`Gilipollas´, un insulto contra Pedro Sánchez

Estos días hemos tenido de actualidad dos palabras: ‘gilipollas’ y ‘disminuidos’, la primera de las cuales yo pediría que se retirara de nuestro vocabulario para sustituirla por la de ‘necio’, mientras que la de ‘disminuidos’ ya se encarga el Congreso de los Diputados y el Senado de sustituirla, acertadamente, en la Constitución por la de ‘discapacitados’. Los políticos ‘sólo’ han tardado diez años en cambiar el artículo 49 de la Carta Magna atendiendo la justa demanda de un colectivo que engloba en torno al 10 % de la población del país, ¡incluida Cataluña!

Precisamente Cataluña y sus minoritarios independentistas presionando al Gobierno de Pedro Sánchez fueron tema de conversación informal de algunos de los más importantes pilotos de rallies, entre los que se encontraban Carlos Sainz padre y Dani Roma, los dos españoles del momento, el primero madrileño (nacido en Madrid) y el segundo barcelonés (nacido en Folgarolas), ambos grandes triunfadores en el Dakar que se corre y se correrá en Arabia Saudí, por lo menos hasta 2029, después de trasladarse a Argentina, Perú, Bolivia y Chile por motivos de seguridad (bueno, de inseguridad) en Senegal.

Hablaban los pilotos amigablemente y alguien grabó la charla, en la que se deslizó la problemática catalana y los encuentros y desencuentros del PSOE de Sánchez con los líderes de Junts, ERC y otros socios del gobierno Frankestein, cuando a Sainz le salió de algún rincón del alma el rechazo a las claudicaciones de Pedro ante las exigencias de los separatistas y soltó un “tenemos un presidente que es un gilipollas”. Periódicos de papel y digitales y todas las plataformas habidas y por haber se hicieron eco de esas palabras que algunos de esos medios calificaban de insulto.

El Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia y Asociación de Academias de la Lengua Española señala que «gilipollas es sinónimo de ‘tonto o idiota’», y añade: “Esta palabra vulgar, usada sólo en España, así como otras voces de la misma familia, como ‘gilí’ y ‘gilipollez’, y el sustituto eufemístico ‘gilipuertas’, se escriben siempre con ‘g’». El prestigioso Diccionario de Uso del Español, de María Moliner, dice sobre ‘gilipollas’: “adjetivo y nombre. Tonto, estúpido. Se aplica a la persona que enfada o molesta con lo que hace o dice”. En el caso de Sainz ignoramos si está enfadado por lo que hace o dice Pedro Sánchez, o si es por ambas cosas. Se lo preguntaré en cuanto tenga ocasión. Mientras tanto, cada cual puede quedarse con lo que a él le moleste, si es que le molesta algo. Hasta puede que le moleste que Carlos Sainz se sienta molesto hasta el punto de insultar a Pedro. El expresidente Felipe González no se adhiere a Sainz. Cuando le preguntaron por las mentiras constantes de Sánchez, que éste calificaba de cambios de opinión, Felipe le llamó necio, razonando que equivocarse una vez y rectificar es de sabios, pero “cambiar de opinión todos los días es de necios”.

No hay que abusar de las descalificaciones y menos de los insultos. ¿Como calificar a los políticos que han tardado unos diez años en cambiar el artículo 49 de la Constitución: ¿disminuidos o discapacitados? A mi entender, ni lo uno ni lo otro. Pensándolo bien, acaso lleguemos a la conclusión de que han estado ocupadísimos estos últimos años en resolver el problema de la vivienda (no han construido ni una en cinco años de Gobierno, pero tienen en proyecto hacer miles y miles); en colocar a miles y miles de amiguetes en puestos de trabajo donde se cobra pero no se trabaja ni se produce; en incrementar la deuda pública en miles y miles de millones, hasta extremos intolerables; en reunirse con ERC en mesas bilaterales; en juntarse con Bildu para hacerse una Ley de Memoria Democrática (!!!) y luego darles la alcaldía de Pamplona; en humillarse ante Puigdemont y dejarle que haga una Ley de Amnistía para él y sus compañeros de golpe de estado, caso único en el mundo mundial el que los delincuentes hagan una ley para amnistiarse ellos y, de paso, a los terroristas que les apoyaban…

Creo que Carlos Sainz se ha equivocado insultando a Pedro Sánchez. A quien debería insultar es, en todo caso, a José Félix Tezanos, el bien pagado por Sánchez en el CIS y al que acaba de coronar como el político más valorado y como el secretario general más guay de un PSOE que vuelve a la cabeza de los partidos mejor valorados del país. ¡Viva Sánchez! ¡Viva España!

Posdata: un referéndum sobre la amnistía

García-Page, socialista manchego pata negra, ha vuelto a criticar las componendas de su secretario general y presidente del Gobierno con los independentistas. Pero sigue y seguirá votando los disparates legislativos de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados y culminará su cobardía a favor de la Ley de Amnistía cuando le toque apretar el botón. ¿Por qué no promueve entre sus compañeros de partido un Congreso Extraordinario del PSOE para que deje de ser el Partido Sanchista y vuelva a ser el PSOE? ¿Por qué no promueven él y tantos socialistas como hay descontentos con Sánchez una iniciativa para convocar un referéndum nacional sobre la Ley de Amnistía, como propone, con sentido de Estado, además de sentido común, Felipe González?

Un asunto de tanta gravedad, de tanta trascendencia, no lo puede (no debe) decidir el Tribunal Constitucional de Conde-Pumpido y sus seis magistrados ‘progresistas’. Se me ocurre hacer un llamamiento contra el invasor de Waterloo, como el que hicieron los alcaldes ordinarios de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernández, el 2 de mayo de 1808. Aquel conocido como ’Bando de la Independencia’, enviado a Extremadura, Andalucía y otras regiones no ocupadas por las tropas de Napoleón, que sí se había adueñado de Madrid y media España y acabó asaltando el cuartel de Monteleón que defendieron con sus vidas las heroicas tropas mandadas por los héroes Daoiz y Velarde, mientras el resto de acuartelamientos y autoridades fueron engañados con la complicidad de Fernando VII. Todos los alcaldes de España; todas las ciudades del país deberían exigir un ‘Referéndum sobre la amnistía’.

Queremos un referéndum, como exige Felipe González. Todos somos Felipe González y todos queremos una España independiente frente al Pedro Sánchez convertido en un miserable Fernando VII, rendido a Napoleón Puigdemont (mandando en España ¡que vergüenza!), un fugado de la Justicia en Waterloo, el lugar donde el emperador francés fue derrotado definitivamente, tras haberlo sido previamente en España. Si no hay referéndum acabaremos con España. Si hay referéndum acabamos con Puigdemont y Sánchez. Luego (ergo, que se dice en latín) no habrá referéndum. Este tipo tiene más vidas que un gato… Pero un gran amigo soriano, periodista excelente y mejor escritor, ha recordado que ‘a todo cerdo le llega su San Martín’. Acaso se refiere al cerdo Napoleón, el gran jefe de Rebelión en la granja, el que primero decía que todos los animales eran iguales y terminó con un “todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros”.