Según la encuesta “Influencia de la crisis en pymes y autónomos”, hecha pública por LEVEL UP, escuela de negocios para autónomos y pymes creada en Alicante a finales de 2012, la estrategia de bajar los precios sigue siendo la más habitual para hacer frente a los periodos de crisis. El estudio ha sido realizado entre 154 personas, el 58% de la provincia de Alicante y un 34% de la Región de Murcia, de las que el 77% cree que salir de la crisis depende exclusivamente de ellas y de sus capacidades.
La rebaja de precios es una medida habitual entre los pequeños empresarios y autónomos para subsistir. Sin embargo puede ser su sentencia de muerte a medio y largo plazo porque la merma se aplica normalmente al margen de beneficios. “Y acaban trabajando más tiempo por menos dinero, reduciendo plantilla, asumiendo deudas o pidiendo créditos que los ahogan financieramente”, explica el fundador y CEO de Level UP, Carlos Delgado.
Los datos revelan que el 48% de las pymes y autónomos admite haber bajado sus precios durante la crisis en porcentajes que llegan hasta el 50%. Un total de 62 negocios asegura que su rebaja ha sido de hasta un 30% pero otra decena lo eleva hasta el 50%. Lo más relevante es que afecta por igual a empresas recién creadas o de más antigüedad, de sectores diversos y de poblaciones muy diferentes. De hecho en el estudio participan 90 directivos de pymes, autónomos y emprendedores de 25 poblaciones alicantinas. De la capital responden 34, de Elche 16, de Elda 4 y de Benidorm, Torrevieja, Petrer y Villena 3. Murcia es la segunda provincia en número de participantes con 53 autónomos y empresarios, de los que 20 son de Yecla, 13 de Murcia capital, 7 de Lorca, y 4 de Cartagena, hasta un total de 10 poblaciones. En menor medida participan otros empresarios de Granada, Madrid, Barcelona, Valencia o Albacete ya que la recogida de datos se ha hecho presencialmente y online.
Soluciones
El estudio también pregunta por las soluciones buscadas a la caída del consumo y por el futuro y es alentador, en contra de lo esperado. El 85% de los encuestados dice que ha actuado, independientemente de que haya bajado precios o no. Estos cambios han afectado en el 26,7 % de los casos a una sola área, siendo la mayoritaria “Cambios en los productos y servicios ofertados” ya que suele ser donde se pone el foco en un primer momento. El 73,3% restante dice haber acometido modificaciones en dos, tres y hasta cuatro áreas como gestión y medición empresarial, guiones y técnicas de ventas, o reorientación estratégica.
“Da la sensación de que la atención siempre se pone en el producto o servicio que se comercializa, cuando los estudios demuestran que no es en sí mismo lo que determina el éxito de una empresa”, afirma Carlos Delgado. Y añade que hay muchos ejemplos empresariales que con un producto o servicio de menor calidad que otro, tienen más éxito. “Y esto ocurre porque el negocio es en sí mismo el que genera resultados no solo el producto, entendiendo por el negocio la forma de vender, la correcta elección del cliente, elementos de gestión de equipo, etcétera”.
Un futuro esperanzador
La segunda parte del estudio aborda las expectativas de futuro y quizá aporta uno de los datos más sorprendentes ya que el 81% considera que los últimos años les han servido para mejorar. Así de los 154 encuestados, 125 encuentran consecuencias positivas (118 una sola) pero otros varias. Y solo 12 encuestados dicen que no perciben nada positivo en lo vivido.
Haber tenido que mejorar sus capacidades empresariales ha sido la consecuecia, única o múltiple, más elegida con un total de 65 selecciones. Le sigue en número haberse hecho más fuerte mental y emocionalmente (53 selecciones); o haber reorientado su negocio (elegida en 41 ocasiones).
Para Carlos Delgado, “esta visión positiva de los acontecimientos sorprende al ser contraria al pesimismo y abatimiento general”. Consideran que este período ha servido “para potenciar algunas partes de su negocio y de sí mismos, lo que según la perspectiva de los encuestados, este período no ha sido solo una crisis, sino una gran oportunidad de cambio, que muchos sí han aprovechado”.
La encuesta no podía dejar pasar la oportunidad de preguntar por el motivo principal que impide crecer a pymes y autónomos. Y de nuevo la respuesta mayoritaria – sola o unida a otras causas- vuelve a ser coincidente para 112 de los 154 encuestados que consideran que la falta de capacidades empresariales es el principal freno a su crecimiento. El bloque “saturación del mercado, competencia desleal y guerra de precios”, a la que suelen entrar para competir, es la segunda causa más barajada.
Y como conclusión que reafirma los datos anteriores, el 77% cree que mejorar depende de ellos mismos, de su capacitación y estrategia, restando confianza a medidas de terceros tan importantes como la mejora económica del país, del sector, la reducción de impuestos, o facilidades para contratar y ajustar plantilla.
“Ponen muy por encima sus propias capacidades a la evolución económica del país (casi 4 veces por encima)”, explica el fundador de Level UP. “El efecto del período de crisis, por tanto, puede ser significativo y positivo en el tejido empresarial español en base a estos datos, ya que creará una generación de líderes más formados y más capaces de generar negocio en cualquier circunstancia”.
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