Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

No, no me arrepiento de nada

Qué buena canción y qué mentira más grande. Es que todos sabemos mucho de todo, pero sobre todo sabemos mucho de nosotros mismos: allí donde nos equivocamos, nuestros éxitos y los fracasos que nadie sabe —y mejor que no se sepan—, aquel «tierra trágame» que quieres olvidar, pero no puedes. Nos conocemos tan bien y tenemos tan buena opinión de nosotros mismos que pensamos que nosotros lo haríamos mejor, que cómo es posible que tanta gente meta la pata tantas veces y encima les paguen por ello. La soberbia, la envidia, juegan su espacio en nuestras vidas y la verdad es que la humildad y la bondad son tan extrañas como difíciles de encontrar en casi todos los aspectos.

Y ¿a qué viene todo esto? ¿Se arrepienten en Madrid de marginar a Alicante en los presupuestos? ¿Saben en Valencia que las matemáticas fallan hacia el sur? ¿Sabemos en Alicante que para pedir hay que estar muy bien preparados? ¿Somos capaces de crear las condiciones necesarias para ser de verdad un lugar de atracción? ¿Podemos llegar a ponernos de acuerdo Alicante y Elche en algo?

No, no nos arrepentimos de nada, tenemos mucho que hacer y mucho que cambiar para poder exigir de verdad lo que nos merecemos y nos pertenece. Llevo dos semanas oyendo quejidos y muy pocas ideas en este aspecto y no paro de ver solicitudes para actividades, eventos, empresas que quieren venir a establecerse con nosotros y que debemos atender.

Podríamos ser del todo sinceros para no tener que arrepentirnos más o de más cosas. Podríamos decir que Valencia nos exige mucho más de lo que nos da, que Madrid nos ignora, que nosotros mismos no sabemos cómo hacerlo, pero lo cierto es que cada vez hay más actividad de networking, de grupos de empresarios que están interesados en conocerse y en poder colaborar. Así nos sorprende que la central de Alehop esté en Gata de Gorgos, o que la principal naviera con Baleares tenga sede en Dénia, que uno de los mayores viveros de Europa esté en Pilar de la Horadada, que Bombón Boss sea alicantina, que en El Campello esté la mayor potencia tomatera del este español. Todavía no sabemos el potencial turístico que tiene nuestro patrimonio único, singular, tan variado, como interesante. Desconocemos gran parte de nuestra historia y, por tanto, no utilizamos las posibilidades que el conocimiento nos da en nuestra propia tierra. 

El microbiólogo, investigador, y profesor titular del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, Francisco Juan Martínez Mojica (Elche, 1963).​Fotografía de Manuel Castells (Fuente: Wikimedia).

Creo que una de las cosas que más refleja esta situación es que no hayamos conseguido, ni iniciado, una campaña verdaderamente intensa y unánime para que el doctor Francis Mojica sea recompensado con su más que merecido premio Nobel. Estas cosas son las que ponen en el mapa las instituciones, el avance científico, el apoyo institucional a esos fines y el nombre que acompaña a la localización donde se encuentran estos investigadores singulares.

Escuchaba en el Alicante Technology Forum, hace una semana, a este insigne científico explicando, sencillamente, toda una vida de trabajo científico. Sería interesante hacer una encuesta y que nos contestaran cuántos alicantinos de toda la provincia conocen su nombre o conocen su trabajo. Vamoraver.

Nos debemos unir todos los que queremos hacer grande esta estrategia para poder defenderla, para poder exigir lo que es nuestro. Debemos poner delante, sacar al frente a los mejores, unirlos con los mejores y atraer a los mejores y no puede faltar ni un metro cuadrado, ni una ayuda, ni una atención y, sobre todo, ninguna falta de acompañamiento para tener algo que hacer en una feroz competencia. Muchas ciudades y territorios nos llevan ventaja de años, pero somos capaces de, con el esfuerzo adecuado, conseguir ponernos a nivel rápidamente. Lo hemos demostrado muchas veces.

Siempre nos queda la política, siempre queda aquello de intentar tener la suficiente fuerza política para poder influir, aunque ya dije que me parecía algo verdaderamente innoble, de lo que sinceramente creo que terminaríamos arrepintiéndonos. Por lo tanto hay tres claves: trabajo, trabajo y trabajo, acompañado de otras tres: apoyo, conocimiento, y unanimidad.

Alicante, Elche, Alicante toda, tienen que dar el primer paso, gobierne quién les gobierne, estén en el mismo color político o no, para crear esa potencia, esa alianza. A ver si nos arrepentimos de menos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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