No era mi intención meterme en política, para este tema ya hay muchos periodistas que se dedican a ello, pero no puedo por menos que hacer algún comentario sobre la situación, no solo de la política española, también de los políticos españoles.
Estamos ante una situación económica muy delicada, sobre todo para las personas que se han quedado sin trabajo, otras sin casa y malviven de la caridad de los demás.
Ante ello es inevitable… tenemos que hablar de los políticos.
Empezaremos preguntando… ¿para qué queremos tantos políticos?… y no solo los políticos propiamente dichos, sino lo que ellos acarrean añadiendo asesores, secretari@s, chóferes… y un largo etcétera que supera con creces a la propia plantilla titular política. Entre todos ellos, podemos asegurar que un gran porcentaje de empleos fijos los acaparan los políticos y sus adláteres.
¿Qué significa esto? Muy fácil, que una gran mayoría del porcentaje presupuestario de nuestro país se lo llevan estas personas, sin dejar cabida a otras necesidades presupuestarias más perentorias por lo necesarias, como estamos viendo a diario.
Y volvemos a preguntarnos… ¿Para qué? ¿De qué sirve que haya tantos políticos y adláteres a los que hay que mantener, sin que sirvan para nada más que para crear discordias y guerras entre ellos, a la vez que malean a la plebe? Y para más inri, una gran cantidad de ell@s ni asisten a la reuniones previstas en su “trabajo” (lo de trabajo es por decir algo), pero eso sí, cobran sus altos emolumentos y sus no menos altas dietas por asistencia y desplazamientos, aunque algún@s ni asistan ni se desplacen, esto es bien sabido, aunque no queramos o no quieren ell@s que se sepa.
Solo con eliminar al 50% de los políticos (que aún sobran más), se arreglaría totalmente el déficit económico de nuestro país; no lo digo yo, lo han dicho muchos economistas de renombre en los medios de comunicación. Sin embargo cada vez se crean más puestos politicables-oficiales, y entre esta “raza in crescendo”… se pegan de bofetadas con sus mismos compañeros para estar en el candelero… ¿por qué será?
Ahora hemos asistido, con gran pesar y estupefacción, al tema de la avalancha de personas para cruzar la frontera de Ceuta (otras veces la de Melilla)
Creo dentro de mi torpeza, y con toda mi consideración hacia esas pobres personas que se juegan la vida por intentar conseguir un pedazo de pan, que la política llevada a cabo por España no es la correcta. Siempre respetando, insisto, a las personas que hacen estos intentos de supervivencia; si la política española no fuera tan permisiva, que según parece con solo cruzar la línea divisoria fronteriza ya se tiene derecho a casi todo. Si no existiera esa política de “aquí vale todo y se tiene derecho a todo” una vez que cruzas la valla, creo que no sería necesaria ni la valla ni tantas fuerzas de seguridad, pues al anularse esos derechos, se acabaría también la importancia de entrar en un país que no te acogería con derechos que no te pertenecen, y que a muchos españoles por el mero hecho de quedarse sin trabajo se les deniega.
¿No les parece, estimados lectores, que esto es una controversia? De nuevo nos preguntamos ¿para qué valen tantos políticos si no hacen nada positivo al respecto?
Ante esta situación y sabiendo de antemano lo que “trabajan” nuestros políticos, solo nos queda decir aquello de… que Dios nos coja “confesaos”.
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