¿Por qué vuelvo a hablar de Sánchez otra semana habiendo tantos otros asuntos sobre los que opinar compartiendo ideas con los lectores? Me pueden mi consciente, mi subconsciente y todos los ‘scientes’ habidos y por haber ante la magnitud de la ignominia que se quiere cometer desde el Gobierno en funciones contra España y contra todos los españoles, incluidos los votantes del PSOE, de los que las encuestas dicen que mayoritariamente, muy mayoritariamente, están contra la amnistía para los separatistas del procès, en especial, para los fugados de la Justicia con el miserable Puigdemont a la cabeza.
Muchos españoles están a la espera de una ley que permita a los jueces echar a los okupas de sus pisos al día siguiente de producirse la usurpación. En cuanto tardan unos meses o unos años, al llegar a lo que fue una vivienda se encuentran con que la cocina está destrozada; los baños inservibles; los muebles hechos unos zorros y en las macetas del balcón plantas de marihuana. Si no fuera por los votos de comunistas, separatistas y proetarras, Pedro Sánchez, no seguiría viviendo en el palacio más famoso del país. Con otra ley electoral, menos tramposa que la actual, Sánchez, que perdió las elecciones del 23J, jamás sería investido presidente.
Si se consuma el disparate jurídico de la amnistía para los protagonistas del procès, independientemente de los recursos ante la Justicia española y, si es preciso, ante el Tribunal de Justicia Europeo, se habrá producido el mayor fraude contra la ley de leyes, la Constitución. Todos los grandes juristas de España, entre ellos el que fuera fiscal general del Estado, que fue y es militante socialista (lo proclama orgulloso él mismo), Eligio Hernández, proclaman rotundamente que la amnistía es contraria a la Constitución, porque si la Carta Magna desecha los indultos, con más fuerza rechaza la amnistía, algo que ya hicieron los padres de la Constitución. Y si se quiere camuflar la amnistía con otros nombre, “eso sería fraude de ley”.
Lo mismo sostiene la gran experta en Derecho Constitucional, la catalana Teresa Freixes: “Una ley de amnistía supone dejar impune el golpismo y pretender que sus actos no fueron delito… No cabe ningún tipo de encaje de una hipotética amnistía en nuestro ordenamiento jurídico”.
Frente a la ‘catetez’ de la inmensa mayoría de los ministros de Sánchez, observen el currículum de Teresa Freixes: doctora en Derecho y catedrática de Derecho Constitucional; catedrática Jean Monnet ad personam; académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores; seis sexenios de investigación reconocidos oficialmente por el Ministerio de Educación español; experta de la Comisión Europea y participante en la elaboración del Tratado de Amsterdam y de la Carta de Derechos Fundamentales, la Constitución Europea y el Tratado de Lisboa. Otros avales de la doctora Freixes: exdirectora del Natural Focal Point de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y del Instituto Europeo para la Igualdad de Género: Medalla Narcís Monturiol por su contribución al desarrollo científico de Cataluña; Primer Premio Nacional Muñoz Terrero a los valores democráticos y constitucionales; participante en los Paneles de Expertos de la Conferencia sobre el futuro de Europa (2021); Premio Otto de Habsburgo a los valores europeos; miembro del Group of Academic Contact of de Convention for the Future of Europe representando a las redes académicas de reflexión sobre el futuro de Europa (2021); presidenta del Grupo Giulano Amato y del consejo editorial de una decena de publicaciones jurídicas, entre ellas las del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de España.
Otros muchos expertos constitucionalistas se han manifestado contra la amnistía, pero Pedro Sánchez, su escudero Bolaños y otros indocumentados fieles al presidente andan buscando juristas de medio pelo, más politizados que Patxi López y tan inútiles como él, para que ‘se inventen’ algún viso de legalidad de la amnistía camuflándola con otro nombre. Pero ya lo dicen Eligio Hernández, Teresa Freixes y otros prestigiosos juristas: la amnistía, aunque se le cambie el nombre, es anticonstitucional y no tiene encaje en el ordenamiento jurídico.
Posdata
Violadores y violadores. La sequía y otras calamidades naturales, como las granizadas, han acabado con las cosechas de trigo, cebada, aceitunas, legumbres, verduras, frutas y otros productos del sufrido campo nacional y lo estamos pagando y lo pagaremos todos al hacer la compra. Pero nuestros males no se acaban ahí. No hay más que malas noticias. La delincuencia aumenta por todas partes: más maltratadores y maltratadoras que nunca; más delincuencia juvenil que nunca, con al agravante de que las violaciones y abusos sexuales de chicas y chicos (totalmente corrompidos por el acceso de niñ@s y adolescentes a la pornografía) se producen a más tierna edad de forma imparable. Más violencia machista. Hasta un cura, entre melillense y malagueño, acusado de violador; un anormal más en la cadena de depredadores machistas. Y por si fueran pocos los violadores de sexo y de todas las leyes habidas y por haber (creo que estamos en un momento de inmoralidad y amoralidad como no la hubo ni en la peor corrupción de Roma o el imperio romano), ahora nos toca sufrir a los descerebrados políticos que nos desgobiernan y que quieren saltarse la Constitución. La quieren violar con el asentimiento, cómplice (¿solamente cómplice?), de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, que aguanta que le llamen ‘cobarde’ por ofender al Congreso de los Diputados utilizando a un diputado raso (ni siquiera sería cabo en un regimiento militar) para no hablar en la sesión de investidura.
