Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Más España, más Europa y más OTAN

Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN. Fotografía: Fernando Calvo (Fuente: Moncloa).

Los aliados del ‘sanchismo’ eran (y son) antieuropeos y antiespañoles y enemigos del PSOE auténtico, el socialdemócrata

Escribir un artículo sobre el futuro de España antes de saber el resultado de las elecciones generales podría parecer una temeridad; correr un riesgo innecesario; jugar a algo parecido a la ruleta rusa. Pero no es el caso, porque pretendo que mis reflexiones sean válidas ganen las derechas o ganen las izquierdas, pues lo que a mí me mueve no es divagar en torno a vencedores o vencidos, sino sobre España, porque lo que nos debería preocupar a todos y especialmente a los líderes políticos sería no pensar en gobernar para media España, sino para toda España, para todos los españoles. Eso es lo que reivindico en este mini ensayo a favor de la concordia, ese espíritu que impregnó las deliberaciones de los padres de la Constitución vigente, la de 1978, la que puso fin a los retos de las dos Españas y que permanece abierta a cualquier mejora que se quiera introducir siempre y cuando se haga por los cauces que el propio texto constitucional prevé.

En el caso de que los votos hayan posibilitado la repetición de un Gobierno liderado por el PSOE, cabe hacer una serie de consideraciones aun a sabiendas de que servirán para muy poco. Lo primero que le pediría a Sánchez es la vuelta al partido socialdemócrata de la transición y de los gobiernos de Felipe González, con todos sus aciertos y los errores propios de cualquier empresa humana. Fundamentalmente pediría al presidente que deje las malas compañías, sobre todo de los partidos antiespañoles y antieuropeos, y busque consensos en asuntos trascendentales con la oposición de centro derecha, con el PP, para centrarnos en las conquistas políticas y sociales fundamentales, que nos den peso internacional, además de pacificarnos internamente, con fuerza frente a los mini partidos antieuropeos y antiespañoles que nada aportan y tanto daño interno y externo producen. ¿Imposible? No. ¿Que es imposible una reconversión de Pedro Sánchez? Pablo de Tarso, perseguidor de los cristianos, se convirtió y fue (y es) un adalid del Cristianismo. Pedro puede convertirse al PSOE verdadero y socialdemócrata. Puede y debe pactar con quienes representan a media España y están dispuestos a la hermandad que ha roto él por alejarse de los principios socialdemócratas de su partido más constitucional y constitucionalista, de lo que presume. o presumía, en campaña electoral.

Eso obligaría también al Partido Popular a abrirse a pactos, como prometía en campaña electoral. Porque en el caso de que vaya a gobernar el PP, por mandato de las urnas, es evidente que tiene que haber cambios. Pero no se puede entrar en la Moncloa y en el nuevo Parlamento con la piqueta del derribo. Felipe y Guerra dejaron una España reconocible, pese a que Alfonso prometió que a España no la iba a reconocer ni la madre que la parió. A eso se ha dedicado Pedro Sánchez en los últimos cinco años y casi lo consigue. Pero España y los españoles somos contradictorios. Llevamos los españolitos varios siglos intentando cargarnos a España y felizmente no lo hemos conseguido. Lo del ‘Quinquenio sanchista’ ha sido duro, muy duro. Hay que pasar página, pero buscando lo que en el siglo XIX fue un período de tranquilidad, ‘la década moderada’ (de 1844 a 1854), tras lo que vendrían años convulsos, las guerras carlistas, la expulsión de la reina Isabel II, la Primera República y su pérfido cantonalismo…

Felipe González. Fotografía: Blaues Sofa. (Fuente: Wikimedia).

