Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Palabreando

Passivhausando

Llegó el 12 de octubre, el día del Pilar y el día de la Hispanidad. Y si te dedicas a buscar en internet documentación sobre el porqué a todo, te explota el cerebro, por eso los que somos de la EGB (sin pantallas digitales, ni libros apenas vacíos de contenidos y sin tanto dibujo y fotos que ocupan una página, ni tablets que parece que son más necesarias que la caligrafía) tiramos de memoria y ese día era una fecha muy chula donde hacías murales, dibujabas un montón de niños y niñas unidas por las manos con sus trajes típicos y cosas de esas que pegabas en las paredes con celo, antes de que se inventara el Blu tack, que es una especie de blandiblú, o moco blanco que, la verdad, pega, para no poder chinchetas en la pared.

Pero que se me va el santo al cielo y digo yo, a ver, si el día de la Hispanidad es porque Colón llegó allí y hoy, ahora hay peña, por supuesto no todos, que está poniéndonos a parir de que llegamos y fuimos crueles y todo eso. Pues ¡vaya!, el sentir de la fiesta parece que no es el mismo para todos y lo de la concordia pues no sé yo; como lo de la celebración del Día del Pilar, que es la patrona de España. Pero ¿de qué España exactamente?, me planteo, si todo se va al traste y ya casi nadie cree en la religión, ni en España, ni en casi nada menos en el dinero, el dinero con pinganillo como en el Congreso, para traducir lo que no es necesidad porque cuando se quieren hacer entender, vaya en los pasillos del Congreso o en la calle o cuando han de salir en la tele, se expresan en castellano. Hasta «el Puchi» tira de castellano cuando quiere hablar fluido y que se le comprenda fuera del maletero de un coche. Pues lo dicho, vamos a celebrar una festividad para esa anti España, lo que viene siendo, en verdad, una infiesta en toda regla.

Pero como al parecer hay tanto lío político de actualidad, pues se echa mano a cosas sucedidas hace 30 años, como lo de los audios del Rey y Bárbara, de mismo apellido monárquico, ironías de la vida, después de tanto tiempo. Dos semanas llevan con algo que dicen ya se sabía de entonces. Que está bien que lo cuenten, pero pienso que podrían contar también lo que pasa en el ámbito político del presente actual. El circo es lo más importante, como se decía en la época del Coliseum, «da circo y fiestas al pueblo y el resto les dará igual».

Pues eso, se tirarán de algún avión con la bandera de esa España que ya está rota, los aviones surcarán el cielo con colorines rojos y amarillos, paracaidistas molones y mañana paz y después gloria, que es lo que hay, un día de puro trámite para un país que se va por el desagüe y que en los informativos, supuestamente almibarados por el poder, sacarán curiosidades del momento. Nada de si hay pitadas o quejas o el sentir de parte del pueblo. Eso no saldrá. Quizá no salgan ni los aplausos. Enfocarán a algunas celebridades y a hablar del huracán.

Como curiosidades (por decirlo de algún modo, o bueno no, que la cultura siempre es cultura) son esos libros que se venden en las oficinas de Correos. ¿Quién los elige? Me resulta curioso y sin menospreciarlos, por supuesto. Con todos mis respetos a las editoriales que los lanzan que siempre es una pasta, una inversión y un riesgo a estas alturas de la lectura, pero no deja de llamarme la atención la selección. Desde libros de salud, pasando por los típicos de Disney hasta un diario del libro de las sombras, un oráculo de la bruja novata, anatomía del corazón, cómo dibujar manga, cómo dibujar un alfabeto… A ver, que yo todo lo que sea lectura me parece genial, pero no hay ni un solo libro de literatura española, ni un solo clásico, no hay ni un solo escritor español con alguna obra importante, pero ni del presente ni del pasado.

Fotografía de Rob rob 201 (Fuente: Wikimedia).

