Se nos ha ocurrido hacer los viernes un cinefórum con nuestros hijos (ya mayores, 24, 22 y 20) porque nos preguntaron qué películas pensamos que deberían ver. Salió esta lista de PELÍCULAS INCREÍBLES para LOS PAPÁS:
- 12 hombres sin piedad
- El bueno, el feo y el malo
- Cinema paradiso
- La naranja mecánica
- La ventana insdiscreta
- ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú
- Casablanca
- La vida de los otros
- Amélie
- Amadeus
- Amor a quemarropa
- La zona muerta
- Lawrence de Arabia
- Con la muerte en los talones
- Reservoir dogs…
Hay más, pero las han visto, éstas no. El Padrino 1 y 2 la vieron interrumpida por mis comentarios varias veces. “Algún día, y ese día puede que no llegue, acudiré a ti y tendrás que servirme. Pero hasta entonces, amigo, acepta mi ayuda en recuerdo de la boda de mi hija”, “Le haré una oferta que no podrá rechazar”, etc.
Para empezar vimos La naranja mecánica, la película, no la selección holandesa de fútbol de los 70. Filme difícil y duro y de 1971 y que hay que interpretar correctamente, como dijo el autor de la novela en la que se inspira, Anthony Burgess, “si sé cómo se iba a interpretar no la escribo”. Y es que es muy complicado hablar de la violencia gratuita, de la estupidez humana y de la propaganda y manipulación institucional, todo junto.
Pero eso de hablar un rato en familia no tiene precio y no hay que perder ninguna oportunidad de hacerlo. La verdad es que ellos están tan en su mundo como nosotros en el nuestro y hay que buscar coincidencias y aprender de ellos todo lo que podamos. Lo recomiendo de verdad. A poco que te pones a hablar de algo en profundidad te das cuenta de lo poco que dedicamos a la cultura y a pensar.
Siempre digo que hay que ponerse alarmas en el móvil para tener un ratito en el que pensar. No hay tiempo nunca, pero hay lugares donde se puede pensar incluso disimulando; una iglesia vacía, una biblioteca, una librería que tenga sillas, o esperando que te atiendan (en este caso puedes además escribir una tesis doctoral).
Si trasmitimos que piensen, que analicen y compartan, sabrán más y les podrán engañar menos, no como le pasó al capullo de Alex (Malcolm McDowell) con el método Ludovico y el ministro populista en La naranja mecánica.
Haciendo amigos.
Los viernes, cinefórum. Vuestra iniciativa me encanta. Un saludo cordial.
está bien la idea, además trae recuerdos, un abrazo