Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Envejecimiento saludable

La investigación gerontológica en Alicante: dos ejemplos ilustres

Izda: Jaime Miquel Calatayud. Fotografía cedida por la familia (Fuente: Asogeromed). Dcha.: María Blasco Marhuenda. Fotografía de Cristina Cifuentes (Fuente: Wikimedia).

No suele ser nuestra provincia objeto de interés en los medios por su contribución a la ciencia, ni se nombra demasiado a científicos de nuestra tierra. Ignoro las razones, pero pienso que es nuestra obligación como alicantinos poner en valor a algunos científicos como el crevillentino Francisco Más Magro que, por sus estudios sobre la leucemia, fue candidato al premio Nobel en 1953, o a los sajeños Alberto Sols, pionero de la bioquímica en España y el biólogo celular Francisco José Iborra, cuyas investigaciones punteras para cronificar el cáncer y convertirlo en tratable son de interés universal. Qué decir de Francis Mojica, el ilicitano que lidera la investigación básica sobre el CRISPR, que cristalizó en la aplicación tecnológica de la edición genética por la que recibieron el Nobel de Química 2020 Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, decisión controvertida por la minusvaloración que se suele dar a la investigación básica a la hora de adjudicar estos premios. Además de estas figuras, está más que fundamentado destacar que nuestra tierra es lugar de grandes científicos que trabajan en nuestras universidades formando grupos en diversos campos de la ciencia, e Institutos como el de Neurociencias (CSIC-UMH), que es referencia internacional en investigación neurológica y sus derivadas.

Sería muy prolijo nombrar a todos estos investigadores y dada la extensión del relato, que no ha de exceder lo razonable, como componente de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo, permítanme que sesgue la mirada hacia la investigación gerontológica. Esta investigación trata de conocer y comprender un proceso tan complejo como es el envejecimiento; para este objetivo se emiten teorías que tratan de desentrañar, mediante la aplicación del método científico, los entresijos de este proceso universal. A partir de estas teorías, y una vez contrastadas, el objetivo final no puede ser otro que aplicarlas a mejorar la calidad de vida de las personas que envejecen.

Para recalcar aún más la evidencia de que Alicante es tierra de investigadores, nos vamos a ceñir a dos ilustres alicantinos cuyas investigaciones, en el primer caso, fueron referencia internacional y siguen en el candelero años después. En el segundo, también con reconocimiento universal, está de máxima actualidad por las perspectivas que abre a un nuevo paradigma del envejecimiento. Estos científicos son Jaime Miquel Calatayud, natural de Agres, ya fallecido, y María Blasco Marhuenda, de la partida de Verdegás de San Vicente del Raspeig.

Jaime Miquel Calatayud en la NASA. Fotografía cedida por la familia (Fuente: Asogeromed).

Jaime Miquel Calatayud fue un gerontólogo excepcional, que después de realizar sus estudios en España, se trasladó a Estados Unidos, donde, durante muchos años fue jefe de la División de Patología Experimental de la NASA. Su magnífica labor fue reconocida, por ejemplo, nombrándole uno de los asesores ad hoc en la White House on Aging de 1981, siendo presidente de Estados Unidos Ronald Reagan. Recibió, entre otros muchos galardones, el Premio Kosmos Achievement, por su contribución al primer estudio sobre el envejecimiento realizado en el espacio en 1978, y que tuvo una segunda parte que se desarrolló en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante en 1991.

Miquel elaboró una teoría que ligaba el envejecimiento a la oxidación de estructuras celulares por moléculas denominadas radicales libres, que fue y sigue siendo reconocida en el mundo científico: “envejecemos porque nos oxidamos”. Para un científico, ser el autor de una teoría reconocida por los mejores investigadores de su época, es entrar en el Olimpo de la investigación. Tuvimos la enorme fortuna de que por añoranza de su tierra, en plenas facultades, se trasladara a Denia y fuera captado por la Universidad de Alicante (UA) en su pionera Facultad de Medicina; tras la segregación de esta Facultad, se mantuvo en la UA, concretamente en la Facultad de Ciencias. En esta estancia en ambas facultades formó a un nutrido grupo de jóvenes interesados en el envejecimiento, que pudieron ser testigos del reconocimiento a su trayectoria tanto en España como en Europa. Jaime Miquel fue presidente de la Primera Comisión Asesora sobre Envejecimiento del Fondo de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social (FISS) en 1987, y obtuvo el reconocimiento europeo cuando fue nombrado representante oficial español en el Comité de Científicos Biomédicos de la European Space Agency (ESA) para el desarrollo de la estación espacial Columbus (proyecto USA-Europa) en París entre 1986 y 1991, así como socio de honor de la International Society for Free Radical Research en 1996, entre otros cargos de gran significación.

