Laia Esteve i Armero es una joven de 11 años, natural de Monóvar, apasionada por la lectura y la escritura, entre otras muchas aficiones, como la música, los idiomas y el deporte. Este viernes, 15 de noviembre, presentará su segundo cuento en las instalaciones de la Sociedad Cultural Casino de Monóvar, acompañada por la presidenta de la institución, María Ángeles Padilla; de la prologuista del cuento y profesora, Ester Limorti, y de Victoria Deltell, presidenta de la Asociación de las Amas de Casa de Monóvar.
Laia es una niña curiosa e inquieta desde siempre que siente una especial atracción por el Periodismo y, fruto de ello, lleva más de cuatro años al frente de un pódcast llamado “La Veu dels Menuts”, en La Teua Ràdio, hace entrevistas y elabora alguna que otra noticia de información local. En 2020 publicó su primer cuento: El Monstre de l’Era Alta, que fue galardonado ese mismo año con el primer premio de su categoría en el Concurs de Relats Radiofònics de La Teua Ràdio, y tuvo un gran éxito, a pesar de publicarlo en octubre, entre restricciones y mascarillas.
En 2021 terminó el cuento que ahora por fin presenta, pero no había tenido oportunidad de darle forma, ilustrarlo y maquetarlo, materias de las que se ha encargado quien estas líneas escribe, casualmente también su madre 🙂 aunque en este momento y para Hoja del Lunes ejerza únicamente de entrevistadora.
Èlia Armero.- Laia, ¿cómo se te ocurrió seguir con la historia de Júpiter, el monstruo que vive en la Era Alta de Monóvar?
Laia Esteve.- He querido seguir dando vida a Júpiter, después del primer cuento, porque me parece muy importante que la gente valore a las personas por su interior y no por su físico y el monstruo es un buen ejemplo para los niños y niñas en este aspecto.
E.A.- Te gusta ambientar tus cuentos en zonas concretas, muy conocidas, de tu pueblo, Monóvar, ¿verdad? ¿Por qué?
L.E.- Sí, porque es fundamental que las nuevas generaciones sepamos apreciar y valorar el patrimonio cultural y natural de nuestros pueblos. Así, acompañando a la historia y las aventuras de los protagonistas, damos a conocer zonas, monumentos, parajes naturales…, de Monóvar.
E.A.- ¿Es difícil imaginarse a los protagonistas? ¿Cómo es el proceso de ilustración?
L.E.- Para mí no fue difícil. Tenía muy claro cómo tenía que ser todo. Mi hermana, mi madre y yo dibujamos y pintamos prácticamente cada día. Nos gusta mucho el aspecto artístico de la vida. Así, mi madre, que pinta desde hace muchos años, me propuso ilustrar el cuento, porque cuando lo escribí vimos que había quedado muy bonito y con una moraleja relevante. Como en ese momento yo tenía 7 u 8 años, ella se encargó de las ilustraciones y de la maquetación.
Fue proponiéndome versiones distintas de Júpiter y del resto de protagonistas y yo lo supervisé todo, absolutamente todo. De hecho, al final elegimos las características del monstruo, los colores, el tamaño… todo, según mis indicaciones.
E.A.- ¿Qué te parece presentar otro cuento en tu ciudad natal? ¿Hay mucha expectación?
L.E.- Poder presentar mi segundo cuento en Monóvar es especial para mí. Un sueño. Nunca olvidaré la presentación del primero, fue muy emotiva, y ahora, con el segundo, años después, vuelvo a revivir ese sentimiento de emoción, ilusión y entusiasmo. Además, estaré acompañada por unas personas magníficas que no dudaron ni un instante estar conmigo en este momento tan importante para mí y para mi familia. La verdad es que sí que ha causado expectación porque es extraño que una niña presente un cuento y, más todavía, si es el segundo. Gracias a La Veu dels Menuts me conoce mucha gente, además soy una persona que participa mucho en la vida social y cultural del pueblo. Por eso, la presentación del cuento está ocasionando mucho interés.
E.A.- Además, esta es una fecha destacada en tu ciudad…
L.E.- Sí. En noviembre se celebra la Fira de Santa Caterina. Noviembre es un mes muy especial en Monóvar, el más cultural, con muchas actividades y presentaciones de libros. Y el último domingo de mes se celebra la Fira del Llibre en la Plaça de la Sala, con centenares de estands donde la literatura es la protagonista.
E.A.- Laia, ¿desde cuándo escribes?
L.E.- Pues desde siempre. Desde muy pequeña, porque es una afición que me encanta y es una de las cosas que más me gusta hacer en mi tiempo libre. Disfruto mucho escribiendo. He ganado algunos premios literarios como el Sambori, el Premi de Narrativa Breu de la Fira, en Monóvar; varias ediciones del Concurs de Relats Radiofònics de La Teua Ràdio… y he participado en una Antología de Cuentos y Relatos, Cuentos y relatos…, para rato, con una decena de mujeres monoveras, entre las que estaba también mi madre. Imagino historias de muy variadas temáticas y, aunque ahora veo lo que escribía de pequeñita y me parece infantil, la verdad es que me hace gracia comprobar cuánto tiempo llevo disfrutando de la escritura, y de la lectura, claro.
E.A.- ¿Qué le dirías a los niños y jóvenes en relación a la literatura?
L.E.- Pues que lean para disfrutar, porque los libros están para eso. Para poder viajar a lugares lejanos, exóticos, remotos, de otras culturas, religiones…, sin tener que moverte de tu sillón. Y, además, también, me gustaría decirles que el hecho de escribir nos ayuda a ser más creativos, a sacar de dentro muchos de nuestros sentimientos e ideas, lo cual es positivo para todas las personas, de todas las edades, da igual la calidad del texto. Lo importante es probar.
Muy interesante. La Hoja del Lunes se enriquece a la vez que lo hace Monóvar con esta Laia convertida en ‘pequeña filósofa azoriniana’ a la sombra de su madre.