Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Teatro

Pepe Estruch, ayer y hoy

José Estruch Sanchis (Alicante, 1916-Madrid, 1990).

José Estruch Sanchis (Alicante, 1916-Madrid, 1990) es uno de los maestros y directores de escena más importantes del siglo XX. En 1939 dejó España camino del exilio, primero retenido en los campos de concentración de Saint Cyprien y Le Barcarès, desde donde consiguió salir hacia Londres, ciudad en la que permaneció casi diez años, y luego en Uruguay donde desarrolló su labor con puestas en escena renovadoras de los textos del Siglo de Oro. A finales de los sesenta regresó a España y, como profesor en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), formó a relevantes personalidades de la escena que lo consideran su maestro, como son Andrés Lima, Ernesto Caballero, Ignacio García May o Blanca Portillo. El Ministerio de Cultura reconoció su importante trayectoria y le concedió el Premio Nacional de Teatro en 1990, año en que falleció.  

En 2016, como celebración del centenario de su nacimiento, José Ferrándiz, director cultural del IAC Juan Gil Albert, y Francesc Sanguino, director del Teatro Principal, crearon el Proyecto Estruch para recuperar la figura del dramaturgo, en base a cuatro pilares fundamentales: exposiciones y actividades, conservación del archivo personal, institución de los Premios José Estruch, y de la Residencia de producción teatral José Estruch.

El primero de estos pilares fundamentales del proyecto inicia la celebración con la exposición José Estruch: vida y teatro, comisariada por las doctoras Juana María Balsalobre y Vene Herrero, con la idea de redescubrir y visibilizar la figura y la obra de Pepe Estruch desde un punto de vista didáctico y, así, acercarla al público. Su diseño, en cinco paneles abiertos, está pensado para que ocupe poco espacio en los vestíbulos de los teatros. Se inauguró el 13 de octubre de 2016 en el Teatro Principal de Alicante y, hasta 2019, recorrió espacios y poblaciones como el Teatro Principal de Monóvar, Àgora de Alcoi, el Gran Teatro de Elche, el Teatro Arniches de Alicante, o la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, entre otros. Diseñada por Cota Cero, fue Premio Emporia 2018 en la categoría a Mejor montaje de una exposición efímera transportable e itinerante.

La exposición José Estruch: vida y teatro ha recorrido espacios y poblaciones como el Teatro Principal de Monóvar, Àgora de Alcoi, Teatro Cervantes de Petrer, Casa de Cultura de Guardamar del Segura, Auditorio Antonio Gil de Sant Joan d’Alacant, Gran Teatro de Elche, Teatro Auditorio de Villajoyosa, Teatro Chapí de Villena, Teatro Auditorio de Dénia, Casa de Cultura Jaume Pastor i Fluixà de Calpe, Centro Cultural de Beniarbeig, Teatro Wagner de Aspe, Teatro Arniches de Alicante, Teatro Auditorio Municipal de Algueña, Centro Cultural de Pinoso, Real Escuela Superior de Arte Dramático RESAD en Madrid, Santa Pola y Auditorio de La Nucía.

Otro de los pilares fundamentales del Proyecto Estruch fue la conservación de su archivo y legado, donado al IAC Juan Gil-Albert por Israel Chaves en 2017, quien lo custodiaba desde la muerte del autor, y que constituye un fondo documental fundamental para la historia de la ciudad de Alicante, del exilio español tras la guerra civil, y del teatro de la segunda mitad del siglo XX. Las cartas, diarios, fotografías, programas de representaciones teatrales, recortes de prensa, pasaportes, libros y otros objetos y documentos de excepcional importancia, conforman la mejor ilustración de la vida de quien fue hijo en la distancia, exiliado, amigo, hombre de teatro, maestro e intelectual. Y son un importante material para las exposiciones y actividades de difusión, y para las investigaciones como las que hemos llevado a cabo “La imagen y la palabra de Pepe Estruch en sus ciudades”, en Visiones urbanas. IX Jornadas Internacionales Arte y Ciudad: Madrid, 21, 22 y 23 de octubre de 2020, coordinado por Miguel Ángel Chaves Martín, Universidad Complutense, 2020, pp. 65-74, y “Mujeres en la educación intelectual, emocional y en igualdad de los niños refugiados en Inglaterra (1937-1949)”, expuesto en el II Congreso Internacional «CreadorAS en la Educación Literaria e Intercultural” 2020, celebrado en la Universitat de València y actualmente en prensa.

Donación del archivo personal de José Estruch, junio de 2017. Israel Chaves sostiene el Premio Nacional de Teatro, junto a César Augusto Asencio, diputado de Cultura, y el director cultural del IAC Juan Gil-Albert, José Ferrándiz Lozano.