La Asociación Gerontológica del Mediterráneo (AGM) en la que se encuentran algunos de aquellos jóvenes, ya no tan jóvenes, pero con ilusiones renovadas, es obra de Jaime Miquel y, por supuesto, una de sus razones de ser es honrar y continuar su legado; de hecho el 14 de septiembre de 2023, organiza junto a la Universidad Permanente de la Universidad de Alicante (UPUA) y el Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas (IUIT) el II Simposio internacional sobre Turismo, Mayores y Salud, continuación del primero cuya alma mater fue Miquel, en el que en su primer bloque se homenajea al que es Presidente de Honor perpetuo de AGM.

Jaime Miquel Calatayud en la Universidad de Alicante. Fotografía cedida por la familia (Fuente: Asogeromed).

María Blasco Marhuenda, otra alicantina ilustre, es directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y sus investigaciones sobre cáncer y envejecimiento adquieren por su rigor y calidad una dimensión universal. Sus trabajos sobre los telómeros (secuencias repetidas de ADN presentes en los dos extremos de los cromosomas), han demostrado que el envejecimiento normal se acompaña de desgaste de estos telómeros en los mamíferos, dándose el hecho de que su disfunción patológica acelera el envejecimiento en ratones y seres humanos. Así, los ratones con telómeros acortados o alargados exhiben disminución o aumento de la duración de vida, respectivamente, aspecto documentado en múltiples trabajos.

A partir de estos hallazgos, Blasco evidenció que el envejecimiento puede ser revertido por la activación de una sustancia llamada telomerasa. En particular, el envejecimiento prematuro de ratones deficientes en telomerasa puede revertirse cuando la telomerasa se reactiva genéticamente en estos ratones envejecidos. La estimulación experimental de la telomerasa puede retrasar el envejecimiento en ratones, haciéndoles vivir un 40 % más tiempo en condiciones saludables. A falta de más evidencias, el hecho de poder revertir el envejecimiento puede constituir un cambio de paradigma, ya que el envejecimiento siempre ha sido considerado inexorable e irreversible. Con estas investigaciones, Blasco abre una puerta hacia la  mejora de la calidad de los años vividos, ya que si se cuidan los telómeros se alargará la expectativa de vida con buena salud.

María Blasco recogiendo en Madrid los Premios a la Investigación 2015, junto a la también premiada Ana María Moreno Salvador y la por entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, entre otros. Fotografía de Cristina Cifuentes (Fuente: Wikimedia).

He utilizado repetidas veces la palabra reconocimiento, ya que conocer y reconocer por parte de la ciudadanía alicantina el talento y el trabajo de personas como el Dr. Jaime Miquel Calatayud  y la Dra. María Blasco Marhuenda, investigadores alicantinos de primer nivel en el campo de la gerontología, es reconocerse a sí misma como observadora atenta de acontecimientos como el envejecimiento de la sociedad y, estando informada de su impacto, ser capaz de reconocer el papel de agentes activos en la promoción de acciones formativas e investigadoras de entidades netamente alicantinas  como AGM y UPUA, cuyo objetivo es conseguir a través del cuidado de la salud biológica, psicológica y social  la preservación del tesoro de experiencia y sabiduría que constituyen las denominadas “personas mayores”. Una sociedad alicantina informada de este acervo científico de su tierra, puede ser capaz de decir: ¿quién dijo que Alicante no es tierra de científicos destacados?

Alfonso Soler Gomis
Presidente de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo

Asociación Gerontológica del Mediterráneo

La Asociación Gerontológica del Mediterráneo (AGM) fue creada en 1989 y está formada por un equipo de profesionales de diferentes ámbitos con el objetivo común de impulsar iniciativas enfocadas a un envejecimiento positivo, activo y saludable.
La AGM trabaja por una sociedad inclusiva y amiga de las personas mayores y los valores que acompañan su andadura son el desarrollo, implicación, colaboración y apoyo en áreas estratégicas como: envejecimiento positivo, envejecimiento activo y saludable, calidad de vida y envejecimiento, nutrición y dieta mediterránea en el envejecimiento, factores protectores para un envejecimiento saludable, salud y envejecimiento, formación y aprendizaje a lo largo de todo el ciclo vital, estrategias ante el deterioro cognitivo y la patología neurodegenerativa y las nuevas tecnologías orientadas a un envejecimiento de calidad.
La página web de la AGM es: https://asogeromed.es/ y el correo para solicitar información: info@asogeromed.es.

1 Comment

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  • Excelente artículo al que solo quiero poner una corrección: Verdegás es, desde hace ya muchísimos años, una partida de Alicante, aunque antes lo fue de San Vicente. La pregunta retórica final me gusta especialmente: ¿Quién dijo que Alicante no es tierra de científicos destacados?