Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

PSOE y PP unidos, un Gobierno para España sin comunistas ni independentistas

El Congreso de los Diputados durante la aprobación de la reforma de la ley del “sólo sí es sí” (Fuente: Congreso de los Diputados).
Repetirlo en las autonomías, ideal para hacer de la Constitución una fuente de progreso y bienestar.

Últimamente veo a Pedro Sánchez un tanto ‘centrado’, centrado de centro izquierda, como si hubiera reaccionado positivamente al ‘manifiesto’ de veteranos socialistas instándole a que el PSOE que lidera vuelva a la senda de la socialdemocracia abandonando el ciego marxismo al que le están conduciendo las malas compañías de comunistas de Unidas Podemos, ERC y EH-Bildu. El acuerdo PSOE-PP para sacar adelante la ley del ‘sólo sí es sí’, liberada de las monstruosidades jurídicas nacidas de la incompetencia contrastada de Ione Belarra e Irene Montero, podría ser el inicio de un nuevo horizonte. Esto no es ciencia ficción, pero podría ser política y periodismo de ficción.

Claro que la deriva de Pedro Sánchez podría deberse a una pura táctica electoralista con objeto de ganarse cientos de miles de votos otrora socialistas y que podrían trasladarse al centro derecha popular dirigido por Núñez Feijóo. Pero no me negarán que el sueño de los dos grandes partidos nacionales unidos en abordar la reconstrucción de España renunciando a los planteamientos destructores del Gobierno Frankestein no resulta enormemente atractivo.

Podría ser que los próximos meses, con Pedro presidiendo la Unión Europea, nos trajeran algo así como la conversión de San Pablo, que cayó del caballo cuando perseguía furibundamente a los cristianos para ponerse a caminar por la ruta del mandamiento de Cristo: “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado, hasta la muerte”. Tiene Sánchez que dejar de perseguir a los empresarios y ponerse a su lado para que sigan creando riqueza y empleo y para que obtengan grandes beneficios, beneficios que, de mutuo acuerdo entre Gobierno, CEOE y Sindicatos, reviertan justamente en beneficio del Estado, en beneficio de todos los españoles y, en especial, de los más desfavorecidos. En un momento tan delicado de la geopolítica mundial y de la economía global sólo los acuerdos con visión universal, con aspiraciones grandes (nunca de odio y confrontación miserables) nos pueden llevar a salir de la crispación hacia derroteros más amables, más realistas, menos extremistas.

Ni Pedro Sánchez ni un nuevo PSOE pueden seguir agrietándose con compañeros de viaje tan poco recomendables como comunistas, independentistas y filoterroristas. Parece evidente. Se lo dicen sus más sensatos compañeros del que fue un PSOE triunfador y arrollador. Vuelva a la casa socialdemócrata como volvió el hijo pródigo a la casa del padre. Y lo mismo le recomiendo a Ximo Puig. Haga nuevos planes para después de las elecciones. No sueñe con un nuevo Botànic. No persista en aliarse de nuevo con comunistas podemitas, ni con marxistas de Compromís reconocidos comunistas y catalanistas independentistas, en cuyas manos nunca debió dejar la Consellería de Educación.   

Comienzo de la X Legislatura de les Corts Valencianes (Fuente: Corts Valencianes).

No sólo procedería desechar a nivel nacional el Gobierno Frankestein para hacer de la Constitución y la monarquía parlamentaria de las autonomías una fuente de progreso y bienestar nacional. Debería haber también cambio autonómico y sustituir el Botànic en la Comunidad Valenciana por un ejecutivo del entendimiento entre PSOE y PP. No es admisible que estemos gobernados por las minorías a nivel nacional y autonómico. Son las que deciden sobre asuntos que afectan a todos. Mandan mucho a pesar de ser poca cosa. Es intolerable. Es hasta ridículo ver a Baldoví, en mangas de camisa en el Parlamento nacional, un único diputado de Compromís, casi la nada absoluta, perorando como si fuera un gigante que amenaza a PSOE y PP y al ‘sursum corda’.