Los Premios José Estruch, cuya sexta edición entregará en la noche de hoy lunes 17 de octubre siete llàntias a los mejores intérpretes y obras de la programación del Teatro Principal en 2021-2022, pilar fundamental también en el Proyecto Estruch para la difusión de la figura del director de escena, se han constituido, edición tras edición, como unos de los galardones con mayor reconocimiento entre los premios teatrales. Y han reconocido la obra y el trabajo de intérpretes y creadores como Alberto Conejero, Adriana Ozores, Asun Noales, Cervantina, La Trócola Circ, Juan Diego Botto, Jauría, Juanjo LLorens, o Concha Velasco, entre otros destacados, así como a un espectador como agradecimiento al público por su fidelidad a la programación de la temporada.

Premis José Estruch 2016: relación de ganadores para la gala de entrega celebrada el 17 de octubre de 2016 en el Teatro Principal de Alicante.

Y, finalmente, la Residencia de producción José Estruch para fomentar la producción teatral alicantina profesional, cuya quinta edición estrenó el pasado 30 de septiembre Tribulto, de Marcos Montagud, con dirección de Iván Jiménez y en el reparto, Mila García, Dolores Faraco y Diego Juan. A partir de 2019, María Dolores Padilla, subdirectora del Teatro Principal, ha mantenido los Premios José Estruch de la temporada teatral y las residencias de producción José Estruch.  

Como investigadoras de Pepe Estruch, sabemos bien que abrir las cajas del legado del que dispone el IAC Juan Gil-Albert, supone adentrarse en la vida de un hombre de teatro, enfrentarse a su palabra, a su voz, a su imagen. Una vida escrita en cartas y diarios, capturada por el objetivo de su cámara en cientos de fotografías, narrada en entrevistas y conversaciones radiofónicas, conservada para el futuro del investigador o del curioso y que hoy es patrimonio de todos. Y así quisimos que fuera la exposición documental de la que en 2018 fuimos comisarias, organizada por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y que tuvo lugar en la Casa Bardín, Pepe Estruch. Imagen, voz y palabra. Una selección de documentos, una recopilación de esas huellas de vida que Pepe Estruch nos ha dejado. Porque en la imagen que la mirada del hombre artista nos devuelve, en su palabra escrita y en la voz que nos ha legado, está contenida toda una vida.  

Cartel de la exposición documental Pepe Estruch. Imagen, voz y palabra, IAC Juan Gil-Albert, del 2 de octubre al 19 de noviembre de 2018.


Y esa imagen, esa voz y esa palabra es lo que queremos compartir en un día tan especial como hoy, celebración de la sexta gala de entrega de los Premios José Estruch 2022.

“Tengo mucha imaginación, porque nací frente al mediterráneo, un lugar maravilloso donde basta abrir los ojos para que la imaginación nazca”. 

(Gente de teatro: José Estruch, El País, Uruguay, 8 de mayo, 1958).

Pepe Estruch abrió sus ojos a la vida en la ciudad de Alicante. Alicante es la ciudad de la infancia, de la familia, del veraneo, la playa, las fiestas, las excursiones. La vida de Pepe Estruch en Alicante es una vida luminosa, como la luz que invade la ciudad. Y el teatro se abre a la mirada del niño Estruch cuando, con apenas ocho años, acude a la representación del Misteri de Elche que describe como sobrecogedor. Y se hace vocación cuando, en 1932, con apenas 16 años, acompañó en su periplo por tierras alicantinas al grupo teatral de Lorca La Barraca.

Pepe Estruch acompañado por unos familiares en Alicante, Paseo de la Explanada, 1935 (Fuente: Archivo personal José Estruch, IAC Juan Gil-Albert).

Sin embargo, la Guerra Civil lo obligó a cambiar sus planes de joven estudiante universitario en Madrid y Pepe Estruch, junto a miles de republicanos, salió de España hacia el exilio por la frontera francesa. Fue detenido y ubicado en diferentes campos de concentración, primero en Saint Cyprien Plage, y poco después en Le Barcarès (Pirineos Orientales, Francia).

«Así pues, al estallar la contienda me incorporé al Ministerio de Propaganda que dirigía, entonces, el político alicantino Carlos Esplá. Allí trabajaba, además, mi primo hermano Arturo Soria. Los años de la guerra los pasé entre Madrid, Valencia y Barcelona […] en el verano de 1937 mientras tenía lugar el Segundo Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura [en Valencia] tuve la oportunidad de conocer a muchos escritores y en particular al poeta cubano Nicolás Guillén. […] Fui voluntario del Ejército Popular. Formé parte de un grupo de discapacitados. Sufría la polio de niño y desde joven tuve un defecto en una pierna. Creo que éramos 300 voluntarios en esas condiciones. No podíamos correr pero sí defender una trinchera. El caso es que nunca vimos al mando militar, ni disparamos un tiro. […] Tras la caída de Barcelona salí de España crucé la frontera con otros miles de republicanos y pasé un tiempo detenido en los campos de concentración de Saint Cyprien y Barcarès en el sur de Francia. Allí, como sabía idiomas, me dieron trabajo en el Servicio de Correos. Seleccionaba las cartas que llegaban de los familiares españoles para los internados en los campos de concentración».

