Como cada cuatro años, de forma periódica se lleva a cabo la disputa del campeonato del mundo de fútbol. Dígase los mundiales, dígase el mundial. Este año 2018 toca, y desde este jueves 14 de junio hasta el próximo 15 de julio, de forma ininterrumpida, se estarán jugando partidos de fútbol, de selecciones de diferentes países. Es la vigésimo primera edición de la Copa Mundial de Fútbol. La disputa en Rusia, es la primera vez que un país de la Europa oriental organiza este evento, llegado hasta nuestro continente, después de que hace cuatro años el mismo tuviera lugar en el continente americano, en Brasil. Treinta y dos selecciones diferentes representativas de países de los cinco continentes. Los mejores, no falta nadie, o al menos sí, falta una de las selecciones históricas y más relevantes, la cuatro veces campeona del mundo, Italia. Esta vez no estará presente.
Sería casi una quimera definir o analizar que representa el fútbol. El fútbol es un deporte, es un gran negocio, del que no solamente viven los futbolistas, es también un opio para el pueblo, es un fenómeno social a nivel global, es el calmante para muchos males, la distracción para no atender o inhibirse de problemas mayores, y sobre todo para abstraerse de la lucha y el avatar diario y cotidiano, al menos para quien le guste, que es un gran porcentaje de la población, tanto en masculino como en femenino.
Toca por tanto ponerse delante del televisor. Habrá quien solamente vea a su selección, a sus preferidas, a las más famosas, a esas que acumulan más estrellas, otros optaran por verlo todo o casi todo, según trabajo, ocio o posibilidades. El espectáculo va y se extiende desde el sofá de casa, hasta el último rincón de ese bar, cafetería o restaurante. Allá donde esté un receptor allí estará la imagen y el soniquete del fútbol, domicilios, establecimientos, campo, playa. Desde un lunes, hasta un domingo, y con un sentimiento y una pasión compartida que se extenderá por todo el planeta. Desde Europa hasta América, desde Asia hasta África, pasando incluso por la lejana Oceanía y como antídoto para muchos males, que lo es. En los próximos días, seguramente, todos comenzaremos a hablar y escuchar mucho de fútbol y será paradójico, pero se escuchará mucho menos hablar de la caída del gobierno del PP, del nuevo gobierno de Sánchez, de la corrupción, del caso tal y del caso cual, quizá ya ni los pensionistas salgan a la calle a clamar por la cuantía de sus pensiones. El deporte rey lo copará casi todo.
Al margen de lo social, deportivamente los ojos estarán puestos en muchos focos, para Cristiano Ronaldo y Messi, puede ser su último mundial, o quizá no, quién sabe. Sí será el último mundial para el emblemático jugador de España, Andrés Iniesta, que si hace días se despedía del F.C. Barcelona, este verano lo hará de la selección, muy probablemente. Con su gol a última hora frente a Holanda fuimos campeones del mundo en Sudáfrica 2010 y ojalá en su plena madurez personal y profesional, también sea decisivo, en esta nueva edición.
Y sorpresa. Mientras realizábamos los esbozos y apuntes en borrador de este artículo, justo antes de pasarlo a limpio, saltó la noticia. El seleccionador español, Lopetegui, pese a tener dos años más de contrato al frente de España, renovados de forma reciente, ha escuchado los cantos de sirena de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y ha firmado por el club blanco, en este caso por tres años, para iniciar un proyecto, parece a largo plazo, y con unos emolumentos económicos, que multiplican por cuatro su sueldo actual. Será el sustituto del dimitido Zidane. A media tarde de este martes se conoció la noticia: ha trascendido que el seleccionador no lo había comunicado hasta ese momento ni a su propia esposa. También este martes por la noche de forma precipitada el presidente de la Federación Española de fútbol, Luis Rubiales, recién estrenado en su puesto, tuvo que tomar un avión desde un punto de Rusia hasta la concentración de la selección española, para aclarar el entuerto. Ni los más exigentes, ni los mas radicales, ni el mas extremista se hubiera podido imaginar tanto. La decisión de Rubiales en la mañana de este miércoles fue adoptar la decisión de despedir de su cargo a Julen Lopetegui, y todo ello a prácticamente a 48 horas del primer partido de la Roja. Rubiales en todo este tema ha sido un convidado de piedra que, como mujer engañada, ha sido el último en enterarse. A pesar de ello, y todavía con el contrato sobre la mesa en el que hace 21 días Lopetegui estampó su firma, el presidente no exento de despecho, le ha devuelto a Lopetegui el rosario y las fotos de su madre dando por concluida su relación. Con toda seguridad, Lopetegui será el nuevo entrenador del Real Madrid, pero este hecho será no sólo un lunar en su carrera profesional, sino que pasará a ser con el tiempo una de las leyendas negras del fútbol español.
Por eso como en la canción, o de forma parecida, ESPAÑA CAMISA ROJA DE MI ESPERANZA y fútbol de élite que engordas la cuenta corriente de unos pocos, mientras otros toman verdaderos disgustos. Por eso vean tantos partidos como puedan, pero que la pasión no haga llegar la sangre al río.
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