Page, un fascista del PSOE que ataca a Sánchez en un mitin

Parece demostrado que Cervantes nunca le hizo decir a Don Quijote “cosas veredes, Sancho, que harán temblar las piedras”. Ni falta que hace. Algunos eruditos señalan que hay una frase parecida de Alfonso VI dirigida al Cid, aunque, en lugar de ‘cosas veredes’ decía ‘cosas tenedes’. Lo cierto y verdad, al menos para mí, es que tanto el presidente de Castillla-La Mancha, Emiliano García-Page, como el historiador melillense de nacimiento y alicantino de adopción, Gerardo Muñoz, son dos pelotas de tomo y lomo, uno disfrazado de crítico de Pedro Sánchez y el otro descarado exaltador de Ximo Puig. ‘Cosas veredes’.

Lo de Page tiene su aquel. Es un personaje más complicado de lo que parece, porque tiene la retranca de un actor consumado. Algunos de los ministros que dicen tonterías o verdades como puños (qué más les da) contra Pedro Sánchez, sobre todo los de Unidas Podemos, son juzgados benévolamente por Pedro y sus ministros y ministras socialistas alegando que hablan a título particular y no como miembros del Gobierno; que el Ejecutivo sigue unido y que Pedro tiene confianza en los ministros podemitas que se ciscan en sus vivos… ojos.

Lo de Page es cómico y trágico a la vez. No quería ver ni en pintura a Pedro en esta campaña electoral porque cree que le quita votos y cree bien. Pero Pedro se le presentó en Puertollano y poco faltó para que, tras darle un falso ‘bienvenido, Pedro’, no le propinara una patada en el trasero. Pero sí le dijo lo que sigue:

“Todo lo que es bueno para Castilla-La Mancha es bueno para España, porque no jugamos a romperla…Y si esos independentistas, además, han utilizado una pistola, con más motivo. Yo con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina”.

Emiliano García-Page

¿Valiente García-Page? Lo sería si no estuviéramos interpretando una tragicomedia en la que Page hace dos papeles, el de valiente denunciador de las bajadas de pantalón de Sánchez ante sus aliados bilduetarras y otros independentistas y el de traidor Bellido Dolfos cuando deja que sus diputados castellano-manchegos voten las leyes antiespañolas que Pedro I el Mentiroso saca adelante ¡con los votos de Castilla-La Mancha! (más mancha que otra cosa), leyes como la de Memoria Democrática, con marca de democracia bilduetarra y de otros independentistas sus socios preferentes o la ley de vivienda, un ataque envenenado a la propiedad privada.

Page: deja de contar mentiras. Si tienes o presumes de las tres ‘v’ (valor, voluntad y vuevos), como los buenos toreros, haz una piña con todos los socialdemócratas del PSOE y cargaros de una vez a este inútil y soberbio minilíder que va a acabar con el PSOE después de haber acabado ya con los ciento y pico años de honradez de la que presume (o presumía) el partido. Ya no hay rosa, sólo puño convertido en mano abierta a los enemigos de España en lugar de construir un futuro esplendoroso del país con la derecha centrada del PP, ansioso de hacer grande a España y no a sus enemigos declarados. ¿Por qué toleráis los socialdemócratas del partido que Sánchez y sanchistas insulten al centro derecha como fascistas y franquistas sabiendo que es mentira? ¿Por qué permitís que vuestro ‘odiado’ líder siga haciendo méritos para que le llamen mentiroso, tragaldabas, traidor a sus compañeros, arrancalápidas, mataempresas, azuzaocupas, abrazaproetarras, asaltatumbas, injusticiero, duermeovejas, crispacampañas, compravotos a granel y por la cara con el dinero de todos?

Lo peor de todo lo que le dicen a Sánchez es lo de traidor, sobre todo traidor a sus doce compañeros socialistas asesinados por ETA, más grave que traicionar al partido. Éstos son los nombres de todos ellos y el año del asesinato: Gerardo González Sánchez (1978); Enrique Casas Vila (1984); Vicente Gajate Martín (1984); Fernando Múgica Herzog (1996); Francisco Tomás y Valiente (1996); Fernando Buesa Blanco (2000); Juan Mari Jáuregi (2000) Ernest Lluch (2000); Froilán Elespe Inciarte (2001); Juan Priede Pérez (2002); Joseba Pagazaurtundua (2003); e Isaías Carrasco (2008). Treinta años de terror con unos 800 españoles asesinados.

