”. Preguntamos también a Climent si cree que el éxito cambia a las personas y responde que “no podría generalizar porque creo que a cada persona le afecta de manera diferente, aunque en el caso de Camilo no se trata de un éxito sino de un éxito desmesurado a nivel internacional, como nunca antes ningún artista español tuvo. En China aprendían inglés escuchando a Sinatra y el español oyendo discos de Camilo Sesto”.

El corazón de Camilo
El mismo artista que durante sus últimos años fue muy celoso de su intimidad “por las malas experiencias vividas —rememora Climent— durante algunos años fue carne de cañón de la telebasura y del periodismo amarillo, al margen de que también es cierto que él se lo puso fácil. Esa experiencia y su deterioro físico le apartaron de los focos mediáticos, pero aquí en España, porque en Sudamérica no tuvo ningún problema, todo lo contrario”. Cuenta también Ramón que “Andrea Bronston, la mujer que más cerca estuvo de su corazón, decía que nadie conocía realmente a Camilo. Así, el compositor que creó las más hermosas y emocionantes canciones de amor nunca consiguió que le durase un amor, porque no sabía expresar sus sentimientos a las personas que le rodeaban y acabó destrozando a las mujeres que más le quisieron y a los amigos que más le admiraron”.

Ramón Climent, que musicalmente procede de la cultura del blues y el jazz, es hoy un ferviente camilista y quiere, antes de terminar con palabras de admiración hacia Camilo Blanes, agradecer al presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, a la vicepresidenta primera y diputada de Cultura Julia Parra y a Pilar Tébar y Toni Cabot, directora de la institución y director de Publicaciones del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, “por la confianza que tuvieron al encargarme este libro”.
Sobre el IAC Juan Gil-Albert, organismo autónomo de la Diputación de Alicante, Climent expresa que “resulta reconfortante que lleva el nombre del mayor escritor de Alcoy, Gil-Albert, y es quien edita este libro sobre el mayor artista alcoyano; como lo es que sean una misma vía la alameda de Camilo Sesto y la avenida de Gil-Albert”.

Termina Climent destacando que “Camilo Sesto no es una moda, Camilo Sesto es mucho más, Camilo es arte, el mejor arte, el popular, el de la gente de la calle que lo ha hecho suyo. Que nadie se lo apropie porque es un patrimonio de todos”. Y da las “gracias por compartir este homenaje que reafirma que Camilo Sesto sigue vivo”.

Climent, premio Comunicación de Proximidad de la Generalitat Valenciana en 2018, tiene una petición final: “el deseo de que ustedes lean, sí, si no es este libro que sea otro, da igual, pero lean, porque la lectura es la mejor aliada para ser libres y felices; y si lo hacen con la música de Camilo de fondo, mucho mejor. Libros y música para ser libres y felices”.
Homenaje a Camilo Sesto en Alcoy (Canal de YouTube del IAC Juan Gil-Albert)
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Cuando hablé contigo esta mañana aún no había leído tu hermosa crónica del acto de Alcoy, que fue un homenaje a un libro de Climent y a un cantante (Camilo) y que nos has trasladado con una calidez difícil de igualar. Has estado cumbre, calificativo-sustantivo que se usa en lenguaje taurino para describir lo sublime de una faena de Manzanares. Un fuerte abrazo con el recuerdo de tu voz supuestamente ‘cazallera’ (de cazalla valenciana).
Un gran artículo.