La igualdad en la Universidad

¿Sabéis que en nuestro país las mujeres superan a los hombres, en la Universidad, con un 55,7 %? Una realidad que no siempre se cumple en todas las titulaciones, ya que en algunas ramas como las ciencias, las ingenierías o las matemáticas, su presencia es menor. Así, en las ciencias de la salud encontramos porcentajes del 70,2 %, en las artes y las humanidades, un 63,6 % y en la ciencias sociales y jurídicas, un 59,2 %. Las puntas de esta situación las tenemos en el grado en Educación Infantil (95,6 %), Enfermería (84,9 %), Trabajo Social (80,2 %), Psicología (77,2 %) y Farmacia (72,9 %). Unos datos que aporta el Ministerio de Universidades correspondiente al curso 2020-2021 pero que siguen la tendencia de décadas anteriores.

Pero todo no fue fácil para conseguir esta realidad. La presencia de mujeres entre el estudiantado comenzó a finales del siglo XIX. Así, en la Universidad Central de Madrid se permitió su matriculación en el 1872 como alumnas libres, un hecho que les permitía asistir a clases, pero sin derecho a obtener un título. En el caso de la Universitat de València, no fue hasta 1910 que se les permitió matricularse y tres años después en la de Barcelona. Consiguieron ser alumnas oficiales, pero tenían restringido el acceso a la biblioteca y se les impedía asistir a algunas clases, sobre todo las relacionadas con las ciencias y la tecnología. Tendría que llegar la década de los años 20 para que se regularizara su situación y pudieran obtener libremente un título universitario. Así, la Ley de Reforma Universitaria de 1928 estableció la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en la educación superior que permitió su incorporación progresiva en los diferentes tipos de estudios.

Esta realidad ha ido condicionando la evolución de nuestras universidades. Las diferencias entre los distintos grados y la voluntad de favorecer su incorporación promovieron diferentes iniciativas o normativas en cada institución. Así, para asegurar la igualdad de estas instituciones, tanto a nivel de alumnado como del resto de trabajadores, sean personal docente e investigador como administrativo o técnico, se han ido desarrollando distintos planes de igualdad en las últimas décadas. En el caso de la Universidad de Alicante (UA), el I Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (2010-2012) (PIUA) se aprobó el 26 de enero de 2010 bajo el mandato de Ignacio Jiménez Raneda. Tras sus logros, en el mandato de Manuel Palomar Sanz, se impulsó un segundo PIUA (2014-2016) y un tercer PIUA (2018-2020), que consolidó las tendencias al alza de la presencia de los colectivos universitarios, con un repunte del profesorado a tiempo completo que eran mujeres. El IV PIUA (2022-2025), aprobado ya con la primera rectora de la UA, Ampara Navarro, se marcó como objetivo garantizar la eliminación de cualquier forma de discriminación, favorecer la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, incorporar la perspectiva de género en todos los procesos de organización y gestión, como también promover la igualdad de oportunidades en la carrera investigadora. Todo un reto para el equipo rectoral actual que será analizado al final de este plan.

En este marco organizativo hay que destacar el Premio Igualdad que desde 2013 organiza la UA a partir de la propuesta de la entonces directora de la Unidad de Igualdad, la profesora M. José Rodríguez Jaume, que se convirtió en la punta de lanza de las diversas iniciativas desarrolladas para la igualdad de género en nuestra institución a partir del II y III PIUA. Así, han recibido el galardón por su trayectoria en la promoción de la igualdad de género en anteriores convocatorias, desde el Centro de Estudios de la Mujer de la UA; el equipo de Fútbol Sala Femenino de la UA; la profesora de la Universidad del País Vasco Marta Macho; la empresa Aguas Municipalizadas de Alicante; la catedrática de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josefa Yzuel; el profesor de la Universidad de Granada, Miguel Lorente; la catedrática emérita de la Universidad Miguel Hernández, Rosa Ballester; la que fue presidenta del Consejo de Estado, M. Teresa Fernández de la Vega; la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas o la responsable de la Unidad de Valoración Forense Integral de Violencia de Alicante, Mar Pastor.

En esta ocasión, la UA ha ofrecido un doble galardón, a título individual, a la teniente coronel Silvia Gil Cerdá, que ostenta la mayor graduación a la que han llegado las mujeres dentro de la Guardia Civil que, como jefa del cuerpo en Teruel ha impulsado el I Plan de Igualdad y de la guía de lenguaje no sexista de la Guardia Civil; y al colectivo Red Past Women, compuesto por más de 30 investigadoras de 15 universidades y centros de investigación y museos nacionales e internacionales que abordan sus investigaciones desde una perspectiva feminista y de género. Un justo reconocimiento que ofrece nuestra universidad a unas trayectorias ejemplares que pueden servir de ejemplo en la consecución de nuestra dedicación docente e investigadora.