Prohibir por prohibir, una señal inequívoca de debilidad autoritaria, es para mí la mayor de las cobardías humanas preñada por espurios intereses.
La reflexión Humo y toros, obra de Pepe López, compañero en esta Hoja del Lunes de nuestra Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante (APPA), me azuzó recuerdos infantiles entrañables, inolvidables por la libertad que respiré siempre en mi pueblo natal, Granja de Rocamora, frontera entre la Vega Baja, huerta del río Segura, y las comarcas del Vinalopó de artesanos y promotores, en su libertad geniales, crevillentinos, ilicitanos, eldenses e ibenses de helados y juguetes…
De niño, atesoré rebeldía en la escuela, frente a niños mayores de edad. Y luego la practiqué en las relaciones e inermes enfrentamientos con los amigos de juegos callejeros. Agradecido le estoy al periodista del prestigioso diario alicantino, por sus providenciales inquietudes en los tiempos que corren, inquietantes frente a la diversidad siempre a respetar, tiempos de dictaduras soberbias, encubiertas y demagógicas, de tergiversación servil y cobardía camuflada, de silencios cómplices.
Toros, Goya, Picasso, Dalí, Buñuel
Culpen al atrevimiento —tal vez genético— de mi alma osada —espíritu valiente, discúlpalo— que siempre respeta la diversidad —mucho más la ajena que la propia, en mi vida que contiene muchas vidas— y que ya hace años, perdí la cuenta, que desterró vasallajes y sumisiones. Recuerdo hechos y anécdotas en mi conciencia rebelde, temprana, con siete u ocho años de edad. Sí, cúlpenla a ella —a mi rebelde alma insumisa— si afirmo que corren peligrosos tiempos para la Libertad con mayúscula.
Porque yo también escuché tertulias de mayores, mientras (por aquello de los piojos en libertad) me pelaban al uno en la barbería de mi pueblo, y sentí luego toros y sangre, pasión y genial creatividad, en los versos de García Lorca y Miguel Hernández.
Y años después pisé en tierras andaluzas la casa natal de Picasso en Málaga y luego en Fuendetodos la alcoba donde nació el genial Goya, vanguardista en libertad plena como el malagueño universal… Con deleite y sincera admiración, con respeto a la diversidad y la libertad creadora, alejado de envidiosos e inquisidores polítiqueros, contemplé las genialidades de Dalí y Buñuel inspirados por la Tauromaquía…
Libertad y tiempo
Hoy, menos que antaño, en todas partes, y por suerte cada día más, observo la bravura de quienes defenderemos la libertad. ¡La Libertad! ¿Qué es la libertad? ¿Poco te importa la Libertad con mayúsculas? Perdona el tuteo. ¿Nada? Sin embargo, para mí y para la inmensa mayoría, yo diría que unánime —estoy seguro de que para ti también— ha sido y será siempre el bien supremo, después del tiempo.
Éste (el tiempo) es nuestro aliado y patrimonio más tangible. Juez inapelable es el tiempo que sin juzgar coloca a todo el mundo (evito ella o él, por los censores del progresismo mal entendido, que no malintencionado, modernos inquisidores), sí, afirmó, el tiempo coloca a todos en el lugar que merecen, más por sus actos que por sus palabras.
Prohibición y Séneca
Prohibir por prohibir, una señal inequívoca de debilidad autoritaria, es para mí la mayor de las cobardías humanas preñada por espurios intereses. Por la ambición sin ética de alcanzar un voto más, migajas en la desesperación de un puñado de estafadores, cada día son menos, en los estertores de ideologías fracasadas por falsarias. Ética y moralmente reprobables. Imperdonable atentado a la libertad humana. Libertad y su defensa, sentí desde mi niñez, y hoy también, por considerarla obligación del ser humano libre.
