Una enigmática destinataria llamada A recibe periódicamente postales desde un lugar llamado la Albufereta. No es otro que el barrio alicantino nacido al amparo del desarrollismo de los 60 y cuya historia relata en clave epistolar el periodista Martín Sanz en el libro “La gran olvidada. Postales desde la Albufereta”.
Se trata de la sexta publicación de Sanz sobre lugares y personajes del Alicante reciente, y en esta ocasión hace un particular homenaje a uno de sus barrios más singulares: la Albufereta. Nacida en los años 60 como proyecto de urbe moderna con obras de singular arquitectura de la mano de Guardiola, García Solera o Muñoz Llorens, entre otros, conoce su mayor esplendor en los 70 como destino VIP, y vive deprisa la “movida” alicantina de los 80, mostrando su lado más decadente a finales de esta década y principios de los 90.
Medio siglo de vida que Martín Sanz reconstruye a lo largo de las 70 páginas del libro, donde ofrece la estampa más íntima y desconocida de este barrio singular que nació alejado y separado del centro por una montaña carcomida. Con el mar como límite, sus aún hoy modernas construcciones desafían impávidas las leyes de la naturaleza y son testigos mudos de las idas y venidas de los que las habitan.
“La gran olvidada” está dedicado al escritor Francisco G. Seijó, del que Sanz reivindica su obra centrada en describir la historia e idiosincrasia de Alicante. “Era de justicia, aportó mucho a Alicante”, sentencia el autor, y la portada del libro es una fotografía de David Sardaña, autor junto al diseñador Íñigo Lanz del proyecto “Racionalismo levantino”, centrado en reivindicar el patrimonio arquitectónico de la Albufereta.
¿Por qué “La gran olvidada”?
Sanz explica: “Es un título en cierto modo reivindicativo. La Albufereta es un barrio hecho a sí mismo que tras años de esplendor, cayó en el olvido por parte de las instituciones y no debería ser así. Hoy día tres de sus construcciones han sido catalogadas y reconocidas a nivel internacional por su arquitectura moderna y otra está nominada. Algo de valor tienen que tener”.
Edificios y personas configuran el alma de la Albufereta que Sanz escanea por boca de vecinos, apelando a sus memorias. Así conocemos cómo el barrio nace de la mano del promotor Carlos Pradel, bajo el beneplácito del entonces alcalde Agantágelo Soler, y sus edificios empiezan a proliferar y tomar vida como segunda residencia de ilicitanos, eldenses e industriales de la Vega Baja que, junto con pied-noirs franceses y algunos americanos, configuran la idiosincrasia de este nuevo y cosmopolita barrio. Personajes de punto y aparte acaparan páginas del libro, como el pintor Pancho Cossío, vecino ilustre que Sanz destaca y cuya memoria recupera.
Tras días de vino y rosas, con producciones cinematográficas incluidas, llega una época de decadencia y olvido de la que Sanz no pasa de largo. Sus calles son noticia de la crónica negra alicantina, cuyos casos expone en clave titular y comenta con periodistas testigos de la época.
De esta forma, las páginas del libro se tiñen de anécdotas que Sanz recoge apoyado por instantáneas de diferentes épocas extraídas de hemerotecas y álbumes familiares. Cedidas por vecinos, las fotografías muestran la historia del barrio con testigos de excepción como Casa Filo, baluarte de los restaurantes de antaño, cuyos fogones y morteros disfrutaron los famosos de la época -Al Bano y Romina Power, Carmen Sevilla, Aurora Redondo…-, de los que Martín Sanz da cuenta.
“La gran olvidada. Postales desde la Albufereta” se presenta el viernes 29 a las 20:00h en la sede de la Asociación de Vecinos Playa Blanca, en la calle Colonia Romana, 27. Se pondrán a la venta los 200 ejemplares de la edición, cuyos fondos irán a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer.
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