Nos merecemos una nueva era de reflexión, de entendimiento frente a la confrontación. Evidentemente deberíamos enterrar definitivamente la Guerra Civil y el franquismo. La Constitución del 78 lo hizo. Pero Zapatero se volvió loco y se puso a remover el odio con su Ley de Memoria Histórica, absolutamente innecesaria para reivindicar todos los derechos de las víctimas de la contienda, algo totalmente justo, pero que nada tiene que ver con el recuerdo machacón del franquismo como medio de reavivar el odio entre españoles, algo absurdo y contraproducente. Para más inri, el discípulo aventajado de ZP, Pedro Sánchez, se ha permitido empeorar la ley para convertirle en ¡’Memoria Democrática’! en confabulación con Bildu, un partido de exterroristas y amigos homenajeadores de terroristas. Bien está que buscara votos debajo de las piedras, pero no de quienes fueron terroristas y son amigos de terroristas etarras que asesinaron a cientos de españoles inocentes, entre ellos a doce dirigentes socialistas, uno, Ernest Lluch, exministro de Zapatero, hace unos cuantos años.

Una vez más es oportuno recordar un famoso discurso de Ortega y Gasset (miembro del grupo ‘Intelectuales por la República’) denunciando que las Cortes Constituyentes estaban haciendo, en los primeros meses tras el 14 de abril de 1931, un texto constitucional para media España. Le dieron la razón, muy tarde, Alcalá-Zamora, Manuel Azaña y otros republicanos cuando la guerra era inevitable o cuando la estaban perdiendo. Con razón, historiadores diversos coinciden en que la guerra no la ganó Franco, sino que la perdieron los republicanos y especialmente el Frente Popular.

No queremos más guerras ni batallas ideológicas inútiles y hasta nocivas. No queremos vencedores y vencidos de elecciones, sino gobernantes sensatos y responsables, comprometidos con la verdad de este país, de todos los españoles. De izquierdas o de derechas, pero todos españoles dispuestos a trabajar, cada uno en su sitio, para bien de todos.

Se han cometido importantes errores en los últimos cinco años. Haya ganado quien haya ganado las elecciones, los errores hay que sanarlos. Es de sabios y de equivocados reconocer cuando hemos hecho algo mal para subsanarlo. Leo en un evangelio que la humildad es la verdad, aunque en otro libro sagrado también leo que la verdad nos hará libres. Y san Agustín escribió que ‘en el interior del hombre habita la verdad’. Cada día hay menos gente que piensa y más que actúa sin pensar, lo que está siendo fatal para el conjunto de la humanidad. Tiempos de confusión: confundimos a intelectuales y sabios con falsos ‘culturetas’ que hablan de libertad cuando lo que de verdad apoyan es el libertinaje absurdo, cutre e indignante por indigno, porque va contra la dignidad del hombre y de la mujer, la dignidad humana, que no es no femenina ni masculina, sino de la naturaleza humana: mujer-hombre.

Encuentro de Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo en la Moncloa. Fotografía: Moncloa (Fuente: Wikimedia).

Europa vive también momentos convulsos, como todo el planeta, en el que junto a valores evidentes, como el de la solidaridad internacional, se confunde con guerras y movimientos de emigración compulsivos que crean problemas, más que soluciones. A nivel europeo somos incapaces de hacer una política conjunta sobre migraciones. Es muy grave lo que sucede y será más grave si no hay una política correcta sobre migraciones.

Y también falta lógica política a nivel interno de la UE. No se entiende que haya una resolución del Parlamento Europeo contra el comunismo y nazismo, como regímenes criminales y genocidas, y que se permita que España tenga y haya tenido el único Gobierno de la UE con comunistas en el Gobierno. No es de recibo. Y tampoco entenderemos los españoles de bien, demócratas hasta la médula, que haya una Justicia europea que se ría de la Justicia española y tengamos a un prófugo independentista, como el golpista Puigdemont, riéndose de España y de los españoles con una ‘chulería europeista’ de la peor calaña. Esto no es justicia, aunque se proclame europea: esto es infamia que no hace europeísmo sino que promueve antieuropeísmo. Creo en Europa; defiendo la Unión Europea porque veo más pros que contras, pero lo de la ‘injusticia europea’ clama al cielo. Se dirá “es que las normas jurídicas de la UE…” Las normas, cuando tienen fallos, se cambian y lo de Puigdemont clama al cielo. Alguien dirá: “Es que los ataques del Gobierno de Sánchez a la Justicia y a los jueces españoles…” no ayudan precisamente. Por supuesto, pero, aún así, lo de Puigdemont clama al cielo, repito.

