Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

CANTARANEANDO CON...

Julio Trelis: «Me apasiona conocer cómo vivían nuestros antepasados»

(Fuente: CJdeC).

Nos ponemos en contacto con Julio Trelis Martí al que conocimos gracias a la intermediación de nuestro común amigo Francisco Mas-Magro que hace ya unos años nos hizo coincidir en Crevillent (su tierra natal) para que Julio nos hiciera de guía excepcional de los museos crevillentinos, lo que nos permitió recorrer la localidad siempre bien asesorados por sus explicaciones. Esta vez, Julio nos recibe en su espacioso despacho-biblioteca de la planta baja de un edificio nuevo que forma parte del gran contenedor cultural donde se alberga en Crevillent el Museo Arqueológico, la casa de la familia Mas-Magro reconvertida en casa-museo, la sala dedicada al músico Telmo Vela y una agradable pinacoteca en la buhardilla. Son tantos los espacios museísticos que coordina este arqueólogo que queremos compartirlos con los lectores de la Hoja del Lunes convencidos de la importancia de los muchos tesoros culturales que tenemos tan cerca de nosotros y que no todos los alicantinos conocen. 

Además de este espacio singular rodeado de un grato jardín, Julio Trelis también dirige el espectacular Museo Benlliure, de origen privado, que debemos a Álvaro Magro, al que recientemente se homenajeó en su pueblo natal, Crevillente, como mecenas apasionado del arte.

Julio procede de Alcoy, así que le recuerdo que mi primer destino fue el alcoyano Instituto Padre Eduardo Vitoria y enseguida me dice: «Sí, ahí también hay un pequeño museo científico». Y a continuación me enseña una foto que se ha hecho recientemente —antes de saber que vendría a hacerle esta entrevista—  en una zona cercana a Alcoy, en el mismo lugar en que se la hiciera, hace un siglo, mi abuelo, el geólogo y palentólogo Daniel Jiménez de Cisneros. Este detalle me conmueve. Le recuerdo que hay fotos similares en la sierra de Crevillent y que mi relación más reciente con Crevillent empieza cuando dos arqueólogos, Daniel Belmonte y Ana Satorre, se implican en la celebración del centenario de la publicación de los artículos de mi abuelo sobre la sierra crevillentina en 1919. Celebraciones intensas las de 2019 —con publicaciones, conferencias, cursos, exposiciones…—  que han concluido con la inserción de Daniel Jiménez de Cisneros en la historia crevillentina y en su callejero mediante una calle que se le dedicó en 2022 justo en el lugar en que iniciaba sus excursiones didáctico-científicas a la sierra.

De todo esto y de mucho más hablamos con Julio, que es de conversación fácil e ilustrativa.

Vista de la Casa del Parque con la ampliación en la parte trasera (Fuente: CJdeC).

Julio Trelis.- Fue a mediados de los 70, tenía dieciséis años y estábamos en plena Transición. Son años imposibles de borrar de mi memoria. Había un afán inmenso por conocer nuestros orígenes. Recuerdo en aquellos años mis horas en aquel pequeño habitáculo del viejo Museo Arqueológico de Alcoy, que se podría calificar como una verdadera escuela de arqueología. Allí José María Segura nos enseñaba a inventariar, dibujar, restaurar, fotografiar… En fin, fue mi primer maestro y con el tiempo hemos adquirido una verdadera amistad. Son tantos y buenos recuerdos, que podríamos pasar toda esta entrevista hablando de ellos.

JT.- Es una profesión que despierta mucha curiosidad y es tremendamente sugeridora. Pero a mí siempre me ha gustado por una parte, explicar la historia desmitificándola: nuestros antepasados eran seres humanos como nosotros, que tenían los mismos sentimientos, las mismas necesidades y las mismas contradicciones que nosotros, no había tantas diferencias entre nuestros ancestros y la sociedad actual, el ser humano no ha comenzado con nuestra generación, somos herederos de un pasado que es el que tratamos de conocer, si no sabes de dónde vienes no vas a saber a dónde vas. Por otra parte, siempre he intentado explicar los procesos históricos como un continuum, las divisiones históricas son cortes artificiales que hacemos los historiadores para entender el pasado, pero nada más.

Detalle del violín y las partituras de sus obras de Telmo Vela (Fuente: CJdeC).

