…Cuando escribí mis palabras lo hice pensando en el abandono y la vanidad y, al mismo tiempo, que… en la soberbia, la rebeldía y la humildad y… así sin más… aquí estoy… en los escombros… seguiré y floreceré… escribí mis gotas por la DANA.
…Y así, sin más… enfermaron mis palabras… Y es que empiezo a sentir dolor, insatisfacción, rareza, desánimo, angustia, muchísima soledad y exagerado frío… Es invierno… invierno en mi jardín… Es un nuevo amanecer… un nuevo día… Llovizna y junto a mi café y la llama muy encendida de mi vela nube… candy spring… sparkling fruit drops y su aroma… ¡¡¡suspiro!!!… Me enamora, me endulza, me abriga, me acaricia, me inspira… Mis palabras empiezan a fluir y entonces me veo dulcemente invadida de nubes y de margaritas amarillas y blancas y miro el cielo con tonos rosa, lavanda, violeta, lila y dorado. Y el jardín con sus verdes, naranjas, rojos, amarillos y ocres. Y me anuncia que el invierno, ¡¡¡está aquí!!! con su magia, encanto, ilusión y yo sigo aquí sintiendo ese frío y sabes perfectamente cuál es el abrigo, perfectamente imperfecto y odiado locamente…¡¡¡ risas!!!…
…Y así sin más… “entra en mi jardín” ¡¡¡Dejará de lloviznar!!! Tan sólo tienes que avisar… y lo haré con el hechizo de las plantas medicinales, el encanto de las flores, la magia de las hierbas aromáticas, el latido de las palabras y la belleza y aroma que desprenden; la achicoria, la alegría, el amor de hombre, el árbol del cielo, el árbol de Judas, el árbol de los pañuelos, el árbol del paraíso, la aristoloquia, el árnica, el mirto, el azafrán, la azucena, el bambú sagrado, la bergamota, la belladona, la bola de nieve, el boleto real, el brezo, la buganvilla, los cabellos de Venus, la calabaza, la caléndula, las capuchinas, las campanillas, el castaño de indias, la celosía, el cedro, el cerezo, el cestillo de oro, las cintas, el ciprés calvo, el ciprés falso, las ciruelas, el clavel del poeta, la cola de caballo, los corazoncitos, la corona imperial, el cosmos, la costilla de Adán, la cresta de gallo, el crisantemo, los crotones, el cuerno de alce, las dalias, el diente de león, el enebro, las escarchadas, la espinaca, la espuela del caballero, el eucalipto, la flor de flamenco, la flor de nieve, la flor de papel, las flores de pascua, la flor de porcelana, las fresas, el fresno, las fucsias, las gardenias, geranios y girasoles, las grosellas, los guisantes de olor, los helechos y hermosas, el hinojo y la hierbabuena, las hojas de papel, las hortensias, el jazmín, el palosanto, el kiwi, el laurel, la lavanda, la lechuga, el árbol de júpiter, los limoneros, las linternas y el llantén ,los lirios de los valles, la madreselva y el madroño, los magnolios, las malvas, la manzanilla y las margaritas, los manzanos, la melisa, la tila, y el toronjil, el melocotón, el tamarindo, el membrillo y el melón, la menta, los milamores y los nomeolvides, el naranjo, los narcisos, los nazarenos, la mata de ratón, los nísperos, el nogal y los mízcalos, el olivo, el orégano, el olmo, la toronja, las orquídeas, la ortiga, las palmeras, la palma de iglesia y el palo de borracho, el papiro, los paraguas, la pasionaria, las patatas, los tomates y las yucas, los pendientes de la virgen, los pensamientos y las peonías, los pepinos y las zanahorias, los arándanos, las frambuesas y las zarzamoras, las peras, las petunias, los pimientos, las piñas, los plátanos, la sandía y el maracuyá, la planta de la resurrección, la soja, los puerros, el poleo, la pulmonaria, las primaveras, el romero, la ruda, el ruibarbo, la salvia y el sauco, el sauce llorón, el sin rival, las siemprevivas, las sinforinas, las sinforosas y las sin iguales, las suegras y las nueras, los tulipanes, las uvas, las varas de san José y de oro, la valeriana, la verbena, las violetas, los suecos y eternas tuyas…
…Y así sin más… en este corazón tantísimas veces roto y desquiciado y resquebrajado y talado y deshojado y tantísimo y más… (abandonos y abandonos y abandonos, divorcios, mentiras, traiciones, acosos, despidos despiadados, engaños, falsedad, deslealtad, encuentros fugaces y fallidos, desprecios, ausencias repentinas, búsquedas que te dejan hundida y sin colores, desilusiones, palabras con promesas al viento, equivocaciones, decisiones impulsivas, caprichos en horas bajas, sembrar semillas en el asfalto… ¿¿¿sigo???) mientras tanto… preparo mi hechizo, una infusión con frutas exóticas… ciruela, tamarindo, kiwi, masmelitos con sabor a nata fresca y un toque extra de crema chantilly y de canela con polvos de estrellas estrelladas… ¡¡¡risas!!!…