Recordé el lunes pasado, aquí mismo, a Lucio Anneo Séneca (Córdoba; fallecido en Roma, 65 d.C.), ilustre pensador y estatista sagaz, en tiempos de la Roma Imperial: “El error, que va pasando de mano en mano, nos hace dar vueltas y nos precipita al abismo, pereciendo por los malos ejemplos de los otros. Acertaremos tan pronto como nos separemos de los demás; ahora (dentro del rebaño), en cambio, la multitud se ha plantado en contra de la razón, como defensora de su perdición. Sucede aquí lo mismo que en las elecciones, en las cuales, después de haber elegido sus pretores, los mismos que eligieron a los pretores se sorprenden de haberlos votado, cuando el favor, en su huida, dio la vuelta alrededor de la asamblea. Aprobamos las mismas cosas que censuramos después; éste es el resultado de cualquier negocio donde se sentencia por el mayor número de votos”.
“¡Fumando espero…!” en libertad
¡Fumando espero…! cantaba la genial y atrevida Sara Montiel, ‘Sarita’ en Orihuela, donde aprendió a leer y a escribir con las monjas de un convento, cantaba en libertad —cantaba sin complejos de feminismo falaz; Sara siempre en libertad— del mismo modo que yo estoy deseando el día —una vez más en libertad— para votar en la urna y gritar “¡Democracia es Libertad”.
Yo nunca fumé… Sí contemplaba con admiración los sábados, en las primeras horas de la tarde -¡antes de las cinco de la tarde!-, a profesionales rigurosos —últimamente, a la periodista Belén Plaza— con sus documentales, comentarios, informándonos de toreros y de arte taurino, de exposiciones inspiradas por el toro majestuoso y en el torero valiente, en el programa Tendido Cero (más de 35 años emitiéndose en TVE) que se emitía en la TV2… Toreros, toros… Arte con mayúsculas para los universales poetas García Lorca y Miguel Hernández, Arte para Goya, Buñuel, Dalí, Picasso…
Desde hace unas semanas, indagaré si es desliz mío o un sueño premonitorio, me ha resultado imposible ver los sábados por la tarde en TVE el programa Tendido Cero sobre Tauromaquia. Ignoro si se trata de un error premonitorio. Pues bien sabido es que en varias ocasiones, con reiteración sectaria, se demandó la supresión de un programa que cumplió más de tres décadas en libertad. Sí. Idéntica libertad tras los pasados tiempos del dictador. Hoy disfrazado de Democracia. Mi pesadilla o desliz involuntario, lo reconozco, es un atentado involuntario, en la televisión pública que pagamos todas y todos los contribuyentes, atentado contra la Libertad es Democracia.
Séneca y el rebaño
Y concluyo, en mi admiración a Séneca: “En nada (…) hemos de poner mayor empeño que en no seguir, según acostumbran las ovejas, al rebaño que va delante y que caminan, no por donde se debe ir, sino por donde va todo el mundo. Porque ninguna cosa nos proporciona mayores desgracias que aquello que se decide por los rumores: convencidos, además, de que lo mejor es aquello que ha sido aceptado por la mayoría de la gente, y de éstos tenemos muchos ejemplos; vivimos no según nos dicta la razón, sino por imitación. De ahí ese amontonamiento tan grande de los unos que caen sobre los otros. Es lo mismo que sucede en las grandes aglomeraciones de hombres, cuando la multitud se comprime contra sí misma de tal manera que no cae nadie sin que arrastre a otros tras de sí, y a la caída del primero siguen las de los demás”. Vale (cervantino).
Pedro J. de la Vega Baja, de España y parte del extranjero: Fascinante defensa de la libertad y valiente denuncia de sus enemigos, generalmente camuflados en una falsa defensa de los animales mientras atacan miserablemente la libertad de los humanos. Se las dan de ‘progres’ y no pasan de ‘pobres’ lastrados por ideologías absolutamente caducas, que avergonzarían a griegos, romanos y renacentistas humanistas. Un abrazo. (Vale. ¿Qué diría Cervantes de estos Avellaneda?).