Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Haciendo amigos

Hangar, Aeroclub y la buena vida universitaria

Fuente: Picatoste.

A veces mi trabajo me acerca a historias interesantes. Les transmito un extracto de lo que se sabe del aeródromo y hangar de Rabasa, hoy integrado en el campus central de nuestra querida y ahora «asediada» Universidad de Alicante. Hay que defenderla por tierra mar y… aire.

El primer avión en aterrizar en Alicante lo hizo el 29 de julio de 1911. En esa fecha, el piloto francés Gilbert posó su aeroplano en los terrenos extensos y planos de San Vicente de Raspeig. En 1919, la Sociedad de las Líneas Latécoère, una compañía francesa, seleccionó Alicante como una de las escalas para su ruta de correo aéreo que partía desde Francia. Para ello, se estableció el aeródromo de Rabasa en los terrenos donde hoy se encuentra la Universidad de Alicante, los cuales fueron arrendados por Pierre George Latécoère. Los aviones partían de Toulouse, hacían escala en Barcelona y continuaban su recorrido hacia África, con destinos regulares en Casablanca, Orán y Tánger. En 1927, la propiedad del aeródromo pasó a manos de la compañía Aéropostale.

En 1936, el campo de aviación fue transformado en el aeródromo militar de Rabasa, integrándose en la 4ª Región Aérea y convirtiéndose en base de la Aviación de la República desde 1937.

En 1937, Ernest Hemingway, el célebre periodista y escritor estadounidense, pisó lo que hoy es el campus de la Universidad de Alicante, al llegar desde Toulouse para cubrir la Guerra Civil española.

Fuente: Picatoste.

Un año después, en 1938, se construyó un hangar en el campus universitario de San Vicente, el cual, hoy en día, ha sido camuflado con plantas y flores del jardín que lo rodea, ocultando así su función original. Buen trabajo el del campus y las empresas que llevan su mantenimiento en el terreno medioambiental.

En 1940, se erigió una torre de control en el área universitaria, que permaneció operativa hasta finales de los años setenta. En los años noventa, esta torre fue rehabilitada con un estilo racionalista y acoge servicios varios de la UA.

Se dice que desde esa torre, Antoine de Saint-Exupéry, aviador francés y autor de El principito, escribió durante una de sus escalas una reflexión sobre Alicante: «Hace un tiempo espléndido, Alicante es el punto más cálido de Europa, el único lugar donde los dátiles maduran, me paseo sin abrigo maravillado de esta noche de las 1000 y una noches, palmeras, estrellas cálidas y un mar tan discreto que ni se le oye ni se le ve que nos abanica apenas».

Durante la Guerra Civil, el aeródromo acogió a la empresa SAF-15, dedicada al montaje de diversos modelos de aviones. En 1939, con la creación del Ejército del Aire, Rabasa fue integrada como base aérea para el 32º Regimiento de Aviación. En los años cincuenta, estaba equipada con aviones Polikarpov I-15, CASA C-352 L y CASA C-131. Sin embargo, al carecer de importancia estratégica, el aeródromo fue abandonado militarmente y se utilizó para vuelos civiles. En 1949, Aviaco estableció rutas desde Madrid, y en 1964, tanto Iberia como Spantax operaron allí.

En 1960, una parte de las instalaciones militares se cedió al Centro de Estudios Universitarios (CEU), precursor de la actual Universidad de Alicante. Sin embargo, con el aumento del tráfico aéreo, Rabasa se volvió impráctico y peligroso, por lo que las operaciones aéreas se trasladaron al aeropuerto de El Altet.

Fuente: Picatoste.

En 1964, se fundó el Real Aeroclub de Alicante en las antiguas instalaciones de la base aérea, convirtiéndose en un centro de gran actividad, cuya cafetería era un popular punto de encuentro para los estudiantes del CEU.

Recuerdo que los estudiantes de entonces teníamos que dar un considerable paseo para acceder a la cafetería, a los futbolines que había abajo y a la fotocopiadora que funcionaba muy bien. El Aeroclub era centro de reunión de los peores estudiantes, más bien universitarios que polulábamos por aquellos lares en lugar de escuchar las lecciones magistrales de los profesores de turno.

Finalmente, en 1978, el Estado decidió devolver los terrenos del aeródromo a sus propietarios originales, ya que habían perdido su uso militar, y los últimos vuelos se realizaron en noviembre de ese año. Posteriormente, los terrenos se integraron en lo que hoy es el campus universitario de la Universidad de Alicante.

Ahora el campus lucentino es uno de los mejores de España y progresa con el campus oeste y el parque científico, pero era muy chulo lo de cruzar ilegalmente la reja y escaparse al Aeroclub, como en el colegio Inmaculada era una aventura ir a la cafetería del CESA o en el Figueras tomar un bocata en el Aurelio, y tantos lugares de «fugadas leves» que cada centro tuvo.

No hay mejor vida que la de estudiante. Disfrutadla que se acaba.
Haciendo amigos.

Pedro Picatoste

Empresario e historiador.

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