…Y así sin más… soy esa huerta, ese árbol, esa planta aromática que cambia de tiesto y que tanto lo necesitaba, esa hierba medicinal, ese arbusto frutal del bosque y esa flor silvestre exótica preparada, para estar, saber estar, querer estar, decidir estar, con quién estar, dónde estar, cómo estar, por qué estar, cuándo estar, en qué lugar estar, en qué tiempo estar y cómo plantar y no sentirse plantada…
…Y así sin más… ¿¿¿airearé tu jardín??? ¿¿¿sembraré en la maleza??? ¿¿¿cambiaré de tiesto esa planta??? ¿¿¿podaré los árboles de mi terraza??? ¿¿¿regaré mi césped??? ¿¿¿en mi huerto obtendré plantas sanas que produzcan buenas cosechas??? ¿¿¿cuidaré mi seto??? ¿¿¿mimaré las flores de mi balcón??? ¿¿¿acolcharás mi suelo para conservar mi humedad y calor??? ¿¿¿mi gradeo y rastrillado estará libre de restos indeseados???… Y es que ¿¿¿quién no ha puesto alguna vez a secar una flor, una rama, una hoja entre las páginas de su libro preferido???… Y se guarda en la cajita mágica de los recuerdos, de esos instantes vividos con intensidad y la mente los mantiene vivos y ajardinados como una botica en flores, como los de esa casa abandonada y dejada y gris y triste y opaca y fría y desolada y que pasa desapercibida, desatendida, malquerida, en guerra y odio, con temores y miedos arrastrados por el paso del tiempo, despintada y desdibujada… ¡¡¡da mucha pena verla!!! Es como ese libro que además de cumplir su función de libro, refleja la vida, la historia, los momentos vividos, los recuerdos, instantes, circunstancias y hasta la personalidad de la dueña, y cuando abro mi ventana azul, pasan por mi mente historias, en páginas por escribir, de esas paredes cada vez más débiles y de esa vida que arrastró escombros y careció, a lo mejor, tal vez, quizá, no lo sé, de ¿¿¿un corazón ajardinado???
Y justo al lado, otra casa igual, pero… hermosa, ajardinada, cuidada y con palmeras muy altas… y las miro… y entonces… cuando te sientes triste, apagada, fracasada, dolida, herida, desolada y con frío… acaso ellas bajan la mirada y se agachan mirando al suelo y metiendo sus ramas a los bolsillos y preguntándose ¿¿¿quién piensa en ellas y quién les ha robado la ilusión por dolor???… Y entonces… ¡¡¡suspiro!!!… Corre aire fresco y ellas juegan con el viento, en invierno; y con buganvillas de colores, en verano; y con limoneros amarillos, casi todo el año; y con el cantar de los pájaros, cada amanecer y cada atardecer; y con la suave caricia del sol radiante; y que me sorprende hasta mi ventana para darme los ¡¡¡buenos días!!! con mi café…
Y entonces… y sólo entonces… esa preciosa casa, abandonada… y sostengo lo de…¡¡¡preciosa!!!… y es que… Por algún motivo, su corazón y su alma envejeció, se arrugó, se marchitó… y entonces, imagino que, si pudiese entrar, ¡¡¡sólo por un momento!!!, y si permitiese que entrara, al menos, ¡¡¡a rozar su corazón!!! y a empezar a regar, de a poco a más, con su propia llovizna, su alma, y a ¡¡¡encender los fogones de su cocina!!! y erradicar la maleza, podar la nostalgia, cortar de raíz la tontería y sembrar con fuerza la disciplina, la perseverancia, la felicidad, el juego, la pasión, la locura, la risa, la ternura, la vida y el AMOR… llegaría esa página escrita con infinitos besos de libro y despertaría de ese sueño tan profundo… viéndose anestesiada, encorsetada, en esa maceta diminuta, sin raíces, aplastada, devastada por la erosión del tiempo, deshojada, debilitada y titiritando de frio… ¡¡¡susurrando!!!…
…Y así sin más…¡¡¡entra en mi jardín!!! dejará de lloviznar… ¡¡¡tan sólo tienes que avisar!!!… Somos cada uno, cada tipo de planta, con nuestras características, deseos, gustos, atractivos, ubicación al sol o a la sombra, preferencias en materia de suelo o terreno, riego, poda… hojas, flores, frutos y colores en infinidad de gamas…los abonados, nutrientes de liberación lenta, delicados y preparados de la Naturaleza, para que las raíces estén fuertes, resistentes, esponjosas, duraderas y la tierra rica, exquisita, apetecible, jugosa, con infinitos sabores, magia, encanto y belleza… y su ramificación infinita con las condiciones y motivos y maneras de encontrar la mejor situación para su crecimiento, reproducción, transformación y evolución… y mientras