JT.- Pisé el Ayuntamiento de Crevillent por primera vez el 1 de marzo de 1989. Conocía Peña Negra y el Museo Mariano Benlliure de mi época de estudiante. Por aquellos años ya había trabajado en proyectos de la Universidad de Alicante; también estuve en el Servicio de Investigación  Prehistórica de la Diputación de Valencia —una de las instituciones españolas de referencia—, en el Museo de Santa Pola… En 1986 me becaron en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante —hoy MARQ—  y de allí marché a Denia al Museo Arqueológico de esa ciudad hasta que me trasladé a Crevillent. Cuando terminas los estudios universitarios es cuando comienza la formación, una formación que podemos llamar, si se me permite la expresión, en “fuego real” y por eso no desperdicié ninguna oportunidad. Fueron de enorme ayuda los consejos de mis profesores de la Universidad de Alicante Mauro Hernández y Lorenzo Abad.

Escritorio del médico crevillentino Francisco Mas Magro (Fuente: CJdeC).

Mi cometido en Crevillent era crear el Museo Arqueológico, una vieja aspiración de los aficionados locales. Y así fue, en diciembre de 1992 se inauguraba el museo. Durante tres años ordenamos las colecciones, hicimos exposiciones, iniciamos un proyecto de excavaciones en la villa romana de la Canyada Joana, se modificó el Plan General para proteger los yacimientos arqueológicos, recuperamos el Tesorillo de Denarios de Cachapets, preparamos el proyecto de implantación museográfica en la Casa del Parque… y todo ello con escasos recursos económicos.

En 1995, me ofrecieron la posibilidad de responsabilizarme de la gestión cultural del Ayuntamiento y ello supuso en principio ordenar la colección de pintura municipal convirtiéndola en una Pinacoteca en la buhardilla de la Casa del Parque, así como llevar a cabo la inauguración, puesta en marcha y dirección de la Casa de Cultura José Candela Lledo. En el año 1998, pasé a hacerme cargo del Museo Mariano Benlliure y también tuvimos que ordenar su catálogo, averiguar la titularidad de las obras e impulsar un proyecto museográfico que se inauguró en abril de 2012. Esos casi quince años dan idea de la complejidad y dificultades que atravesamos.

En la actualidad, sigo siendo el arqueólogo municipal y el director de los museos municipales —Arqueológico y Mariano Benlliure—.

JT.- En el año 2009 se cerraban las puertas del viejo palacete de la Casa del Parque que había albergado el Museo Arqueológico desde 1992. Se tenía prevista una ampliación en la parte trasera del edificio de unos 400 m². Terminadas las obras en 2011, llegó la crisis económica y no se pudo culminar la actuación posterior que no es, ni más ni menos, que la implantación museográfica. Se hizo una implantación progresiva en la medida de las posibilidades económicas del Ayuntamiento. En breve se va a poner en marcha un proyecto museográfico que fue redactado por Ángel Rocamora y por mí en 2018, el cual pretende crear un “museo de identidad” que recoja las peculiaridades culturales de Crevillent. Para ello hemos ordenado los espacios de manera que las exposiciones que transmitan la personalidad cultural de esta ciudad se concentran en el viejo palacete de 1927, obra del arquitecto Juan Vidal Ramos, el mismo que hizo el Palacio de la Diputación de Alicante, el Hospital Provincial —actual MARQ—  o la fachada de la Casa Carbonell. Estos espacios son los dedicados al salón y comedor originales de la casa, a la capilla y el espacio que albergará el cespacho-laboratorio del doctor Mas Magro. En la buhardilla de la casa se mantendrá la Pinacoteca Municipal. Y en la ampliación de la parte posterior se va a instalar el Museo Arqueológico. Es de sumo interés la conexión de estos edificios con una casa-cueva posterior que se ha recuperado para el proyecto. Son unos 400 m² donde se expondrá una pequeña colección de etnología sobre el origen de la industria alfombrera crevillentina y unos paneles dedicados a personajes crevillentinos que han marcado el devenir histórico de esta ciudad. El total de la superficie expositiva de estos tres espacios —Palaceta de la Casa del Parque, ampliación trasera y casa cueva— será de alrededor de 1700 m² .

Comedor original de la Casa del Parque (Fuente: CJdeC).

JT.- Las actividades divulgativas y sobre todo las didácticas dirigidas a público escolar son esenciales en todo museo y éste no podía ser menos. Hay que conocer nuestro patrimonio, porque no se puede reconocer lo que no se conoce, pero tras ello hay que ponerlo al alcance de la sociedad para que lo respete, disfrute y valore en su justa medida, procurando siempre transmitir a las generaciones futuras este patrimonio, al menos, en las mismas condiciones que nos lo dejaron nuestros antepasados.

Desde este punto de vista, las visitas guiadas y teatralizadas y los talleres acercan el patrimonio a todos los crevillentinos. Es el mes de mayo con la celebración del DIM (Día Internacional de los Museos) es cuando se llevan a cabo estas actividades, con independencia de hacer estas mismas en otros meses. Para este año se ha preparado, además de las visitas guiadas, unos talleres sobre telares y otro de modelaje de escultura.

