Hace menos de un año que el Eón presentó en sociedad su fundación consolidando así un proyecto deportivo prácticamente recién nacido que aspira a mucho más que el nada despreciable objetivo de volver a colocar a Alicante en el Olimpo del balonmano. La temporada pasada, su División de Honor Plata Masculina estuvo a punto de ascender a la liga Asobal y este curso ha dado guerra y mucho de qué hablar, así como el equipo femenino y el de Segunda Nacional.
Pero la verdadera perla de la casa es el Eón Hispanitas Inquietos, el equipo inclusivo, campeón en su clasificación, que no falla como espectador en cada partido y al que se le oye desde bastante distancia del Pitiu Rochel tocando la batukada y celebrando cada gol como si fuera único. Dirigidos por la maestra Josefina Rodríguez, quien probablemente es un ángel caído del cielo, y presididos por Asunción Sánchez, con amplia experiencia en el ámbito social y que toma el relevo del fundador, José Sánchez, este año se han alzado con el I Trofeo Juan Torres de la Federación Valenciana de Balonmano pero, sobre todo, con el éxito de una continuidad, de la visibilidad y de haberse convertido en una gran familia junto al resto del club.
Pilar Tebar, directora general de Patrimonio Cultural, hace entrega del I Trofeo Juan Torres al Eón Hispanitas Inquietos
Para Jaime Cremades, Ñago, presidente del club, la fundación “es una pieza clave de todo el proyecto. Nuestros eones inquietos son nuestro sueño hecho realidad de que el balonmano llegue a todos, independientemente de la edad, las circunstancias sociales, culturales, o las diferentes capacidades. De hecho, todos los que quieran compartir nuestro sueño serán bienvenidos”.
La responsable de los Inquietos es Josefina Rodríguez, maestra, puro corazón, que puede enseñar porque lo que transmite lo conserva impreso en su ADN: “todos llevamos la diferencia pegada a nuestro ser. La mejor escuela de aprendizaje de la diferencia y diversidad es verla en uno mismo, ser consciente de la propia diversidad, compartiendo las posibilidades que cada uno crea ver en sus compañeros y en sí mismo para superarse como persona en aquello que adolezca o escalar más en sus puntos fuertes”.
Para Rodríguez, la forma en que el Eón ha acogido a los Inquietos es impresionante: “Lo hace de una manera generosa, entregada, confiada, llena de cariño y con toda la ayuda para que podamos entrenar con compañeros de otros equipos. Con la intención de darnos más visibilidad, nos van haciendo sentir que somos el fan número uno del club Eón y así asistimos con nuestra batukada a diferentes partidos para dar a los jugadores nuestro apoyo. A la vez, nos van organizando partidos con grupos. Así va caminando el Eón Inquietos con un número de integrantes cada vez mayor y sin dejar ni un minuto el objetivo primero y máximo: hacer posible la inclusión desde lo que cada uno pueda aportar”.
La labor de Josefina es reconocida a diario por quienes reciben de ella su cariño y profesionalidad, pero también la sociedad alicantina es consciente de su trabajo y así se lo ha hecho saber la Hoguera Princesa Mercedes que la ha galardonado con el Premio Dona 2024 el pasado 8 de marzo
Pero el capital humano de este equipo no termina con ella, solo acaba de empezar, su capitán, Mario, es oro pulido. De su trayectoria como jugador y ahora como entrenador nos cuenta: “El balonmano ha sido fundamental en mi vida. Como estudiante, me ha hecho aprender a organizarme mejor —que con mi TDAH me costaba—, porque me motivaba y quería no perder las cosas o no llegar tarde; me ha dado espíritu de superación, así como herramientas para gestionar mejor las frustraciones. Como capitán creo que los compañeros ven en mí el esfuerzo que pongo y que he puesto, valoran que sé muchas técnicas y el desarrollo del juego, que empatizo como líder para animar a que los otros compañeros se superen. También soy humilde y reconozco los errores y eso también creo les agrada a los compañeros para elegirme como capitán. A los que menos saben, o tienen más dificultades, les paso el balón y hago que participen como puedan y con respeto a su ritmo, lo cual les gusta y les genera más admiración”.
Los Inquietos cuentan con el apadrinamiento de la empresa Hispanitas que los sigue muy de cerca y cuya línea de calzado deportivo tiene cada vez más demanda. Por su fuerte compromiso en RSC “en todas las acciones y actividades que desde Hispanitas llevamos a cabo, tanto en colaboraciones con ONG, equipos deportivos, asociaciones solidarias, etc., somos conscientes que tenemos el deber como empresa y marca de trabajar por un mundo más inclusivo, justo y equitativo”, declara Carlos Chico, director adjunto de Hispanitas.
Desde Hoja del Lunes pasamos una tarde con ellos: bromas y ejercicios como en cualquier entreno, pero abrazos y demostraciones de afecto en un número infinito. Si hay algo que les diferencia de otro grupo es precisamente ese ambiente de roce, de cariño, de alegría, de ir “sin barreras” emocionales, expuestos, demandando y dando amor constantemente. Y, sin embargo, el nivel de esfuerzo es alto, es un ejercicio constante para mejorar coordinación, habilidad, aptitud y todo, según las capacidades de cada uno.
No cabe duda que estos Inquietos seguirán dando qué hablar tanto a nivel deportivo como social. ¡Enhorabuena al Eón por este club con estos equipazos de tanta calidad humana y deportiva!
Has conseguido la excelencia. Enhorabuena. Un abrazo.
Tú sí que eres excelente, querido Ramón.
enhorabuena a todos y a ti por reflejarlo
Gracias, Pedro.