En su libro, Las 72 leyes universales de los soñadores, desvela el camino para conseguir nuestras aspiraciones
Mayte Ariza trabaja como mentora para actores, actrices, periodistas, escritores y emprendedores con un eje fundamental: el arte de soñar. Su metodología se denomina dream`s strategy y se basa en una programación para desarrollar habilidades poderosas que capacitan a las personas hacia el “gran logro”. Líder del movimiento soñador y la dreamer community a nivel internacional, imparte conferencias, mentoring y diseña estrategias individuales para alcanzar sueños. Presenta mañana martes 23 de abril, a las 19 horas, en el ámbito cultural de El Corte Inglés de Federico Soto (Alicante) su libro, Las 72 leyes universales de los soñadores.
Pilar Cuenca.- ¿Nos podría decir en su experiencia cuáles sería las tres leyes imprescindibles?
Mayte Ariza.- Tres dentro de 72 son difíciles de seleccionar. Como explico en el libro, las leyes del soñador se clasifican en tres: las físicas, las mentales y las espirituales. En primer lugar, quiero destacar la ley física de la claridad, que es sin duda la primera imprescindible. Se define en que la claridad de un sueño es directamente proporcional a la velocidad con la que se consigue. Cuanta más claridad, más velocidad y no al revés, porque la prisa mata los valores. Conseguimos rapidez cuando tenemos claridad. La segunda sería la ley del merecimiento. Cuando sentimos que nos merecemos lo que soñamos el Universo nos da lo que necesitamos y nos da el aprendizaje. Es una ley que está muy cercana a la del permiso, pero eso es otro tema.
Como me has dado a elegir tres, la tercera, para que no nos creamos que soñar es vivir en los mundos de Yupi, me decanto por la ley de la adversidad. La ley del adversidad es directamente proporcional a la fuerza que tú necesitas que emerja para transformar esa adversidad en un gran beneficio ¡Ojo! No confundir sueño con objetivo. El objetivo es tener y un sueño tiene que ver con el ser.
PC.- ¿Qué personaje considera que es su “soñador” universal, con el que le hubiera gustado trabajar, como dreamer coach?
MA.- He tenido la suerte de trabajar con personajes muy famosos como Rossy de Palma, Mar Saura, Charo Izquierdo o Miriam Díaz-Aroca, pero me encanta que me hagas esta pregunta. Sin duda, me hubiera gustado trabajar con Barak Obama, al que no le hubiera sido posible conseguir su éxito sin la ley de la causalidad que dejó Martin Luther King. A él lo asesinaron por un sueño; hoy no creo que te maten por eso, pero lo que sí creo es que si no sueñas, estás muerto. Barak Obama movilizó la energía de Martin. También me encantaría trabajar con Madonna; es grandiosa, muy humilde y también cree en el mundo de las energías. Es una gran lideresa.
PC.- Los éxitos se cuentan, los fracasos se esconden. ¿Podría contarnos algún caso de fracaso reconvertido?
MA.- Un ejemplo que me inspira su pregunta es el caso de una mis dreamers internacionales. Tenía que presentar un libro sobre una mujer defensora de los derechos de las indígenas perdió el avión. Me llamó llorando desde Madrid para decirme que el único vuelo que había encontrado para llegar a tiempo tenía una parada en tránsito de ocho horas en Amsterdam. Le dije: “Cuando llegues a Amsterdam llámame”. Y así lo hizo. Le insté a que se fuera a visitar la ciudad y que a cada paso, dijera: “Gracias», como hace el Papa cuando llega a un lugar nuevo. La ley de la gratitud genera abundancia. Ella en ese momento quería encontrar al amor de su vida y configurar una familia. Dos años después, conoció a un holandés y ahora tiene esa familia y vive en Amsterdam
PC.- ¿A qué perfil de “soñador” va dirigido su método?
MA.- Van dirigidas a todas las personas que se toman su sueño muy en serio y no se lo cuestionan. Es verdad que los profesionales y emprendedores creativos son los más eficaces. Los actores, los artistas, los creativos trabajan muy bien. Pero en realidad, lo importante no es quién eres si no lo que eres.
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