Gonzalo Guerrero era un personaje desconocido para mí, hasta que me topé con él en el Atlas de los exploradores españoles (Sociedad Geográfica Española, Madrid, 2021). Me puse a investigar y lo cierto es que tiene abundante bibliografía como la de Cristina González Hernández (RAH) o Eslava Galán, y por ello me atrajo su valerosa figura de explorador español del siglo XVI, padre del mestizaje mexicano por haber tenido tres hijos con una princesa maya, oficialmente los primeros mestizos americanos.
Debió ser un hombre genéticamente fuerte, no solo por su descendencia, sino por haber sobrevivido en cautiverio con los indios mayas. Tras su unión con una princesa maya y tener tres hijos era más maya que español. Un guerrero transcultural: español-maya que hizo honor a su apellido.
Biografía
Gonzalo Guerrero nació en el pueblo marinero de Palos de la Frontera (Huelva) en el siglo XV, paisano y contemporáneo de Vicente Yáñez Pinzón que navegó junto a Cristóbal Colón en su primer viaje al Nuevo Mundo, en 1492, como capitán de la carabela La Niña. Fue Guerrero más soldado que marino y aparece como arcabucero en la conquista de Granada el 2 de enero de 1492. Aunque poco se sabe de su vida anterior a la conquista de México, lo que sí es cierto es que embarcó para América en alguna de las expediciones que zarparon de Sevilla o Huelva a finales del siglo XV o principios del XVI, sin que de ello haya quedado constancia documental.
Parece ser que, estando en Panamá en 1511, navegaba en un barco de la flota de Diego de Nicuesa, gobernador de Veragua (actual Panamá), que se dirigía desde Panamá a Santo Domingo y que fue desviado de su ruta por una fuerte tormenta y naufragó en las proximidades de Jamaica. Eran unos veinte hombres los que consiguieron salvarse del naufragio, entre ellos Guerrero y otro famoso explorador, el fraile sevillano Jerónimo de Aguilar (sería el biógrafo de Guerrero). Todos en un bote fueron arrastrados durante trece días por la corriente del Golfo de Nueva España hasta arribar a la costa de Yucatán, territorio maya desconocido entonces por los españoles. Al arribar a tierra, fueron hechos prisioneros y esclavos de los mayas, (tribu de los Cocome) que sacrificaron a 4 de los supervivientes. Más de la mitad de ellos murieron por agotamiento en el esfuerzo de los trabajos agrícolas en los maizales mayas.
Hacia el año 1514, Guerrero pasó al servicio del cacique maya de Chetumal (actual Quintana Roo), de nombre Na Chan Can, cuya confianza se ganó al integrarse en la vida y cultura mayas y, posiblemente, por su capacidad estratega militar y sus conocimientos sanadores de heridas y traumas, conocimientos adquiridos en las guerras de Granada. Comenzó por vestirse como indígena y horadarse las orejas y el labio inferior y, paulatinamente, fue adoptando los usos y costumbres de los mayas e incluso, según algunos cronistas de la Conquista, su religión. Poseedor Guerrero de un talento militar excepcional, pronto destacó como hábil estratega entre los indios y comenzó a asesorar a los indígenas en las tácticas de guerra occidentales y en la construcción de fuertes, trincheras y baluartes, al tiempo que él aprendía la manera de guerrear de los mayas, hasta llegar a convertirse en un jefe militar.
Al frente de guerreros mayas, combatió contra los primeros intentos españoles de conquistar México, como las expediciones de Hernández de Córdoba (1517) y Juan de Grijalva (1518).
Asimiló de tal forma la cultura maya, sus costumbres e idioma, que el cacique Na Chan Can le entregó su hija, llamada Zazil Há (Ix Chel Ka’an), como esposa y tuvieron varios hijos: dos varones y una niña que son considerados, oficialmente, como los primeros mestizos de tierras mexicanas.