Vitrina con objetos metálicos de la exposición temporal Peña Negra: Vida y muerte (Fuente: CJdeC).

JT.- El año pasado fueron en torno a las 2000 visitas, principalmente escolares. Los años de pandemia afectaron a las visitas del museo, ahora parece que se va recuperando, pero no podemos realizar acciones en este sentido porque el museo está cerrado para acometer la reforma y la implantación museográfica que está previsto terminar en 2025.

JT.- Telmo Vela Lafuente fue un pretigioso intérpre y compositor crevillentino. Nació en esta ciudad en 1889, pero desde muy pequeño se trasladó con su familia a vivir a Valencia, aunque nunca perdió el contacto con su ciudad natal. Fueron sus estancias en ciudades como París y en Sudamérica Buenos Aires, Chile…, las que encumbraron a este violinista. Posteriormente regresó a España y fue catedrático del Conservatorio de Sevilla desde 1934. Crevillent le nombró Hijo Predilecto en 1932.

Detalle de la pinacoteca ubicada en la buhardilla de la Casa Parque (Fuente: CJdeC).

JT.- Creo que el Museo Mariano Benlliure, desde su reforma en 2012, ha tenido un salto cualitativo de enorme envergadura. Crevillent en el mundo de la cultura era conocido por este museo, pero con la nueva sociedad de la información esta institución se ha dado a conocer, sobre todo en su verdadera idiosincrasia que no es otra que poder contemplar los modelos en escayola y las obras terminadas en un mismo lugar. Esto es lo que realmente le ha dado valor. Se trata de un museo cuyos fondos tienen más de dos terceras partes de modelos de escayola que tenía el artista en su estudio de Madrid y el resto obras acabadas en mármol, bronce, madera… Hemos celebrado recientemente el 75 aniversario de su muerte con dos exposiciones temporales; y con la colaboración de la Federación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa se han realizado muchas más actividades para conmemorar tal evento. Con ello han llegado los frutos, pues en 2023 se nos concedió la Q de Calidad Turística del Ministerio de Turismo y la cadena ONDA CERO nos galardonó en octubre también del año pasado con el premio de cultura.

JT.- Pues sí. Desde 2014 la Universidad de Alicante, bajo la dirección del catedrático de Prehistoria Alberto Lorrio, está llevando a cabo un proyecto de excavaciones en Peña Negra que ha rescatado del olvido dicho yacimiento, sin duda, el más emblemático de Crevillent. Es en este proyecto donde, desde el Museo Arqueológico, estamos concentrando muchos esfuerzos en musealizar y poner en valor los restos excavados, con la idea de crear un parque cultural en la sierra crevillentina que sea motivo de uso y disfrute de todos los amantes de la naturaleza y a la vez un polo de atracción turística.

Vista del Busto de Alejandro Lerroux, presidente del Consejo de Ministros en 1934, en la Sala de Retratos del Museo Mariano Benlliure. En primer plano el modelo en escayola, detrás la obra terminada en bronce y a la izquierda un óleo de Garnelo Alda (Fuente: CJdeC).

JT.- Creo que la labor que se ha hecho en los últimos cuarenta años es considerable. Se han quedado muchas cosas en el tintero y también se han invertido muchos esfuerzos en proyectos que no verán la luz, pero todo ello ha merecido la pena. Serán las generaciones futuras las que deban seguir adelante teniendo como norte poner a Crevillent en el lugar que se merece en la cultura de nuestra región. La sociedad crevillentina es de un dinamismo extraordinario en el aspecto cultural y eso es fundamental tenerlo en cuenta a la hora de trazar proyectos culturales de iniciativa pública.

Sólo me queda agradecer al pueblo de Crevillent la oportunidad que he tenido, y sigo teniendo, de desarrollar mi trayectoria profesional en lo que realmente me apasiona que es conocer cómo vivían nuestros antepasados, al tiempo que haber posibilitado crear una familia que ha sido el pilar que ha sustentado mi vida en Crevillent.

Julio Trelis (Fuente: CJdeC).

Consuelo Jiménez de Cisneros y Baudin

Catedrática de Lengua y Literatura Española. Escritora. Presidenta de la Asociación El Cantarano.
www.elcantarano.com

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  • Interesantísima entrevista realizada por Consuelo Jiménez de Cisneros a D. Julio Trelis, arqueólogo-director de gran parte de los museos de Crevillent. La Casa del Parque contiene, además de los recuerdos familiares que lo han sido de mi niñez, los recuerdos de personajes e historias de la propia Crevillent.
    Un lugar digno de conocer.