Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Inteligencia para otros

Alicante desde el puerto. Fotografía de Juan J. Martínez.(Fuente: Wikimedia).

Pues no, “no hay nada para ti», Alicante. Las palabras de Anthony Corleone al enemigo pueden aplicarse a lo que viene sufriendo esta ciudad olvidada y que tiene que seguir sacando las castañas del fuego con sus manos desnudas. Lejos de quejas y análisis enrabietados me gustaría señalar lo que podemos hacer.

Creo que hay que bautizar y crear un lobby alicantino, creo que la variedad industrial y de absolutamente de todo de esta provincia debe construirse desde una base central que sirva como atracción de inversiones y como grupo de presión y representación tanto en el Cap i Casal como en Madriz o en Bruselas. La iniciativa ALIA, que conozco bien, es el germen perfecto de esta plataforma que puede unir organizaciones, colectivos e incluso partidos para comunicar lo que esta tierra quiere, necesita y merece.

A Coruña ganó por apoyo a su alcalde socialista y a que Feijóo es galego y los sabios asesores de Moncloa vieron un palo donde articular un discurso vendible en aquellas lejanas tierras para las municipales (qué linces) Alicante pone 12 diputados, A Coruña 8.

Curiosamente se elige A Coruña que está a 1031 km, más lejos de Alicante imposible, parece hecho a propósito —recuerdo que mi padre comentaba cómo el moto club Vespa Alicante hacía una actividad que era Alicante-La Coruña por ser la capital de provincia más lejana de la España peninsular—. Pero enhorabuena a los coruñeses que además lo tenían claro hace meses y nos decían: «desengáñate, tú y los alicantinos, lo tenemos cerrado» y era cierto.

Pero no hablo sólo de Alicante ciudad. Alicante de una vez debe creer en su capitalidad y unirse a Elche y a toda la provincia para poder decir que somos algo. Balearia, Carmencita, Pikolinos, Antiu Xixona, Más y Más, TM, Euromarina, Soledad, Llopis, Famosa, Valor, Bonny, Actiu, y unos cuantos más, deben estar a eso porque ellos también sufren o sufrirán esta dejadez y desprecio doliente. No esperen al Sabadell que solo utiliza su sede central en Alicante como postureo, cosa que viene demostrando día a día.

La otra opción es Alicantón, no como nombre de restaurante chino, sino como lamentable muestra de desesperación para decir que la cuarta provincia de España existe. Tal vez con 3-4 diputados podamos (con el narcisista adecuado) hacer lo que nos dé la gana, como la caterva de socios actuales, que cambian votos a lo que sea por prebendas de todo tipo. Olvidemos que la política es el arte de solucionar los problemas del pueblo y convirtámonos en pedigüeños profesionales como son, hace décadas, parte de los vascos, catalanes, compromiseros, mallorquines, y demás familia.

Qué pena y qué ascazo. Pero algo va a pasar, porque no es normal que desde todos lados nos lluevan hostias a un lugar que no se mete con nadie, que trabaja sin descanso, que paga impuestos como el primero, que ni protesta, que está creando y desarrollando por su cuenta iniciativas en tecnología e innovación constantemente . ¿O será por todo esto por lo que piensan que no necesitamos nada…? Tal vez sea cierto pero ya huele.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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