Ya nadie escribe cartas. A pesar de que hay pocos espacios en los que se den de forma tan auténtica la verdad de lo que se cuenta, la intimidad de la relación entre los participantes en la conversación y la expresión de la comunicación como es el espacio de una carta, ya nadie escribe cartas. Las cartas no solo tienen la voz de quien las escribió, sino que en el eco de sus palabras resuena también la voz de aquel o aquella para quienes fueron escritas. Y en esas voces, en esos ecos, está la vida. Sin embargo, la inmediatez del mensaje digital ha matado el romanticismo de la correspondencia epistolar. De ahí la importancia de los legados como conjuntos de fuentes originales que nos ponen sobre las pistas de la historia real, la que vivieron de verdad los hombres y mujeres que hicieron la historia de verdad.
Así, en este contexto, acudimos un año más al archivo personal de José Estruch, del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, de la Diputación Provincial de Alicante, y buceamos en su correspondencia para rescatar la voz de Pepe y la de su madre, Eulogia Sanchis Aldaya (1887-1965) para celebrar con ellos, como si pudieran acompañarnos esta noche, la VIII gala de entrega de los Premios de Teatro José Estruch del Teatro Principal de Alicante y el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.
VIII Gala Premios de Teatro José Estruch, del Teatro Principal de Alicante y el IAC Juan Gil-Albert.
Hubo un tiempo, el del exilio, marcado por distancias físicas y emocionales que hicieron de la palabra el elemento liberador, y de la carta, el nexo de unión. De Londres a Algemesí, y vuelta a Londres, Pepe mantiene con su madre una rica correspondencia epistolar que aporta luz a su vida y enriquece su biografía. Sin embargo, no fue fácil. Las primeras cartas a su «querida amiga Eulogia», bajo la presión de la censura y el miedo, los obligan a hablarse de usted, como si fueran desconocidos, amigos lejanos que tienen amigos comunes lejanos que son, realmente, ellos mismos y sus familiares, pero a los que aluden con referencias veladas y medias palabras. Y, aun así, la felicidad de saberse escuchados, leídos, amados a pesar de la lejanía, se cuela entre las líneas manuscritas o mecanografiadas con una vieja máquina de oficina con teclado inglés.
En su carta de 8 de noviembre de 1940, cuando Pepe lleva ya casi año y medio en Londres (llegó a Inglaterra gracias a la ayuda de un grupo de amigos ingleses entre los que se encontraba el fotógrafo Alec Wainman, en cuya casa, The Old Prebendal House, vivió los primeros tiempos del exilio inglés y a la que volvía siempre que podía), Pepe escribe a su madre como Joe Stuk, adaptación fonética de su nombre español. No sólo cambia su nombre, sino también el trato con el que se dirige a su madre, a quien dice «Querida amiga Eulogia». Es inimaginable el dolor que debe de sentir un hijo obligado a escribir a su querida madre como si fuera una conocida, apeándola de la familiaridad del tú y robándole el derecho a leerse «mamá». Sin embargo, a pesar de la forma en que se dirige a ella, y a pesar de la distancia física y emocional que implica ese tipo de comunicación en su relación, la cotidianeidad y la confianza se diluyen entre las palabras formales y los giros de expresión, y Pepe le habla de los trajes que tiene, de los zapatos y de la cojera, de su padre (todavía en clave, lo llama el abuelo), del trabajo en la colonia, comenta el sueño que ella le ha contado … Y emociona especialmente la expresión de su alegría al recibir la carta de su madre, y cómo la traduce y la comparte con sus nuevos amigos y con quienes forman su nueva vida en Londres.
«Querida amiga Eulogia: En este momento he recibido su carta remitida a casa de Alec en donde me encuentro pasando una semana de vacaciones. ¡La primera carta suya en más de cinco meses! Imaginará usted la alegría que he tenido. He leído la carta y traducido a todo el mundo que me ha querido escuchar».
