Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

Hay muchas formas de ‘cagarla’

Pedro Sánchez. Fotografía: Arne Müseler / www.arne-mueseler.com (Fuente: Wikimedia).

La palabreja ‘cagarla’ no es muy estética que digamos. No sólo es que suene mal fonéticamente hablando, sino que el escribirla hasta resulta de cierto mal gusto. Incluso podría decirse que desprende cierto tufo físico. Y cuando se utiliza para blasfemar resulta insoportable y hasta religiosamente delictiva, un grave pecado. De todos modos, es preciso reconocer que la expresión ‘la has cagado’ es absolutamente exacta e irreprochable para calificar ciertos comportamientos y determinadas actuaciones.

Hay muchas formas de ‘cagarla’. Una de ellas, a mi juicio, fue la decisión de Núñez Feijóo de no acudir al debate electoral en TVE dejando solo a Abascal frente a Sánchez y Yolanda. La extrema izquierda y la izquierda extrema encontraron vía libre a la propaganda del sanchismo contra la extrema derecha y la derecha extrema. Feijóo se dejó vapulear por una negligente y equivocada decisión. Una cagada. No menor, pero sin consecuencias contra los independentistas, será la defecación de Puigdemont sobre Pedro Sánchez ‘El Guapo’, paseante en Corte de Marruecos disfrazado de ‘gorrilla’ en plan chuleta madrileño y verbenero.

Pedro I ‘El Tragaldabas’, por más aspavientos que hagan sus ‘celestinos’ monclovitas, se comerá los sapos que haga falta para resultar investido. Cuidado que lo han insultado en el Congreso los portavoces de ERC y Bildu, pero él ha tragado con todo y seguirá tragando, de ahí lo de ‘tragaldabas’. Y sufridor de Rufián, ese rufián que también es caganer, palabra catalana que significa en español ‘defecador’. Rufián defeca sobre la cara del presidente cuando le viene en gana, como hizo, hace unos días, un turista sobre la cara de otro visitante tumbado en la playa de Palma de Mallorca. No es que se rían de él en su cara, es que defecan. Ellos defecan y él ‘la caga’.

Gabriel Rufián, 2019. Fotografía de Alejandro Navarro para eldiario.es (Fuente: Wikimedia).

Y vuelve a cagarla al presumir de haber derrotado a Feijóo, cuando la verdad es otra: ha sido derrotado, pero las leyes de este país permiten que un derrotado en las urnas pueda ser presidente apoyado por una banda de antiguos delincuentes que prometen intentarlo de nuevo, pero sin miedo a graves represalias porque antes han logrado los defecadores que Pedro I ‘El Traidor’ cambiara el Código Penal para poder ellos seguir defecando contra España y los españoles.

Aliarse con bilduetarras, antiguos etarras y amigos y homenajeadores de etarras, es ‘cagarla’ en grado sumo, pero resulta que, para Pedro I ‘El Traidor’ y sus palmeros, los antiguos terroristas y ahora amigos de etarras son gentes de paz. Con doce socialistas (entre ellos un ministro) asesinados por ETA. ¿Cabe mayor ignominia? Y los separatistas catalanes también son gente de paz. Y los sumaristas de Yoli ‘La Sumadora’, unos neocomunistas de variadas siglas y el denominador común de caganers (‘defecadores’) que pueden conducir a Pedro I ‘a cagarla’ definitivamente, sin que valgan para nada las críticas del filósofo Fernando Savater (“Sánchez no está vivo, sino mal enterrado”), ni la recomendación del escritor Abel Hernández al rey para que no proponga candidato para la investidura a quien planea gobernar con separatistas antimonárquicos y antiespañoles, es decir, anticonstitucionalistas. Si proponer para presidente a un amigo de separatistas y amigos de terroristas no es ‘cagarla’, que venga Montesquieu y lo vea. Lo digo con todo el respeto debido a la monarquía parlamentaria.

Un periodista, viejo amigo mío, ya fallecido, solía hacer la entrada en la sala de redacción del periódico con un “me cago en ‘to’ lo que se menea”, lo mismo cuando Franco estaba a punto de palmarla que cuando ya florecía la Transición. Era pan bendito, pero estaba, por sistema, en contra de todo lo establecido y generalmente corrompido o corrupto. Más o menos como ahora. Y es que al mal olor de las corruptelas varias se une la peste de la deposiciones de los caganers, arropados por el Gran Hermano, que lleva tiempo pedorreándose camino de la ‘gran cagada’, una dictadura entre fascista y comunista, como la que denunciaba George Orwell en su famosa novela 1984, ya materializada en Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Muchos pensadores hispanos (no hablo de políticos) temen que las malas compañías lleven al nuevo posible Gobierno ‘Sanchestein’ por derroteros dictatoriales travestidos de progresismo. Habríamos llegado a la gran cagada del Gran Hermano, de la que en Cuba no han podido salir en más de 60 años y los que quedan. La de Franco sólo (¡¡¡sólo!!!) duró 35.