tanto, seremos… todos y cada uno…árboles, arbustos, coníferas, trepadoras, frutales, hortícolas, medicinales, rizomas, suculentas, perennes, plantas de interior, de exterior, de jardín, céspedes, vegetales de la huerta, tropicales, exóticas, salvajes, rosales… y entre estación y estación, floreceremos y nos deshojaremos y caerán gotitas de miedo, realizando el trabajo de siega y expulsión de la hierba del cortacésped y horrorosas tempestades de poda y refrescantes vientos, con matices cromáticos de preciosas alegrías, petunias, geranios y románticas margaritas, que aportarán un clima y un paisaje de intensa calma y dulce esperanza… Y tal vez sea ese instante el que sea necesario para sanar y sentir ese delicado, exquisito y único, ¡¡¡buqué, con flores pastel y esencia, y ese postre preferido, libre de pecado, con lluvia de estrellas del Universo!!!…
… Y así sin más… juntos y unidos y abiertos y por separado y libres y autónomos, en el jardín de las palabras, como el acanto con sus largas espigas que producen flores blancas en verano y con sus espinas débiles y sus hojas de innegable atractivo y de inspiración en edificaciones de siglos y siglos, en frisos y capiteles corintios de columnas, como los de esa casa preciosa y abandonada. Y me transporta a ese lugar del siglo XVIII, de suelos fértiles, ricos, que retiene la humedad, en verano, que está suficientemente drenado, como esos besos jugosos que te dejan buen sabor de boca, y te dejan en las nubes, con llovizna, y en pleno invierno… ¡¡¡es invierno!!! y la casa de al lado, la ajardinada y cuidada… tiene acebos, que crecen muy lentamente pero seguros y brillantes y son arbustos que les encanta y mucho, el frío y los terrenos ricos de nutrientes y materia orgánica, con suficiente humedad, y los rayos solares directos, dañan sus raíces, y cada año, necesitan estiércol descompuesto… Imagino que los acebos, por el enorme surtido de coloraciones y sus diminutas flores blancas, unidas en pequeños grupos, y abrazadas al tallo, y sus vistosos frutos, son solicitados en jardines ceñidos a sus necesidades de cultivo, ¡¡¡como un traje a medida!!!, como el vestido, la alianza, y la zapatilla del cuento de hadas… Y es que, en breve, sus llamativos frutos, rojos, amarillos, anaranjados y granates, y la belleza de sus hojas, en su gran mayoría con espinas, de consistencia rígida y apariencia lustrosa, como la vida misma, decoran las ramas para Navidades, y festejan a todo trapo con rododendros, azaleas, pieris, kalmias y pernetias, y adornadas con brillos dorados, plateados, con helechos y fogones al calor de la chimenea con champán y ¡¡¡a disfrutar!!! en antojanas, porches, salones, terrazas, balcones y tanto y más, …
…Y así sin más… continúo mi viaje por mis páginas escritas y en mitad del siglo XIX, cuando los rododendros se hicieron famosos a raíz de las exploraciones botánicas en Extremo Oriente, cuando llamaron la atención por sus floraciones y comenzó su diversificación… ¡¡¡son ramilletes que te hacen suspirar!!! Y en compañía de macetas de azaleas con su viveza, follaje compacto, hojas pequeñas, ovaladas, color intenso y su gusto por las bajas temperaturas, ¡¡¡parece que brincan de felicidad!!! al escuchar las campanadas… Y mientras tanto… como frambuesas, disfruto de una copa de vino y voy a por unas ramas de pieris tintadas en matices bronceados, sus hojas de profundo tono verde y sus flores son estupendas para vestirme con color, junto a unas bayas esféricas de pernetia, que van desde el blanco puro y el morado, hasta el rosa, el rojo, el burgundy y el granate… Y acabo de salir de mi floristería, Artemisa Gloss, con todas mis macetas para mi mejor buqué, en mi mejor cena, con la mejor compañía, y con el mejor de los abrigos, “Snow White”, “White Pearl”, “Mother of Pearl”, “Pink Pearl”, “Crimsonia”, “Lilian” y “Mulberry Wine” y las caricias de un denso ramillete de kalmias que al envejecer muestran su silueta más romántica, en forma de cuenco, con su intenso tono rosa pastel y bien rodeado, del aire imponente, de valentía, arrojo y calidad poética, que desprende las hojas de laurel manchado y sus bayas de intenso color rojo y el movimiento de frondes finas de helecho “Fluffy ruffles” y hojas rizadas de “Hillii”…
Y así sin más… ¡¡¡es invierno!!!…invierno en mi jardín… y me derrito en flores, ¿¿¿y… si te quedas???…
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