Pero el tiempo vuela y el usted se convierte en un tú mucho más cercano, aunque lejos todavía del «querida mamá» con el que Eulogia debió de soñar cada noche. En su carta del 7 de diciembre de 1943, desde Culvers, la colonia de Carshalton, Pepe se dirige a su «Querida Eulogia» en una carta manuscrita en la que le habla de tú y firma como «Pepe», pero sigue sin hacer referencia a su parentesco. Las cartas son relaciones de vida, una vida en la que Pepe se mete de lleno y en la que se siente realizado y plenamente feliz. Pero la felicidad no es gratis, y Pepe se muestra en lucha interna entre su intensa nueva vida, que tanto le gusta y que tanto le ha enseñado sobre sí mismo, y la distancia emocional respecto a su madre, a la que quiere mucho pero de la que se siente culpablemente distante. Son cartas llenas de vida, y también de sueños y deseos, de ganas de calor familiar, de nostalgia por el reencuentro.
«Querida Eulogia: espero que te llegue esta carta a tiempo para llenar las Navidades con el recuerdo de mi cariño. Quiero que esta ocasión no se me pase como ha ocurrido con tantas otras. Mil veces he querido escribirte y se me ha hecho siempre difícil romper este hielo que yo mismo he creado, y que tanto me remuerde y me duele. Sé que tú me perdonarás al pedirte yo que así lo hagas; y esto mismo me hace sentir aún más mi culpabilidad […] Mi vida es como siempre. Sigo cuidando niños y cada vez sé hacerlo mejor y aprendo más. Además de las clases todas que tengo que dar, de toda la labor educativa constante, me toca hasta cocinar. […] Hemos guardado un poco [de uva] que nos comeremos la noche vieja, siguiendo la vieja costumbre de ahí. Mientras las comamos pensaré en vosotros más intensamente que nunca».
Imaginamos a Eulogia preparando la Navidad con su familia de Algemesí, pero inundada por la melancolía de quien no puede disfrutar de unas fiestas como las navideñas con sus seres más queridos. Y, a la vez, podemos ver a la Eulogia madre, siempre fiel a su querido hijo, encontrando una disculpa para lo que él llama silencio y alejamiento, confesándole, entre sueños de reencuentro, lo feliz que la hace saberlo feliz.
Lectura dramatizada de las cartas de Pepe Estruch a su madre Eulogia Sanchis en la Gala Premios de Teatro José Estruch 2024.
Y vuela la vida, y poco a poco el baile de palabras es más y más vital, girando alrededor de las notas que suenan desde su Alicante natal a través de los ojos de la madre, del ansia del calor del sol de España, de los colores del jardín valenciano de la casa materna. Las cartas son alegres, coloridas, inundando de sol el frío inglés, la vida en Culvers, Londres, las preparaciones de obras y bailes, las clases … Y, al otro lado, Alicante, una ciudad nueva, luminosa, poco a poco reconstruida con sobriedad y elegancia. En la carta del 25 de junio de 1945 de Pepe a su madre vemos Alicante a través de los ojos del recuerdo de Pepe, y de lo que descubre de la ciudad gracias al libro de fogueres que su madre le ha enviado, una ciudad a la que Pepe se acerca embargado por los recuerdos pero con la emoción de un futuro posible de reencuentro junto al mar.
«Querida Eulogia: He recibido el libro les Fogueres. El del año pasado me hizo muchísima ilusión. Estoy seguro de que será tan interesante este como el otro. Sobre todo me interesan las fotos de Alicante. Está cambiadísimo y, desde luego, mejorado. ¡Cuánto recuerdo! Tengámoslos todos, pues que son todos agradables, pero no para echarlos de menos, en comparación con el presente, sino para que nos llenen de esperanza de superarlos en el futuro. Tu Pepe».