Y como creo en Europa, creo en la OTAN. Estamos en Europa y estamos en el mundo. Los europeos, alejados de posiciones dictatoriales, tenemos que tener unos amigos que nos protejan y a quienes proteger. No estamos solos. La soledad es muy mala y no sólo para los ancianos. España es una nación con siglos de historia y tiene que promover alianzas para ser respetada y hacerse respetar.

Estas son verdades como puños, nos gobiernen partidos de derechas o de izquierdas, pero españoles, españoles de España.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

8 Comments

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  • Querido Ramon
    Te felicito por este artículo tan acertado y clarividente
    No más guerras ideológicas, todos juntos para construir un país próspero y en paz .
    Un abrazo

    • Pero mis palabras (recuerda, Pilar, la parábola del sembrador) no caerán en tierra fértil y no fructificarán. Los políticos de estos tiempos, sobre todo los de izquierdas, se han instalado en una dinámica amoral tal que sorprende cómo ha calado en el pueblo que vota borreguilmente porque le suben la pensión o porque le dan subvenciones. Yolanda Díaz ha prometido nada menos que veinte mil euros a jóvenes cuando cumplan 20 años. Ya les daban 400 cuando cumplían los 18, edad para votar. Compran votos con el dinero público. Es inmoral y no los llevamos a los tribunales… Triste España, a la que le esperan otros cuatro años de miseria moral, de aborto, de eutanasia, de jóvencitas con 16 años que se cambiarán de sexo simplemente porque se ‘sienten’ varones y de varones que se autoconvertirán legalmente en mujeres porque así ‘se sienten’ en algún momento, no porque científicamente sean lo que no son. Y el mismo pueblo vota a Sánchez que se alía con comunistas, filoetarras y separatistas vascos y catalanes. La gente lo sabe y la gente (nuestra gente, sí nuestra) los vota. Es muy triste lo que hay y lo que nos espera. Un abrazo luminoso y alegre en un día muy triste.

  • Lo que dices está muy bien: Europa es la salvación de España. Pero en política nacional no funciona la lógica, ni las encuestas, ni existen la utopía. Lo hemos visto ayer en la elecciones generales, de prontos los catalanes se han hecho sanchistas y le lanzan un salvavidas de 19 diputados, y desequilibran la balanza de su puerta que estaba abierta, solo empujar.

    • Los separatistas catalanes, como los vascos, van a la suya. Y Sánchez, a perpetuarse en la Moncloa traicionando a España y a millones de españoles, sobre todo a los asesinados por ETA, entre ellos a doce dirigentes socialistas, entre ellos un exministro de Zapatero, Ernest Lluch. Y los grandes traidores, ZP y Sánchez, llaman a Otegui hombre de paz. Pero Sánchez no trata de aliarse con el PP que ha ganado las elecciones, formando un Gobierno sólido de salvación en momentos difíciles. No. Está enloquecido. Quiere su ‘juguete de presidente’ y nada más que eso, aunque tenga que humillarse y humillar a España ante comunistas, filoetarras y separatistas catalanes y vascos. Triste, muy triste, para España. Este necio, soberbio y traidor, no reconocerá que ha perdido las elecciones y que las ha ganado Feijoo. Podría conformarse con ser vicepresidente, pero no, quiere seguir de presidente aliándose con el diablo. Terminará en el infierno y que tenga cuidado Lucifer no le quite la presidencia. Un abrazo.