Una de las temáticas predilectas del género documental es el deporte, pues contiene todos los elementos que una buena historia necesita: asombrosas tramas que pese a parecer ficción son verdad, protagonistas carismáticos que realizan hazañas impensables, rivalidades que se enfrentan en legendarios encuentros y gestas épicas al alcance de muy pocos. Son ingredientes que convierten al documental deportivo en uno de los reyes del género y, quizá, en el más espectacular de todos, con permiso de las grandes producciones relacionadas con la naturaleza.
También son unos de los más prolíficos, encontrando a lo largo del año cientos de proyectos que cuentan alguna de las miles de historias que hay en el deporte. Pero solo unos pocos son dignos de entrar en el Hall of Fame del documental deportivo.
Olympia, Leni Riefenstahl (1938)
El padre del género. Este documental recoge los momentos más brillantes de los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Fue un encargo del mismísimo Joseph Goebbels a una de las directoras de cine más brillantes del régimen nazi: Leni Rienfenstahl. El objetivo era crear la herramienta de propaganda definitiva sobre la supremacía aria, pero lo que salió fue un espectacular documental que pese a tener 80 años impacta por lo espectacular de sus imágenes. De obligada visión.
When We Were Kings (Cuando éramos reyes), Leon Gast (1996)
El cineasta Leon Gast fue contratado en 1974 para grabar en Kinshasha (República Democrática del Congo) el festival que la historia conocería como el Woodstock Negro: un gran concierto que reunió, entre otros, a James Brown, B.B. King o Celia Cruz. Era la guinda al gran combate por el título de los pesos pesados entre Muhammad Alí y George Foreman, pero fue conocer a Alí y enseguida supo que el documental que tenía entre manos era otro: la preparación del combate por parte del mítico boxeador del que sería conocido como «Rumble in the Jungle». Impagables sus declaraciones a cámara.
Touching the void (Tocando el vacío), Nicholas Aaron (2003)
Ganador del Oscar al mejor documental en 2003, cuenta la espeluznante historia que los alpinistas Joe Simpson y David Yates vivieron en el Siula Grande peruano, montaña de 6500 metros. Dos terribles accidentes obligaron a Yates a abandonar a su compañero en plena montaña…Y lo que sigue es una epopeya de supervivencia que deja a «El Renacido» a la altura del betún. Espectacular fotografía y guión de un proyecto en el que a ratos resulta difícil distinguir si es una película de ficción o un documental basado en hechos reales.
Once brothers (Hermanos y enemigos: Divac y Petrovic), Michael Tolajian (2010)
Cuenta la historia de cómo una guerra separó a dos amigos del alma: Vlade Divac, pívot serbio y Drazen Petrovic, escolta croata. Dos jugadores que estaban destinados a hacer historia en el baloncesto mundial en la poderosa selección de Yugoslavia. Dos amigos del alma a los que la Guerra de Croacia convirtió en enemigos tanto profesional como personalmente, y que por azares del destino nunca pudieron reconciliarse. Esta fue la carta de presentación de la serie de documentales deportivos 30 for 30 de la prestigiosa ESPN. Y consiguió hacer ruido contando una historia de despedida tan dura como emocionante.
Hoop Dreams, Steve James (1994)
Lo que comenzó como un reportaje para una cadena local acabó convirtiéndose en un documental de tres horas que recoge los cuatro años de instituto de dos jóvenes promesas del baloncesto que tienen como objetivo llegar a la NBA: sueños, entrenamientos, partidos, victorias, derrotas, buenas y malas y decisiones, maduración y crecimiento personal se citan en dos historias que no acaban del todo bien para sus protagonistas. Es real como la vida misma.
Senna, Asif Kapadia (2010)
Singular documental sobre la vida del mayor mito de la Fórmula 1 de todos los tiempos: Ayrton Senna. Porque en lugar de emplear entrevistas a familiares, voz en off y rodar material como hacen los documentales, Senna repasa la vida del genio brasileño mediante grabaciones caseras familiares, y el material audiovisual de la propia Federación Internacional de Automovilismo. Todo ello para componer un retrato que huye de los convencionalismos del género y da un soplo de aire fresco a un género narrativamente muy limitado.
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