(Memorias de posguerra. Diálogos con la cultura del exilio (1939-1975), Manuel García, PUV, 2014, p. 208).
Le Barcarès, 1939 (Fuente: Archivo personal José Estruch, IAC Juan Gil-Albert).

La crudeza de la situación, la desazón ante el incierto futuro y, por otro lado, la esperanza como ejemplo de su vitalismo y de su fortaleza, hacen que el joven Estruch consiga salir de ese encierro. Y todas esas emociones y vivencias quedan recogidas en sus cartas, que son muchas, conservadas en el archivo personal en el IAC Juan Gil-Albert. Como la del 8 de junio de 1939 dirigida a su padre: “Ayer recibí la visita del Comité Inglés […] tardarán unos días en venir por nosotros […] antes supongo que vendrás tú a sacarme. He recogido los 200 francos […] quiero comprar unas fotos, que venden aquí, de este campo”. Y, posteriormente, en la que le manda desde París el 13 de julio de 1939: “Voy a Londres a las 10 saldremos hacia Dieppe. A la noche, estaré en casa de Alec”. 

Se inicia así su exilio en Londres, que pensó sería breve con el fin de reunirse con su padre en Montevideo, y que, sin embargo, duró casi diez años. A su llegada a Inglaterra se alojó en Shipton-under-Wychwood, una zona rural del condado de Oxford, en casa de su amigo Alec Wainman, y fue allí donde empezó su colaboración en la colonia de niños vascos de Shipton, sustituyendo al profesor de inglés que estaba de vacaciones. Pronto empezó a trabajar en la oficina del Basque Children Committee en Londres y, a finales de 1940, se trasladó a la colonia de Carshalton, en Culvers Avenue. En carta a su madre le dice:

«Yo sigo trabajando con los chicos, entregándome por entero a ellos. Me encargo ahora de 120 mayores, desde Londres, y de 23 pequeños en la colonia donde vivo […] me considero completamente feliz en este trabajo”.

La vida en la colonia se describe de forma pormenorizada en los diarios de la casa, que se conservan en el archivo personal de Pepe Estruch en el IAC Juan Gil-Albert y que constituyen una fuente documental de gran interés para conocer la vida de Pepe Estruch en Londres: es la vida típica en una zona rural, un pequeño municipio de los alrededores de Sutton, entre la ciudad de Sutton y Croydon. La vida de Pepe se centra en el cuidado y enseñanza de los niños y niñas a su cargo, es su maestro y consejero. Y es, también, director de escena, preparando con ellos representaciones y actuaciones con las que pretende inculcarles el amor por la lengua y la literatura española, para que no pierdan sus raíces. Es una vida también de excursiones a la ciudad de Londres, tanto en solitario como acompañado de los niños de la casa, para ir al Basque Children Committee en Victoria Street, al teatro, a los espectáculos en los que participaban los niños, al museo, al cine, a la BBC, al Zoo, a parques y jardines de la ciudad, o a su trabajo en la compañía argentina.

La vida en Culvers, recogida en las fotografías de los niños que habitaron la colonia y en los diarios de la casa (Fuente: Archivo personal José Estruch, IAC Juan Gil-Albert).

Así describe en los diarios una de estas aventuras urbanas con los niños en la ciudad de Londres en verano de 1942:

“Con José Mari, Luisito y Ramonchu […] a Londres. Como, por equivocación, llegamos a London Bridge, aprovechamos para visitar St. Paul. Es la primera catedral de cierto renombre que ven los chicos y les impresiona la monumentalidad, las filigranas de los capiteles y volutas, etc. Son todo ¡jos! Después vamos a la National Gallery. La exposición de acuarelas les ha gustado mucho …”.

Y en abril de 1943 podemos leer: “Hay expedición al Museo de Historia Natural que dirige Pepe y todos están apuntados menos tres o cuatro […] regresan a las 6 muy, muy satisfechos de lo que han visto, a juzgar por sus conversaciones”. En octubre de 1944 es Chloe Vulliamy, colaboradora con él en la colonia, quien escribe en el diario: “Pepe, Irene, Caireles, Félix, Coque and Ramón went to see Richard III. Coque managed to get 4/6 tickets and also saw various exhibition, notable for including works by the Croydon masters!”. Se trata de Richard III, dirigido por John Burrell e interpretado por Lawrence Olivier, Ralph Richardson y Joyce Redman, que se estrenó en el New Theatre de Londres el 13 de septiembre de 1944.

