La teoría de cuerdas postula que el universo es un holograma grande y complejo. Es decir, la realidad física en ciertos espacios tridimensionales puede reducirse matemáticamente a proyecciones 2D sobre una superficie.
No sé si me entenderías si dijera que la sociedad alicantina debe ser algo parecido a esta teoría, que es la teoría astrofísica de moda.
El otro día en un sarao empresarial de los habituales tuve esta visión: somos siempre los mismos y nos retroalimentamos. Un benidormí me lo explicó: «en Benidorm el dinero viene de fuera y nosotros lo invertimos dentro, no tenemos que relacionarnos, ni siquiera llevarnos bien, con los colegas o autoridades o demás población, el dinero nos llega de fuera. Alicante es diferente (no es un eslogan) porque el dinero y los recursos circulan entre nosotros», me dijo. Que como yo tengo una empresa de comunicación, o lo que antes se llamaba una agencia de publicidad, a mí me compran los que les intereso como cliente, y yo les compro lo que me interesa que venden ellos. Es decir, yo le compro un coche y él hace la publicidad conmigo.
No es exactamente así pero no me negarán que siempre somos los mismos que saludamos a los mismos, vamos a los mismos eventos y, aunque estemos en nuestra salsa, tenemos la sensación de que estamos un poco solos, sobre todo si se da (que se da) la casualidad de que en un momento dado no estés saludando a nadie. Esto hace que cada vez más se vean grupos de asistentes a eventos, verdaderas pandillas para ir acompañados y parecer más influyentes, también grupos sectoriales unidos en alguna de las múltiples asociaciones que se prodigan por la city. Luego, haciendo amigos, saben que cada uno tiene sus filias y sus fobias y en estos eventos has de saludar a tirios y troyanos igual que en un besamanos interminable y repetitivo.
Es verdad que se ha alcanzado un grado de calidad en los eventos que es digno de mención, algunos rasgos originales que denotan la experiencia que alcanzamos en el reino del canapé. Pero es también cierto que muchas veces olvidamos el objetivo, el marketing de las cosas, en pos de la espectacularidad, cuando no del culto, al presunto líder que paga la fiesta. Creo que la pandemia nos dejó agonizantes de vernos y eso detiene la rueda y no puede ser, hemos tomado carrerilla para ponernos al día, preguntar cómo le va al amigo y sobre todo al «enemigo», para que unos y otros nos mientan y quedemos para la siguiente.
Lo bueno es que luego los cronistas nos cuentan una fiesta en la que estuvimos y pasaron cosas de las que no nos enteramos y que fueron aprovechadas por la cosa pública para hablar de otros temas; cada uno habla de su libro.
No quiero terminar sin decir que hay muchas de estas reuniones que son imprescindibles e interesantes, muchas de ellas sirven y mucho, creo que tanto la organización como el fondo son muy interesantes y útiles para el desarrollo de una ciudad y destaco que muchos de los cronistas de estos saraos nos muestran una visión curiosa e interesante de los mismos. Por ejemplo, las crónicas de nuestra magnífica y nunca bien ponderada presidenta de la APPA que, sin molestar a nadie, es capaz de contarnos lo que ha pasado como si estuviéramos allí, o los encuentros empresariales de REM, con Sandra y Fran acercando empresas y proyectos y algunos congresos que han sido memorables y muy complejos. En los últimos años quiero destacar el Alicante Technology Forum, organizado por el ayuntamiento de Alicante y donde colaboramos y envejecimos para que todo saliera perfecto para las 10 000 personas que pasaron por allí.
En fin, tenemos que conseguir que con la tecnología, con la atracción de inversiones y con ese tipo de iniciativas tengamos algo de entrada externa y no dependamos tanto de nuestro círculo, porque si te descuidas te quedas fuera a la mínima. Igual que yo escribiendo estas cosas, espero que no. Siempre me quedará pensar en esa teoría de cuerdas que viene a decir que lo que vemos más claro, aunque complejo, en realidad es más sencillo y por eso se nos hace incomprensible. Aunque les aseguro que no entiendo ni papa de astrofísica, como es evidente. Haciendo amigos.
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