Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

No soy de tu misma opinión

Fotografía de Rawpixel (Fuente: Freepik).

No pienso igual y no tengo que decir lo mismo que tú, ni lo mismo que todos. Tengo mi propia visión sobre las cosas y no quiero que me manipulen ni me juzguen por no decir lo que todo el mundo dice. Me enfada que, si no digo lo que se espera que diga, me acusen que soy lo que no soy y creo que eso cada vez pasa más y nos empobrece a todos.

Me duele hacer textos y tener que usar lenguajes inventados que no existen y me parece una pérdida traducir un texto desde el idioma en que se creó. Siento un abismo colectivo cuando algo se impone a la opinión pública de tal forma que cualquier otra manera de verlo es tachada de incorrecta. Esa manipulación la pagamos todos y tiene consecuencias.  Añoro el tiempo en que divergir no era marginarse, en el que respetar las opiniones diferentes era necesario para aprender, cuando absorbíamos lo diferente con curiosidad, no con odio. Tengo verdadera pereza al tener que repasar lo que escribo por si me puede perjudicar, porque vivo de mi trabajo a los demás y nadie trabaja con un marginal o minoritario o librepensador. 

Me callo cuando mis hijos dicen algo que cualquier padre rectificaría para no cortarles las alas, aun sabiendo que tienen muy difícil volar. Me gusta encontrar gente que despliega todavía las orejas cuando cuentas algo desde otro punto de vista, me encanta argumentar contra lo que yo mismo pienso.

No soy de tu misma opinión aunque a veces coincida contigo. 

Es lamentable que se diga que las disculpas no son suficientes, que hay que aprovechar un fallo para poner las cosas en su sitio, que vale la pena ser injusto o discriminante para alcanzar la justicia e impedir la discriminación. En esa isla de Utopía debe estar el espacio, el lugar donde la gente tenga «garantizada su libertad y el cultivo de su espíritu», donde esa libertad le de el poder de decir sin cortapisas, sin reservas, sin miedos… Es cierto que las metas, las utopías, conforme te acercas, ellas se alejan en la misma proporción, siempre están en el horizonte, siempre inalcanzables, pero al menos te hacen caminar. No se me ocurre otra forma de aguantar la presión sobre lo que hay que decir, escribir, pensar, hacer. 

Y todo porque no soy de tu misma opinión.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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