Cerrada la colonia de Culvers en el año 1948, Pepe se marcha a vivir a Londres, donde trabaja, hasta su marcha a Montevideo en 1949, en la oficina de la Comisión de adquisiciones aeronáuticas para Europa de la Secretaría Aeronáutica de la República Argentina, trabajo que compaginó con su participación en los Overseas Programes Latin American de la BBC.

La esperada reunión familiar con la que soñaban Pepe y sus padres no pudo posponerse más debido a los problemas de salud de su padre, y Pepe se marcha a Montevideo, su segundo exilio, en enero de 1949. Montevideo es, para Pepe Estruch la ciudad de la madurez a la que llega con la experiencia del exilio inglés, todo lo vivido y aprendido en una ciudad como Londres, con una trayectoria profesional, tres idiomas perfectamente hablados y escritos y una carrera en el teatro por desarrollar. Es también la ciudad del reencuentro familiar y de la despedida, a su padre, primero y, más tarde, a su madre.

«Pasaron algunos años y razones circunstanciales de familia me trajeron a Uruguay. Tres meses que se convertirían en 17 años. […] Como siempre me interesé por todo lo que tuviera un tufillo de experimentación, me lancé tras todas las aventuras, desde la pantomima a la ópera, desde la revista a la comedia musical».

(Se va José Estruch, BP-Color, 15 de noviembre, 1965).
La Comedia Nacional de Uruguay regresa a Montevideo después de una gira por Europa, con Pepe Estruch al frente. El País, 1963 (Fuente: Archivo personal José Estruch, IAC Juan Gil-Albert).

La vida de Pepe en Montevideo está organizada en base a un entramado cultural que gira alrededor de los teatros y las compañías en las que trabaja: Club de Teatro, Teatro Solís, El Odeón, El Galpón, Auditorio Nacional del S.O.D.R.E, Comedia Nacional, El Tinglado, Circular, Artigas… A lo que hay que sumar su trabajo como profesor en la escuela Municipal de Arte Dramático y en la Universidad de la República de Uruguay. Montevideo es, en esa época, un entramado de espacios teatrales, tanto de teatro independiente como «clásicos», en los que se dan cita más de 80 grupos teatrales, y otras tantas compañías y conjuntos de actores y de radioteatro.

En 1965 Pepe Estruch inicia su regreso a España pero no será hasta 1967 cuando se quede definitivamente a vivir en Madrid. La vuelta a España supone un reencuentro y una nueva etapa de vida profesional y cultural. Su trabajo como profesor en la RESAD cierra el círculo de una vida dedicada al teatro y a la enseñanza, a su doble vocación de actor y de maestro. La vida de un hombre generoso que no dudó en compartir su inquietud intelectual, su humanidad generosa y su dedicación al teatro, que alcanzó su máxima proyección personal y profesional en 1990 con la concesión del Premio Nacional de Teatro. No pudo recoger el premio, porque su mirada se apagó en Madrid unos meses antes de la gala, y fue Israel Chaves quien lo hizo en su nombre. Sin embargo, como el resto de su legado, como su vida y su trabajo, también su premio es hoy patrimonio de todos.

Pepe Estruch, el maestro, el creador, el hombre.

«Recuerda, Viz, cuando hablábamos de la muerte, de los muertos, ¿qué decíamos?, que los muertos siguen vivos en nuestra memoria, no desaparecen porque están dentro de nosotros. Mientras los tengamos ahí, no habrá sido inútil la fuerza de su lucha, la imaginación de sus sentimientos, porque todo esto seguirá sirviendo para algo, para cambiarnos y para que nosotros sigamos cambiando el mundo apoyados por su memoria.»

(La memoria de Pepe Estruch, Juan Antonio Vizcaíno, El País, 4 de agosto de 1990).

Juana María Balsalobre y Cristina Llorens

Juana María Balsalobre - Doctora en Geografía e Historia por la UNED. Experta en Museología de Arte Contemporáneo por la UA. Directora del Departamento de Arte y Comunicación Visual Eusebio Sempere del IAC Juan Gil-Albert, de 2003 a 2019. Crítica de arte, miembro de AICA SPAIN / AECA y AVCA.
Cristina Llorens - Licenciada en Filología Hispánica por la UA. Máster en Documentación por la Universidad CLM. Bibliotecaria de la Escuela Europea de Alicante. Subdirectora de Documentación del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert (2015-2019).

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