Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

¿Puede un aborto ser reproducción?

Oficina de la Maternidad del Ayuntamiento de Alicante (Fuente: Ayto. Alicante).

Cada vez hay menos nacimientos en España y en casi todos los países de Occidente, entre otras razones, porque cada vez hay más países que legislan despenalizando el aborto, un acto científicamente criminal cuya malicia intrínseca ocultan bajo estas palabras: interrupción voluntaria del embarazo. En lugar de invertir fondos en educación sexual para evitar embarazos no deseados, las sociedades occidentales hacen del sexo un ídolo dorado, un dios que merece adoración y todos los esfuerzos para acabar con tabúes sin cuento, tabúes inexistentes, inventados, mientras no se legisla contra la pornografía infantil y otras bestialidades que están masacrando más de la cuenta a las nuevas generaciones de niños, adolescentes y jóvenes, chicos que sufren ataques a su salud mental sin que las autoridades competentes tomen todas las medidas necesarias.

Otra vez tengo que hacer unas acotaciones absolutamente necesarias en este caso a un titular llamativo del digital de un gran periódico provincial que decía así, el pasado jueves, día 11: “Una Cuaresma de rezos contra los derechos reproductivos en Alicante”. Es un titular que considero erróneo, porque ni siquiera se corresponde con el contenido de la información. Se da cuenta de la concentración de unos cuantos  católicos pertenecientes a la agrupación internacional ‘40 Días por la Vida’, cerca de la clínica ginecológica ubicada en la calle General Marvá donde se practican interrupciones voluntarias del embarazo. La llamada Ley del aborto tiene esta denominación oficial: ‘Ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo’. Se diferencia claramente lo relativo a salud sexual y reproductiva de lo que es la interrupción voluntaria del embarazo, es decir el aborto.

Los concentrados (muy pocos y que se van turnando cada equis horas) rezan y muestran pancartas con leyendas como ésta: “No estás sola, podemos ayudarte”. Desde la dirección de la clínica denuncian esta concentración por ilegal y aseguran que una reforma del Código Penal prevé penas de prisión de hasta un año. Pero la Policía se limita —dicen— a identificar a los concentrados. Si la ley está con la clínica, los concentrados tienen que ser alejados de sus inmediaciones.

Hay muchas formas de defender la vida de los no nacidos. Existen casas de acogida para ayudar a mujeres con problemas. Y, en Alicante se ha producido, recientemente, la inauguración de una Oficina de la Maternidad, creada por  el Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular con la oposición de los grupos de izquierda, algún sindicato y alguna asociación, todos ellos autocalificados de ‘progresistas’. Si matar bebés en el vientre de la madre es progresista, que venga Satanás y lo vea. Lo encuentro muy triste, muy inhumano. Yo no soy del PP, ni del PSOE, ni de ninguna otra formación política, a todas las cuales respeto, aunque nunca pueda estar de acuerdo con las marxistas comunistas enemigas de Dios y de la Iglesia.  La concejala de Bienestar Social, Begoña León, en la inauguración de la Oficina de la Maternidad, defendió esto: “Este espacio ofrece soluciones eficaces, recursos accesibles y orientación especializada a quienes se enfrentan a esta etapa trascendental de la vida. Esta iniciativa surge como una respuesta a las necesidades reales de mucha madres y familias de nuestra ciudad consolidándose como un espacio de apoyo integral que las acompañará desde el embarazo, el posparto y en los primeros tres años de vida de su bebé… convencidos de que invertir en nuestras madres es construir un futuro más sólido para nuestras familias y nuestra ciudad”.

Vean cómo contestaron los ‘progresistas’ ultraizquierdistas y algunos representantes de sindicatos y agrupaciones afines con pancartas: “La maternidad será deseada o no será”; “No les importa la vida, les molesta que las mujeres decidamos”. Esta segunda pancarta tiene un texto abominable. ¿Cómo se puede vomitar ese ‘no les importa la vida’ cuando lo que se pretende conseguir es que una mujer, en la disyuntiva de abortar, sufriendo un trauma terrible, o recibir apoyo para tener a su bebé y poder cuidarlo tres años con ayuda oficial, elija la mejor parte. ¿No es hermoso un bebé? ¿Les importa la vida a presuntos sanitarios que acaban suciamente con la vida en el seno de la madre?

La segunda parte de la pancarta es de juzgado de guardia. Es una ofensa, además a la inteligencia. Cómo pueden pensar y escribir que a las mujeres de centro derecha del PP y demás concejales del Ayuntamiento “les molesta que las mujeres decidamos”. ¡A estos y estas ultraizquierdistas les falta un tornillo! Es un gravísimo insulto, pero no sólo a esos concejales/as, sino a la inteligencia. 

Otra vez recuerdo aquel verso de Juan Ramón Jiménez: “Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas”. El aborto siempre será la muerte de un inocente por más que le llamemos, falsariamente, interrupción del embarazo.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

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