Ximo Puig es víctima de sus socios y se ha tenido que tragar muchos sapos para seguir presidiendo el Consell. Las cosas se le ponen feas porque su ‘amigo de conveniencia’ Pedro Sánchez le ha puesto entre la espada y la pared con la discriminación para la Comunidad Valenciana en los Presupuestos Generales del Estado y con las bofetadas a la provincia de Alicante con la condena a muerte del Trasvase Tajo-Segura después de que Zapatero, Cristina Narbona y Fernández de la Vega se cargaran el trasvase Ebro-Júcar. En estos momentos de excepcional sequía, preludio de años terribles, Sánchez y Feijóo tienen que ponerse las pilas para hacer un Pacto Nacional del Agua, que no es el único que necesita el país, pero que acaso sea el más urgente.

No creo que Sánchez venga a hacer campaña a la Comunidad. Nadie se lo aconseja. Aquí no le gritarían “que te vote Txapote”, sino “que te vote Page”, el de Castillla-La Mancha al que le regala el agua del Tajo. No se trata de que la oposición mezcle a Sánchez con Puig; es Puig el que se las prometía muy felices con Sánchez cuando trajo el Congreso del PSOE a Valencia. Fuegos fatuos. La sombra triste de Sánchez planea con mal augurio.

Año electoral, nada apto para solicitar pactos entre los dos grandes partidos. Pero no por eso hay que dejar de dibujar el futuro con altura de miras. Pasadas las elecciones será el momento de plantearse coaliciones. A España, a mi juicio, le vendrían bien pactos nacionales y autonómicos entre los dos grandes partidos. Posibles son, aunque me tachen de ingenuo. Pero no todo lo que le iría bien a España es lo que buscarán ambos partidos. A la vista de tanta bajura como estamos soportando, tal vez pedir altura de miras sea mucho pedir. Yo no pido perdón por mi atrevimiento patriótico. Y no toleraría que ni Zapatero, ni Sánchez, me llamaran ‘patriota de hojalata’.

Posdata

Sentido de Estado. Feijóo presume de ello para callar a su ala menos centrista y más derechizada para justificar su apoyo a la reforma socialista de la ‘ley del sí es sí’. La verdad es la realidad; no es de derechas, ni de izquierdas. Tampoco de centro. El dicho latino dice “in medio consistit virtus”, “en el centro (en el medio) está la virtud”. Pero ahora estamos hablando del compendio de toda política auténtica y comprometida con el bienestar de todos los españoles incluidos los que no quieren serlo, pero lo son y consta en su Documento Nacional de Identidad, si bien algunos parece que se han mercado otro DNI y no para presumir de doble nacionalidad. O el PSOE vuelve a la senda autonómico-federal o España se va al carajo.   

Adenda

La Constitución se toca, pero poco. Deberíamos tener Constitución para siempre, aunque precise de algún ligero retoque por consenso (insisto de nuevo en esto) de los dos grandes partidos. Nuestro Estado de las Autonomías es lo más parecido que hay a un Estado federal como el alemán, según doctrina de autoridades en Derecho Constitucional, punto que podría perfeccionarse con retoque de competencias y funcionamiento del Senado. Jamás podrá entenderse el poco respeto de ciertos partidos al orden constitucional y a la división de poderes, fundamento de la democracia.

Estrambote

El 2 de mayo con Ayuso-Bolaños versus 4 de octubre con Pedreño-Zaplana. El enfrentamiento Bolaños-Ayuso de hace unos días me ha recordado el que se produjo el 4 de octubre de 1996 entre el entonces rector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, con el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. La Universidad, que hasta 1993 había estado nada politizada durante los ocho años de rectorado de Ramón Martín Mateo, llevaba dos años con un equipo de gobierno pro- PSOE que se había impuesto en 1994 a una candidatura pro-PP. La politización llegó al extremo de que Pedreño no quería que Zaplana asistiera a la inauguración del curso y Zaplana insistió en presidir la ceremonia. Llegó el presidente al Paraninfo universitario repleto de autoridades académicas, profesores, alumnos. Pedreño y Zaplana parlamentaron y, ante la firmeza de Pedreño en defensa de la ‘autonomía universitaria’, Zaplana no tuvo más remedio que abandonar el Paraninfo. Bolaños no subió a la tribuna para la que no estaba invitado. Ayuso y Pedreño dejan en ridículo a Bolaños y Zaplana. Está escrito en la Biblia: “los soberbios serán humillados”.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

4 Comments

Click here to post a comment