Kase.O (Javier Ibarra) ha vuelto al ejercicio… y a Alicante. El rapero zaragozano tenía previsto realizar el concierto en el Muelle 12 el pasado viernes 22 de julio, pero la alerta amarilla por lluvias aplazó el concierto. Las energías, esas por las que tanto prodiga Javier Ibarra, le jugaron una mala pasada. Solo cinco minutos después de cancelar la actuación por la situación climatológica dejó de llover. El cielo se abrió, pero ya era demasiado tarde. El concierto se había aplazado una semana. Kase.O regresó el pasado viernes como la palmera que se dobla pero aguanta el huracán y, aunque chispeó durante el concierto, esta vez nadie paraba el show del gordo que la pisa bien. Casi dos horas de velada en la que el público disfrutó de los temas y las reivindicaciones del rapero del barrio de la Jota.
A las 21:00 estaba previsto que Kase.O saltara al escenario acompañado de la banda Jazz Magnetism, el grupo de jazz con el que sacó un disco hace más de 10 años y con el que ha retomado su gira para estos conciertos pandémicos de mascarillas y asientos. Una hora antes del concierto, los alrededores del puerto comenzaron a sonar a rap, a jazz, a funk… a Violadores del verso. Alicantinos de diferentes generaciones se reunieron para escuchar al rapero más influyente del panorama español. Un emblema del hip hop nacional que llega a jóvenes y no tan jóvenes. Raperos old school de camiseta ancha, baggys y gorra; millenials de primer lustro de los noventa con Adidas y vaqueros apretados o chándal; raperos de camiseta de baloncesto y sudadera; jóvenes de ropa más llamativa de estilo similar al trap y las nuevas tendencias… Todos reunidos con un solo lema, el que siempre han prodigado Kase.O, Lírico, Hate (Sho-Hai) y R de Rumba: “Rap solo”.
El reloj tocó la campana a en punto, pero Kase.O, conocedor de los escenarios, se hizo esperar y no apareció hasta que todo el público estuvo en sus asientos. Sobre las 21:10, los magnéticos comenzaron a tocar y, mientras el respetable comenzaba a vitorear a los músicos, Kase.O apareció con uno de sus grandes gritos de guerra: “El micro y yo, historias de un amor loco”.

Kase.O recordó que su primera gira con Jazz Magnetism la empezó en Alicante, por lo que era una cita muy importante para él, tanto por la anécdota como por la historia del rap que acompaña a la ciudad de la Costa Blanca. Llegó para “expresar la alegría” y comenzó con una canción que, en los tiempos que corren, se ha convertido en una reivindicación: “Libertad”.

El rapero sacó su arsenal de canciones, tanto del Círculo como del disco junto a Jazz Magnetism y a la media hora de concierto, se echó a un lado. Recordó a algunos ilustres raperos alicantinos como Nach o Cres y reveló que tenía una sorpresa preparada: Jaloner. El mc natural de Cartagena, pero miembro de la escena alicantina, saltó al escenario para interpretar uno de sus temas en solitario. Un gesto que habla por sí solo.

Escandaloso Expósito, saxofonista de Jazz Magnetism y mc, también tuvo su espacio. El rapero, vestido con un atuendo bastante llamativo, dejó el saxofón para interpretar un tema propio.
El concierto llegó a su summum cuando Kase.O homenajeó a Jota Mayúscula (fallecido en 2020) y comenzó a cantar “No hay alcohol”. El público, a cuentagotas, comenzó a levantarse de su asiento. El éxtasis estalló con “Mazas y catapultas”. Nadie pudo resistirse a bailar, hicieron caso a esa voz que dice “déjate llevar”. Cabe destacar que, pese a que se levantaran de sus asientos, el público tuvo un comportamiento responsable y siempre mantuvo las distancias de seguridad.

Kase.O (Foto: Miguel A. Sánchez)
Kase.O había conseguido aquello que buscaba. Las energías fluían entre el público, los magnéticos y él. Un todo que respiraba rap a las orillas del Mediterráneo. Las canciones pasaron a ser secundarias. El rapero, feliz sobre el escenario, comenzó a hablar con el público e intercambiar opiniones. Afirmó no soportar el machismo del reguetón y que, pese a sus letras, “son unos eyaculadores precoces; no aguantan un perreo”.

Consumida la hora y media de concierto, con el amago de salida y el bis exigido por el respetable, el jabato comenzó a cantar “cuanto más amor das, mejor estás”, que combinó con canciones como “Ringui Dingui”, “Tiranosaurius Rex” o “Renacimiento”. El público entró en un delirio místico, fluyendo sobre las bases de jazz y la voz de Kase.O, que convirtió el directo en un vaivén de emociones, risa y charanga.
Al final del concierto, Javat, maestro del psicoanálisis, dejó su repertorio a un lado y cantó con toda Alicante “Suavemente, bésame, que quiero sentir tus labios besándome otra vez”, mientras repetía una y otra vez aquello de “cuanto más amor das, mejor estás” y pedía un aplauso para todos los trabajadores que hay detrás del espectáculo.

Pasadas las once en punto, Kase.O anunció el final del concierto. Salió del escenario bailando la conga junto a sus músicos. Las nubes comenzaron a llorar por el fin del concierto, pero la lluvia solo fue un elemento más de la felicidad generada. Kase.O repartió su arte, consiguió llevar a Alicante de lo cotidiano a otra realidad, al estado de la incierta forma en la que habita cuando todos duermen, puedes verle. Se queda aquí para siempre.

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