Cuando el 6 de marzo de 1519, Hernán Cortés, marchando a la conquista de México, desembarcó en la isla de Cozumel, frente a la costa de Yucatán, supo, por algunos indios de la zona, que cerca de allí había dos náufragos españoles. Cortés se aprestó a despachar misivas a ambos supervivientes invitándoles a unirse a su expedición. En cuanto Jerónimo de Aguilar se enteró de la llegada de los españoles, se apresuró a reunirse con ellos, a quienes acompañó en la conquista de México como intérprete de la lengua maya.
Sin embargo, Gonzalo Guerrero, que ya era más maya que español, rehusó el ofrecimiento de Cortés, pretextando que su mujer y sus hijos le obligaban más que toda la gloria militar que pudiera alcanzar en la conquista de México. Cuando Cortés le dijo que podía llevar en la expedición a su familia, siguió resistiéndose, afirmando que como esclavo y marido de una princesa maya, hija de su señor, no tenía libertad para elegir. Se le considera el máximo responsable del fracaso de la expedición del adelantado Francisco de Montejo, en el año 1527. Montejo, conociendo el prestigio militar de Guerrero y su entrenamiento en las tácticas de guerra indígenas, intentó que éste se sumara a sus tropas y le ayudara en la conquista de Yucatán. Para ello le envió una carta en la que le instaba a que abandonara sus costumbres indias y volviera al servicio de la Corona de España, prometiéndole los más altos honores. Pero Guerrero, nuevamente, decidió seguir fiel a su pueblo de adopción y fue considerado un renegado.
En el año 1536, Guerrero marchó a Honduras cuando los mayas de la zona estaban siendo atacados por los españoles. Murió de un disparo de arcabuz capitaneando las tropas del cacique Cicumba contra sus antiguos compatriotas. Murió luchando como un guerrero, con los indígenas, el 13 de agosto de 1536. En un informe, Andrés de Cereceda, gobernador de Honduras, dice que fue encontrado muerto un hombre blanco vestido como un indígena, con el pelo trasquilado a la manera maya, pintado y con toda la apariencia de un indio.
Conclusiones
Para los mexicanos, Gonzalo Guerrero se ha convertido en un personaje heroico al que le han hecho honores y estatuas, como la de Akumal den Quinta Roo, en México (Paseo Montejo de Mérida, en Yucatán) o en Chetumal, con su mujer y sus dos hijos. Para los españoles de la época fue un renegado traidor, mientras que el nacionalismo mexicano le ha convertido en paradigma del mestizaje y en mártir de la lucha antimperialista y ha conseguido que perviva en la memoria colectiva mexicana como símbolo del mestizaje.
Desde el punto de vista actual, prefirió morir defendiendo a la familia de sangre maya que unirse a la conquista, incierta, entonces por los españoles. En México existe un reconocimiento generalizado a la figura de Guerrero y en el himno del estado de Quintana Roo, incluso se le menciona. Pero la historia se escribe siempre desde el punto de vista de los vencedores, hasta la independencia de México, el 27 de septiembre de 1821.
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Extraordinario artículo, querido Ramon Palmeral. Un abrazo Julio Calvet.
Gracia Julio. Otro abrazo.
Felicidades Ramon por este fantástica historia que hasta podría llevarse al cine, pues además de bonita es real!!
Un abrazo
Pues sí Pilar es una histira real y muy humana, ejemplo de padre y esposo.
Querido tocayo. Espero que estés ya recuperado salutíferamente, pues me habían dicho de la Asociación de la Prensa que estabas un poco pachucho y se suspendía un acto contigo como protagonista y al que iba a acudir.
Sobre el artículo, nada que añadir a las felicitaciones de Pilar Galán y Julio Calvet. Ignoraba por completo a tan singular y extraordinario personaje. Gracias y un abrazo.
Pues sí tocayo los virus no respetan a nadie, ya estoy mejor, y en cuento esté completamente recuperado, para no contaminar a nadie, quedaré de nuevo con Rosalía y Elvira. Me agradará verde en el APPA.