Pedro Sánchez anuncia la convocatoria de elecciones generales el 23 de julio (Fotografía: Pool Moncloa/Diego del Monte).

Ya sé que comparar a Pedro I ‘El Guapo’, el bien trajeado y mejor peinado, con el general Franco es una ofensa imperdonable. Franco llegó a lo que llegó tras una sublevación contra la República del Frente Popular, del que dicen dos catedráticos modernos (de nuestros días, prestigiosos y prestigiados por sus investigaciones) que llegó al poder tras unas elecciones con violencia y fraude. Yo soy demócrata y me he definido, ya hace tiempo, como republicano que respeta y asume que “la forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria”, de la que Ortega y Gasset dijo, en plena República que él ayudó a traer a España, es una manera de ser tan legítima como el republicanismo (Artículo 1 de la Constitución, punto 3).

Parece, pues, evidente que quienes combaten la Constitución, antes de cambiarla por los cauces legales que la misma Carta Magna establece, están deslegitimados para formar parte del gobierno de un Estado. “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles” (Artículo 2). Ante esta evidencia, parece indiscutible que el rey no puede dar el visto bueno a un Gobierno con ministros que quieren destruir el Estado constitucional, ni dar el placer previo a un presidente salido de votos no sólo antimonárquicos, sino contra la unidad de España, aunque esto último podría ser objeto de debate.

Encuentro de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en la Moncloa. Fotografía: Moncloa (Fuente: Wikimedia).

Conste que no promuevo un Gobierno del PP. Ya hice público mi deseo de que de estas elecciones pasadas surgiera un Gobierno de coalición PSOE-PP que enterrara definitivamente la Guerra Civil y el absurdo y dañino enfrentamiento cainita entre ambas formaciones, un sinsentido en un tiempo en que la concordia y los pactos lanzarían a la nación hacia un futuro espléndido. Pueden (o deben) repartirse la presidencia por el tiempo que consideren oportuno. Lo importante es la unidad y el programa de gobierno. Únete y vencerás; divídete y serás vencido.

Posdata

Me expongo a que algunos lectores me acusen de ‘haberla cagado’ con este artículo que tendría la comprensión benévola de Quevedo; sí, de Francisco de Quevedo y Villegas, posiblemente el mejor escritor que ha dado la lengua española, según Borges, con permiso de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Pérez Galdós y Miguel Delibes, por citar sólo a cinco de los más grandes.

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

11 Comments

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  • De acuerdo con tu artículo escatológico, porque es la verdad. Feijóo erró el tiro al dejar solo a Abascal antes el socialista y la comunista. Respecto a lo que escribes «Franco llegó a lo que llegó tras una sublevación contra la República del Frente Popular». No fue exactamente así. Franco, Goded, Mola, Queijo de Llano… pertenecían ya al ejercito de la República, que lo eran desde la brutal reforma militar de Azaña de abril de 1931 (con un ejército sobre dimensionado por la guerra de África), y hubieron de jurar a la República o pasar a la reversa. La pregunta es: ¿Por qué una parte del ejército republicano (los africanistas) estaban tan descontentos desde las elecciones de febrero el 36? Qué les llevó a sublevarse contra su propio gobierno. Y que conste, que no estoy de acuerdo con la sublevación militar, debió haber abierto cauces de diálogo. Un abrazo.

    • Un abrazo, tocayo. Yo también soy partidario siempre del diálogo. ¿Sabes que algunos dirigentes del Frente Popular querían hacer ‘cabos’ a los generales del Ejército y ascender al generalato a los soldados proletarios? Hay gente que no quiere dialogar. ¿Por qué Sánchez quiere dialogar (y dialoga) con todos menos con Feijóo? ¿Lo ves normal?

  • Sería muy interesante ese gobierno de coalición entre PP y. PSOE
    Repartiéndose el tiempo para gobernar y buscando sólo la unidad y El Progreso de España
    Aunque sea una utopía , es bonito soñar
    Un abrazo

    • Cierto, Pilar… Y por mandato del pueblo el PP queda con el filtro que controla la Democracia gracias a su mayoría absoluta en el Senado… Pero sospecho que P Sánchez repite elecciones que poco le importa una, dos que ya sabes por el refranero: «No hay dos sin tres»

      • Cierto, Pilar… Y por mandato del pueblo el PP queda con el filtro que controla la Democracia gracias a su mayoría absoluta en el Senado… Pero sospecho que P Sánchez repite elecciones que poco le importa una que dos que tres elecciones pues ya sabes por el refranero de sabiduría: “No hay dos sin tres”. A esperar toca…

  • Tirso Marín resucitado con su ‘me cago en ‘to’ lo que se menea’ me alegra que lo recuerdes aquí… Amante de la Tauromaquia. Enhorabuena…
    Un abrazo, Pedro J Bernabeu

    PD: Atinados tus metafóricos caganer para Gabrielillo El Rufián y el veraz Pedro I ‘El Tragaldabas’…