Que ya no es importante que sea española, porque como ya nadie apuesta por lo nacional, pues vale y pues normal que toda lectura comprensiva en las escuelas sea un caos total. Eso sí Mickey Mouse y el pato Donald que no falten; de ahí a vender un McDonalds, Big Mac con patatas de luxe mientras esperas, hay un paso.

Si la gente joven no tiene ni idea de quiénes son los autores españoles Valle-Inclán, Delibes, Cervantes, Galdós, Cervantes, Lope, Machado… Ahora, a los youtubers se los conocen a todos. Pero es que da igual porque luego en las escuelas tampoco se predica con el ejemplo y no se combinan los clásicos con los modernos como si fuera un pecado o un aburrimiento. Bueno es que, claro, estando en el panorama 50 sombras de Grey, quién va a leer los Episodios Nacionales, ni siquiera Las mil y una noches. Es lo que hay. El pecado de la no lectura.

Qué pecado es la última de las últimas, qué es eso de poner pantallas digitales en las puertas de las iglesias. No lo puedo entender. Está claro que el mundo y las tecnologías no tienen freno, pero poner en un portón de madera antiguo, con lo que mola, una pantalla digital anunciando las misas… pues creo que uno se va haciendo viejo y hay cosas como que no le cuadran, y mira que los ventiladores de la Santa Faz los puedo entender aunque rompan la estética del edificio… pero una pantalla digital… Bueno es que desde que cambiaron las velas verdaderas por velas de plástico con leds, ahí se rompió mucha magia. O el agua bendita como si fuera un dispensador de jabón. Pero bueno es lo que hay.

Total, que mejor te das un paseo para que te dé el aire. Y paseando encuentras carteles que te llaman la atención, rollo sólo se atenderá por cita previa, pero cerrado por avería. ¿Una cita previa cerrada por avería? Son esos mensajes cruzados en un mismo lugar que te sacan una sonrisa.

Pero claro, me dicen, por ejemplo que en la Seguridad Social una persona a la que conozco acude a la consulta, después de pedir esas interminables citas en las que cumples años, y le comunican que las asistencias son de 15 minutos (bueno eso me han contado, entiendo que no todos/as/es los/as/es profesionales serán iguales), que hay que aligerar. Cuéntame tu problema, el cronómetro está encendido y, acción, dime lo que te pasa en una cuenta atrás rollo Pasapalabra. Que ya entiendo que te diagnostiquen estrés presencial, como una oposición donde debes llevar de antemano y con calentamiento lo que debes contar, toser rápido y decir 25 en lugar de 33, que te ahorras 8 números, porque supuestamente como persona tan sólo cuentas un cuarto de hora, a partir de ahí suena la alarma y, ¡ohhhhhhhhh! estás en tiempo de descuento de tu enfermedad. Ya te la contamos en el próximo capítulo, pide cita para dentro de unos meses y te sacamos de dudas. No me seas ansias, que te receto un Diazepam o Lexatin o algo parecido, que al cabo es para lo que se ha quedado esta vida, para ser un número con un tiempo determinado. Hay una película In time que me recuerda mucho a esto.

Fotografía: Stefamerpik (Fuente: Freepik).

De hecho, y siguiendo con mi batalla contra estas injusticias, conozco una persona a la que le han operado de un hombro y le han puesto una prótesis y como lleva dos meses de rehabilitación, ya le han comunicado que bueno, que vale, que encantados de conocerte pero que se te acabó el bono y como eres mayor no vamos a perder más el tiempo contigo, que ese hombro no da más de sí, que esto no es gratuito para ti, pero sí para tus impuestos con los que nos gestionamos, sigue pagándolos, que esos no tienen problemas y ya te terminas de curar en casa, o te buscas un particular, pero hemos decidido que aquí ya no pintas nada y, venga, no te pares en la salida que hay cola.

En fin, creamos en la magia de la Navidad y sus buenas obras y milagros, y lo digo porque ya estamos en los polvorones versus Halloween en todas las cadenas alimenticias, que lo han adelantado todo tanto que estoy por comprarme un bañador en enero no sea que el verano me llegue en febrero y no termine de enterarme y en julio vendan la ropa de otoño.

