Políticos

Unos repetirán, a otros les gustaría, pero o bien sus partidos no les han colocado en las listas, o bien los votos no les van a revalidar la confianza. Otros se van, hartos de tanta crispación, o bien contentos de poder dedicarse a otra cosa. Y algunos otros empezarán, espero que con mucha ilusión, en un mandato que les otorgan las urnas.

Esta semana comienza oficialmente la campaña para las municipales y autonómicas (¿se llegó a terminar después de los comicios de 2019 o no hemos conseguido acabarla antes de empezar de nuevo?), en la que se decidirá lo que va a sorprendernos ¿para bien o para mal? hasta 2027.

Durante estos casi cuatro años, como presidenta de la APPA, he coincidido con políticos municipales y autonómicos en un sinfín de actos. Congresos, seminarios, conferencias, entregas de premios, celebraciones, firmas de convenios, procesiones con sus parones incluidos, presentación de libros; todos actos que me han acercado a la faceta más humana, creativa y cultural de los políticos de nuestro entorno.

Tantas cosas nos han permitido ser más que actores que representan un papel, el que nos da nuestro cargo. La cercanía nos ha hecho tener un contacto más allá de lo profesional. Nos hemos preocupado por la salud de los padres, nos hemos alegrado por los triunfos de los hijos, nos hemos contado anécdotas, nos hemos reído con chistes, hemos compartido coca de mollitas, olletas, palomitas de maíz o canapés; hasta he visto bromear a enemigos furibundos en cuestiones políticas, y echar unas risas a cuento de cualquier chascarrillo. Es de agradecer ese momento de ser visualizadora de esa proximidad. Políticos que nos han llamado para interesarse si había llegado una subvención que esperábamos como agua de mayo y que agradecemos de corazón, aunque —hasta entonces— no llegara ni un euro… También hemos aprendido de los pocos (por no decir uno solo) que no nos han recibido, porque de todo se saca una conclusión… Y si mis palabras han podido ser especialmente duras en algunos momentos (estimada amiga, creo que ya hemos saldado cuentas), espero que comprendierais que, desde mi responsabilidad y con respeto, no podía deciros otra cosa…

Y mi cariño especial para los asesores. ¡Trabajo ni agradecido ni pagado! Los mediadores de lo que pedimos los periodistas (¡mira a ver si me da una entrevista!, ¡a ver si quiere hacerse unas fotos!), y las muchas negativas que os dan los políticos para no exponerse a territorio desconocido… ¡Cuánto nos ayudáis desde el lado oscuro! Mi más sincero reconocimiento a ese, a veces, ingrato trabajo.

Vuelvo a los políticos. A los que vais a seguir, a los que os vais, a los que llegáis de refresco; para todos, la sede de la APPA tiene sus puertas abiertas. Muchos éxitos en lo que hagáis. Será un placer recibiros y que nos contéis cómo os va la vida… ¡Ánimo! El mundo no se acaba en unas elecciones.

P. D. I.— ¡No siempre tengo la guadaña en la mano…!

P. D. II.— No puedo, es superior a mis fuerzas. Tengo que escribir esta postdata. Mi cariño especial para mis M… ¡por todo!