Después de muchos tira y afloja se ha publicado el informe PISA 2018 que diagnostica un estancamiento en el sistema educativo español, como mínimo. El promedio español en matemáticas baja cinco puntos y el de ciencias diez. Una cuarta parte de los jóvenes de 15 años está en mínimos. El 50% de los adolescentes está “en riesgo” por su falta de competencia en matemáticas. Y eso que la “comprensión lectora” no se ha incluido en el informe de 2018 porque la OCDE detectó anomalías en las encuestas y pruebas. La brecha que separa la educación entre las comunidades autónomas del Norte y del Sur se amplía. En el aspecto positivo el Informe señala que el nivel de satisfacción vital de los estudiantes está diez puntos por encima de la media mundial; y solo un 4% se encuentra triste siempre o casi siempre, con su vida. Es alta la satisfacción vital, así como el sentimiento de pertenencia a la escuela. Estas son algunas de las conclusiones del Informe sobre el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), presentado la semana pasada por el secretario general de la OCDE, Ángel Gurria. España en lugar de mejorar ha empeorado.
Entre 2009 y 2017 la inversión pública en educación se redujo a la mitad según un informe de la Fundación BBVA-Ivie, la tasa de variación anual media de la inversión pública en educación entre 2009 y 2015 en la Comunidad Valenciana fue del -19,8 solo superada por Asturias. Eso ha supuesto que en algunas de las comunidades autónomas no se conseguía ni cubrir la depreciación de las infraestructuras educativas.
… la mejora de la enseñanza pasa necesariamente por centrarse en los docentes: prestigiando la labor de los maestros, estabilizando su situación profesional y dándoles continuidad en los centros.
Antonio Balibrea
Por mi experiencia, y es sólo una opinión, la clave de la educación es el maestro. Todos recordamos alguno o algunos buenos maestros que hemos tenido. En la mayoría de los casos han tenido una influencia muy notable en nuestra aplicación estudiantil, en nuestra vocación posterior, y en nuestro decantamiento profesional. Por eso, creo que la clave en la mejora educativa es el maestro. Es grave el deterioro de las infraestructuras educativas, y la reducción de inversiones, pero es mucho más grave que casi la mitad de los profesionales docentes, tanto en primaria como en enseñanzas medias, sean trabajadores eventuales. Personal interino que anualmente se ve obligado a cambiar de centro escolar, lo que acarrea un deterioro de la calidad en cada uno de los centros, limita las posibilidades de planificar el curso escolar, de la participación y planificación de los departamentos y de los profesores. Aunque pueda suponer un ahorro en el presupuesto de personal para los responsables de la educación pública; el carácter eventual limita las posibilidades de formación permanente del profesorado, y se responsabilizan menos de la marcha escolar de los alumnos, los maestros así no son una profesión prestigiada, más bien se considera que trabajan poco. En la educación superior la posibilidad de que profesionales de prestigio se incorporen a la docencia aportando su experiencia como asociados, apenas existe más allá del papel. En la práctica los asociados se convierten en los antiguos profesores no numerarios (PNN), dependientes totalmente del catedrático o jefe de departamento, sometidos a él a veces hasta extremos serviles y sin posibilidad de suponer una competencia a los saberes del catedrático. El sistema actual tal y como se aplica termina en departamentos y facultades endogámicas. Además, rara vez suponen una continuidad profesional como debieran de los titulares de las enseñanzas medias.
En mi opinión, la mejora de la enseñanza pasa necesariamente por centrarse en los docentes: prestigiando la labor de los maestros, estabilizando su situación profesional y dándoles continuidad en los centros. Hay que dar continuidad entre las enseñanzas primaria, medias y entre éstas y la superior. Las universidades y centros superiores de enseñanza tienen que tener más facilidad para captar talento profesional y experiencia modificando, -o aplicando, como la ley preveía, pero no se hace- el sistema de acceso de asociados. La clave es el docente.
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