Y llegamos a una de las cartas del año 1946, la que Pepe le escribe a su madre el 15 de noviembre desde Praga durante la gira que hicieron con el grupo de chicos y chicas de bailes y canciones vascas. Emociona leer ese «querida mamá» con el que se abre la carta y el gran entusiasmo y felicidad con el que le cuenta a su madre los detalles de la gira: su visita a Marsella y el baño en el Mediterráneo, su mar, su azul, cómo han sido recibidos en todos los teatros en los que han actuado, cómo es Checoslovaquia y cómo son sus gentes, y el éxito de la gira. En esta carta Pepe es maestro y director de actuaciones, tan importante en su vida futura, pero no olvida su preocupación por la colonia y por sus chicos, ni la nostalgia por el sol y el clima de España, y por su familia, que son una constante en su correspondencia.
«Querida mamá: Te extrañará recibir carta mía desde este país. A mí también me extraña todavía el estar aquí. Es como un sueño grato y delicioso. Ya te dije que marchábamos a Francia a dar una serie de conciertos. Tuvimos mucho éxito. Fuimos hasta Marsella y allí me bañé en el Mediterráneo. ¡Qué emoción volver a hundirse en esos azules únicos de nuestra mar! Después nos invitó el gobierno checo para que viniésemos a pasar unas semanas aquí. Hemos dado 12 conciertos de canciones y bailes nuestros. Y el éxito ha sido extraordinario. Nos tratan como reyes, en constante agasajo. […] Hace un frío enorme pero apenas se siente. ¿Cómo pasáis vosotros el invierno? ¡Probablemente con sol!».
No nos cuesta nada imaginar a Eulogia leyendo la carta entusiasta de su hijo, contemplando desde su casa de El Sequer el otoño del campo valenciano, con madrugadas y atardeceres fríos, pero el sol inundando la mañana de luz y de calor, orgullosa y feliz por el éxito del hijo amado, enviándole en su respuesta todo el calor del amor de madre que cabe en unas letras pulcramente manuscritas con tinta azul, como su cielo, como su mar.
El poder de una carta: el viaje de un trozo de papel cargado de vida y de esperanza.
Relación de galardonados en los Premios de Teatro Temporada 2023-2024 José Estruch.
VIII Gala Premios de Teatro Temporada 2023-2024 José Estruch, del Teatro principal de Alicante y el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.
Lectura dramatizada de una selección de cartas de José Estruch a su madre Eulogia Sanchis del Archivo Personal José Estruch, del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.
Adaptación y textos de Juana María Balsalobre y Cristina Llorens.
Pepe Estruch es Diego Juan.
Eulogia Sanchis es Mila García.
Bibliografía
Pepe Estruch, recuerdo y vivencia de Alicante – Hoja del Lunes.
Pepe Estruch, ayer y hoy – Hoja del Lunes.
Las ciudades de José Estruch – Información.
La imagen y la palabra de Pepe Estruch en sus ciudades – Dialnet.
Conocer a Pepe Estruch a través de documentos inéditos y objetos personales – Alicanteplaza.
Sublimes ambas, como supongo estaréis esta tarde-noche en el Principal. Un abrazo compartido.
Querido Ramón, gracias por tus palabras, investigar sobre Pepe Estruch es un privilegio y poder difundir con este tipo de actos y artículos su palabra y su mensaje, un privilegio aún mayor. Te vimos de reojo, muchas gracias por tu compañía.
Querido Ramón, gracias por tus palabras, investigar siempre es descubrir, aprender y respecto a Pepe Estruch ha sido y continúa siendo un encuentro con una personalidad que podemos conocer gracias a que esos documentos, esas cartas, se conservan.
Un artículo estupendo que nos descubre la vida de Pepe Estruch a través de su correspondencia. Enhorabuena a Juana y Cristina.Un abrazo de Susana
Querida Susana, muchas gracias por tus palabras. La correspondencia es un legado maravilloso de comunicación que nos aporta tanta información histórica como personal. Somos muy afortunadas de tener tanto conservado y cuidado en legados y archivos, gracias también a vosotros porque de vuestro trabajo se enriquece el nuestro. Un abrazo