Como tampoco termino de enterarme (menos mal que existe Google) de eso que te pones a pasear para aliviar el estrés y vas leyendo y ves un montón de locales vacíos que pronto se convertirán en casas de esas de alquiler molonas. Y te paras en uno de los PAUS de la playa, de esos que te has gastado una pasta (bueno yo no, pura envidia) sin tener en cuenta que había un pedazo de terreno delante. Aprovecha para ver las olas del mar porque, no te lo avisaron, te van a plantar un pedazo de edificio delante que lo vas a flipar. Hay que saber perder, que vas a ver la ropa del vecino, pues lees el cartel y te pone «edificio Passivhaus«.

Y piensas: pues no lo entiendo, o tiene que molar o me la quieres colar con un montón de euros de más en plan pijoterío y palabrería como siempre en vete a saber qué idioma, menos el castellano por supuesto, y tiras de Google, y te cuenta Google que se trata de un tipo de vivienda creada para mantener las condiciones atmosféricas ideales en su interior logrando un ahorro energético que oscila entre el 70 % y el 90 % respecto a una vivienda convencional.

Que vuelvo a incidir en que no soy astronauta y que si tengo hijos o hijas o hijes (higes), ¿tendrán que respirar menos? Porque no sé cómo mantener unas condiciones atmosféricas ideales. Entiendo que la atmósfera es independiente de que te plantes una urba en mitad de la playa y me quieras colar una pasta por un lenguaje mega guay o se trata de un edificio inteligente con IA y ya no tienes que sacar la basura, que la saca sola. Que, en el fondo, la vida va a ser la misma que en el edificio de enfrente, que está construido desde antes de este siglo y se mantiene en pie no sé con qué tanto por cien energético. Pero me parece que, a nivel práctico, si abres las ventanas será el mismo aire para todos; recicla y ya es bastante que los cerebros no se reciclan y deberían, que ahí nadie dice nada.

«Barcala, patinetes para la tercera edad» (Fuente: Freepik).

Y digo los cerebros porque me paseo por Fontana de la Playa de San Juan y hay varios carteles donde pone, grosso modo (y aquí, por supuesto, disparo mi lanza: Barcala patinetes para la tercer edad) que se prohíbe el uso de bicicletas y patinetes en todo el recinto. Que si quieres arroz, Catalina, un padre debajo del cartel y su hijo patinete de aquí a allá y su hija en bici dando vueltas. Luego queremos que los menores respeten las normas si son los adultos los primeros en pasar de ellas.

Por cierto, quiero dar infinitas gracias a don Ramón Gómez Carrión por su exquisita presentación del libro Cascabelario de un servidor. Impagable su discurso, su verbo y su presencia; así como a todos y todas las personas que acudieron no ya por la literatura sino por el cariño a don Ramón o a mí mismo. Infinitas gracias de todo corazón.

Canción: They Don’t Care About Us, de Michael Jackson.

Lectura: cualquier poemario de Lope de Vega.

En fin, que ustedes lo lean, lo pasen y lo paseen bien.

Bruno Francés Giménez

Escritor de serie B.

2 Comments

Click here to post a comment

  • He leído tu miscelánea de temas varios en este paquete lleno de ironía y verdades. El 12 de octubre es el día de la Hispanidad y muchos más, pero los nacionalismos americanos autodestruyen su historia. El tema de los libro en Correos me ha llamado la atención, es simple publicidad de editoriales porque nadie compra libros, para eso está Internet, y para que veas que he llegado hasta el final hago enlace al video de la presentación de tu libro «Castabelero», el 5 actual con presentación del maestro del periodismo Ramón Gómez Carrión del que hice este video: https://www.youtube.com/watch?v=Yzf96KYTaQ4

    • Muchísimas gracias por tu comentario y por ese magnífico vídeo que grabaste en un día tan especial para mí.
      Un abrazo fuerte don Ramón Palmeral.