Posdata

Gerardo adora a Ximo por ‘su arte de la política’. Gerardo Muñoz, escritor e historiador, acaba de escribir un artículo en el periódico provincial por excelencia para, tras condenar la corrupción de los anteriores gobernantes del PP, cantar a pleno pulmón las excelencias de las dos legislaturas con el presidente Ximo Puig al frente de la Generalitat Valenciana. No puedo, no debo, transcribir todo el ‘poema heroico’ en prosa sobre el gran caudillo celebrado por Gerardo. Valgan estos párrafos como síntesis:

“Afortunadamente, esta imagen de desazón y de vergüenza ya está superada y casi olvidada, debido a la gestión realizada durante los últimos ocho años por Ximo Puig al frente de la Generalitat Valenciana. Es cierto que aún subsiste un cierto rechazo visceral y marginal hacia la política de la que se sirven algunos para intentar entronizarse, pero lo cierto es que la inmensa mayoría de la ciudadanía de la Comunidad Valenciana ha visto con alivio cómo durante estas dos últimas legislaturas la gestión desarrollada por el president Ximo Puig ha rescatado el valor de la buena gobernanza, del arte de la política entendida en el sentido aristotélico de interrelacionar los problemas reales con los ideales, las leyes y el respeto mutuo».

Gerardo Muñoz

¡Toma del frasco, Carrasco! Gerardo Muñoz fue militante del CDS (Centro Democrático y Social) y con este partido de Suárez fue diputado autonómico en el Parlamento de la Comunidad Valenciana, el gran partido de centro que, por lo visto y leído es el que entusiasma a Ximo Puig, el nuevo y triunfante líder centrista, sometido al sanchismo marxista de Pedro Sánchez con su PSOE valenciano pactando con la extrema izquierda de Podemos y Compromís en los dos Gobiernos del Botànic, en los que el Gran Ximo dejó nada menos que la Educación en manos de Compromís. Si esto es centrismo, que resucite Suárez y lo vea. O Aristóteles con Platón y Santo Tomás de Aquino.

Adenda

Bautizos civiles del alcalde de Valencia, Joan Ribó. El regidor comunista, catalanista y separatista se entretiene montando bautizos civiles para mofarse de la Iglesia católica y no sé si de los católicos que bautizan a sus hijos. Pero es cierto que los católicos valencianos nos sentimos ofendidos por la falta de respeto que un gobernante de todos los valencianos tiene para los creyentes. Los que heredamos y conservamos la fe de nuestros mayores creemos en Jesucristo. Dios y hombre verdadero, y en la salvación de las almas de quienes nos hacemos hijos de Dios por el Bautismo, uno de los ocho sacramentos que legó a su Iglesia para ayudarnos a peregrinar por este mundo amando y ayudando a todos los demás hombres hasta llegar al tránsito a la patria celestial. Ignorar los fundamentos de le religión cristiana no faculta a los gobernantes a reírse de sus conciudadanos, como también hizo él sustituyendo la Cabalgata de los Reyes Magos por la de las Reinas Magas. No se puede, no se debe ser tan insensible. Eso no tiene que ver con el feminismo, sino con la miseria intelectual y moral. Creo en un feminismo de más altos vuelos. Y en una ciudadanía sin bautizos, directa o indirectamente ofensivos. El que murió en la Cruz (sentenciado por el procurador-gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, como testifica el prestigioso historiador pagano del siglo I, Tácito, en sus Anales) nos dejó un mandamiento nuevo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Pues eso, un poco de respeto.

Estrambote

La ministra Belarra aparece en el Congreso de los Diputados en camiseta con la foto del hermano de Ayuso. Ni parece correcto ni es original. Ha copiado a la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra, la que lució imagen de Francisco Camps acusándolo de corrupto. Belarra denuncia el viejo caso del Ejecutivo madrileño comprando mascarillas al hermano de Ayuso, asunto que llegó a la Fiscalía Europea, la cual archivó el asunto. Belarra sigue intentando hacer daño a Ayuso e insiste en que dio mordidas. La verdad es que dar mordidas está muy mal, aunque el mordido sea un hermano. Europa le quita la razón a Belarra, pero ¿qué es la Unión Europea al lado de una podemita euroempoderada? En la próxima camiseta pondrá la foto de Úrsula von der Leyen, a la que algunos fascistas denominan Úrsula von der Sánchez.