Si aprueba la amnistía, aunque sea con una marca blanca, en un intento vano para ocultarla, se convertirá en un vulgar okupa del más famoso palacio de la nación, eso sí con la mayoría social de comunistas, separatistas y proetarras. ¿Qué es peor, violar a un ser humano —hombre o mujer— o violar la ley de leyes? Ustedes, atendiendo a la voz de su conciencia, dictaminen lo que proceda. Yo siento (me gustaría poder decir lo contrario para un presidente de mi país) tener que proclamar que Pedro es culpable; que, además de mentiroso, tragaldabas y traidor, es un cobarde. Y añado que todos los españoles de buena voluntad, deberíamos, humanamente unos y humanamente y cristianamente otros, rezar por la conversión de alguien del que ha escrito un periodista al que estimo: “estamos ante un cobarde que es la encarnación misma del mal”. Lo tengo que disculpar, porque yo escribí, hace tiempo, en esta misma querida Hoja que hasta que apareció Sánchez creía que el único ‘padre de la mentira’ era Satanás. Nos ha salido un padrastro. ¡A rezar! Que Dios escribe derecho con renglones torcidos.
Adenda
Homenaje al beato alicantino Francisco Castelló, el pasado jueves, día 28, coincidiendo con la fecha de su festividad eclesiástica, en la Basílica de Santa María, cerca de la cual nació, en la calle Viriato. En ese templo fue bautizado el 1 de junio de 1914, unos días después de nacer. Con ocho años, huérfano de padre, tuvo que emigrar a Lérida con su madre, maestra de escuela, y con sus dos hermanas. Estudió con los Maristas primero y luego con los Jesuitas. Titulado ingeniero químico, trabajaba la casa CROS. Ingresó en 1934 en la Federación Cristiana de Jóvenes de Cataluña. Un tribunal popular le condenó a muerte. Era un trabajador católico. No fue fusilado por trabajador, sino por católico. Así quedó acreditado entonces y así se comprobó durante las largas y detalladas investigaciones eclesiásticas antes de ser proclamado mártir y beato por Juan Pablo II en 2001. A la pregunta de si era católico contestó: “Sí, soy católico”.
El homenaje fue organizado por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de San Pedro Apóstol. Tras inaugurarse una exposición sobre el joven beato, hubo misa solemne y un concierto protagonizado por la Coral Alacant, dirigida por el maestro Ramón Jover Amorós. Fuertes y prolongados aplausos cerraron una celebración que resultó muy emocionante y puramente religiosa. Yo estuve allí y aplaudí. Y recé por lo que rezó Castelló a las puertas de la muerte con sólo 22 años: porque se acaben las dos Españas y haya concordia y abrazo entre todos los españoles, desde Finisterre al Cabo de Gata y desde La Junquera a Algeciras. El lenguaje del amor se entiende en todos los idiomas.
Siempre se puede hacer y tener opinión y estar de acuerdo o no, pero es innegable que eres de una valentía muy grande, un abrazo
Me gustan tus palabras. Me encanta además que cada palabra signifique lo que siempre significó y no me gusta que el significado de siempre se cambie por otro. Así no hay forma de entenderse. No es cuestión de idiomas, sino de utilizar las palabras para la verdad o para la mentira. Todo idioma es maravilloso. Lo mancillan los que retuercen el significado con intereses espurios. Un abrazo.
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Enhorabuena, Don Ramón Gómez Carrión, por tu ejercicio de libertad desterrados los servilismos apesebrados e intereses espurios egoístas…
Elecciones el 14 de enero: la voz del pueblo español en las urnas y una mayoría absoluta es lo que hoy necesita España y caminar juntos hacia la igualdad económica y equidad en cotas de bienestar siendo tratados de igual modo todos los españoles sin discriminación ni prebendas por vivir en una comunidad autónoma o región que goza de regalos históricos o políticos en menoscabo injusto de otras comunidades autónomas…
Un abrazo
Pedro J Bernabeu
Absolutamente de acuerdo. Un abrazo.
[…] Los sapos que nos quieren hacer tragar son tan grandes que no hay quien los pueda engullir fuera de los ministros de Sánchez y un grupito de juristas de quinto o sexto escalón, juristas de medio pelo, absolutamente politizados, que andan buscando cómo hacer una ley de amnistía a la que le cambian el nombre por ley de la concordia y la convivencia para separatistas catalanes y vascos que no las quieren y siguen exigiendo la independencia y de paso exigen llevarse millones y millones en detrimento del resto de españoles. España no traga la última gran mentira, como no tragan los mejores juristas nacionales e internacionales, de algunos de los cuales les dí testimonio en el artículo anterior. […]