Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

La cantante Zahara, la Virgen y un cartel en Toledo

Fotografía: Rudy and Peter Skitterians (Pixabay).

Todos tenemos derecho a opinar sobre arte, música y libertad de expresión, incluso acerca de la religión, pero con respeto.

Nada nuevo bajo el sol. Otra vez nos hemos metido a discutir sobre la libertad de expresión y la censura. Y todo, ahora, porque el promotor de un concierto de Zahara en Toledo, actuación que tendrá lugar el próximo día 3 de septiembre, lanzó un cartel con la cantante disfrazada de Virgen María, con niño, corona y banda azul sobre la que iba grabada la palabra ‘puta’. Esta palabra da nombre al último disco de esta intérprete que triunfa en una gira nacional que lleva el eslogan ‘PutaGira’. Tiene una explicación la palabreja. La ha dado la propia cantante: cuando tenía doce años sufrió un ataque machista. La insultaron reiteradamente llamándola puta, lo que la traumatizó.

Superada con los años la herida, ella hace disco y gira agrandando su leyenda y condenando el machismo. Todo normal, menos la polémica que se ha levantado por el cartel con el que anuncia su concierto en Toledo. En la ciudad imperial, a numerosas personas les parecía irrespetuoso el cartel. Hacerse la Virgen con niño forma parte del derecho a la libertad de expresión y a ella se acogen la cantante y todos sus amigos y amigas cantantes y muchos políticos. Pero el promotor creyó conveniente retirar el cartel de las calles y aseguran que el Ayuntamiento también lo ha quitado de su página web. No hay necesidad de molestar a los católicos toledanos.

Como es costumbre, los políticos se han lanzado al ruedo para defender o atacar el ya famoso cartel que une a Toledo con Zahara. Ellos no buscan más que votos. Este no es un asunto político sino politizado. Es un tema social y cultural. La cantante dice que ella defiende “el arte, la música y la libertad de expresión”. ¿Y quién va a defender lo contrario? Todos defendemos esas tres cosas. Lo que ocurre es que, a veces, algunos artistas (no solo los cantantes) eligen textos o fotos y otras formas de expresión que pueden herir sensibilidades. Ha habido actores, como Toledo, blasfemando; raperos, como Hasél, ensalzando el terrorismo, gente que se refugia en la libertad de expresión para caer en la grosería o incluso en delitos tipificados en el Código Penal, lo que evidentemente no puede tener un paraguas en la socorrida libertad de expresión.

Todos tenemos derecho a opinar sobre arte, música y libertad de expresión, incluso acerca de la religión, pero con respeto. De la libertad de expresión puedo hablar con conocimiento de causa porque llevo ejerciendo de periodista (titulado, además de vocacional) durante casi sesenta años. Me gusta la gente valiente, la que va contra corriente y es enemiga de lo políticamente correcto. Pero no podemos caer en la confusión de conceptos. La libertad de expresión es consustancial a la democracia, esencial para la convivencia. Para mejor convivir nos damos unas leyes y para ello tenemos también una cultura y unos comportamientos éticos, entre los que está el respeto a los demás.

Volviendo al cartel de Toledo, yo no me rasgo las vestiduras farisaicamente. No veo motivo para pedir la cabeza de nadie y menos para montar un escándalo político. Pero en nombre de la libertad de expresión sí puedo opinar sobre el cartel y sostener que el promotor del concierto hizo bien en retirarlo. Todos nos equivocamos. Errar es humano y también lo es rectificar; es más, el dicho popular añade que rectificar es de sabios. Aconsejaría a Zahara (los consejos son gratuitos) que no entre en el juego político-antirreligioso de nadie. Vivimos momentos de una secularización y pimpampum contra la Iglesia Católica que no tiene justificación alguna. Y el ya famoso cartel de Toledo puede englobarse en lo que llamaríamos incongruencia antirreligiosa como forma de promoción artístico-musical. Hablo de incongruencia, no de ataque. Se utiliza a la Virgen para promocionar un concierto. Eso es evidente y eso es un error.

Finalizo: no es correcto, no es elegante, no es artístico, ni musical recurrir a la libertad de expresión para justificar un error. Los errores no se justifican, sino que se reconocen y se rectifican. Eso es lo que pienso, querida Zahara, a la vez que te deseo todo el éxito del mundo en tu actual ‘PutaGira’ y en el futuro. Con todo el corazón. La Virgen del Sagrario, patrona de Toledo, seguro que también quiere para ti lo mejor. Ahora y siempre. No lo dudes jamás.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

3 Comments

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  • Querido Ramon: magnifico artículo de opinión
    Estoy totalmente de acuerdo contigo. Con los talibanes no hay nada que decir ni hacer. Hay que recuperar la posición internacional. Un abrazo Julio Calvet

  • Libertad siempre, admirado Ramón Gómez Carrión, y totalmente de acuerdo con tu defensa de la ética de los medios empleados prevaleciendo sobre intereses comerciales o mercantilistas… En la trinchera de la información diaria (1987-2007) como profesional en activo, defendí que todo se puede contar, absolutamente todo, hasta incluso en ocasiones el ‘off the record’ cómplice y astutamente cosechado por profesionales con oficio, pero guiado por el fin sagrado de compartir, «dependiendo del cuando y el cómo»…, todo cuanto pueda acercarte a la credibilidad que te otorga la verdad… El mencionado cartel era una mentira mercantilista, acertadamente borrada con su retirada… ¡Viva la creatividad, valentía (respeto) y atrevimiento innovador!
    PD: Esta mañana, después de disfrutar con mi saxo tenor y luego media hora mis dedos acariciando el piano, escribiré una ‘puta’, perdón, mejor bella y alegre poesía…

  • Libertad siempre, admirado Ramón Gómez Carrión, y totalmente de acuerdo con tu defensa de la ética de los medios empleados prevaleciendo sobre intereses comerciales o mercantilistas… En la trinchera de la información diaria (1987-2007) como profesional en activo, defendí que todo se puede contar, absolutamente todo, hasta incluso en ocasiones el ‘off the record’ cómplice y astutamente cosechado por profesionales con oficio, pero guiado por el fin sagrado de compartir, «dependiendo del cuándo y del cómo»…, todo cuanto pueda acercarte a la credibilidad que te otorga la verdad… El mencionado cartel era una mentira mercantilista, acertadamente borrada con su retirada… ¡Viva la creatividad, valentía (respeto) y atrevimiento innovador!
    PD: Esta mañana, después de disfrutar con mi saxo tenor y luego media hora mis dedos acariciando el piano, escribiré una ‘puta’, perdón, mejor bella y alegre poesía…