Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

Elecciones anticipadas, moción de censura o fuga en Falcon

José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en imagen de 2021 (Fuente: Pool Moncloa).
Escribo en la madrugada del viernes al sábado, cuando este país se sitúa entre la desventura y el caos. Todo puede suceder. Mañana o pasado. O quizá la semana entrante o nunca, que equivale a lo de siempre. Tal vez cuando estas líneas sean leídas se haya producido una implosión provocada por quienes gobiernan o por quienes esperan gobernar, o por los jueces valientes, o por los cobardes que se resisten a serlo, o por quienes callan y quieren hablar, o por el presidente del Barça y del Madrid dispuestos a jugar un clásico, no precisamente amistoso, en el que se dispute el futuro de un país que, o se salva ya, o se hunde.

Este país, o se salva ya, o se hunde.

En España, el concepto de nada casi siempre responde al de “lo peor”, es decir, a lo trágico. En este país empieza a removerse en su tumba el genio de Goya dispuesto a repintarlo de nuevo. La sociedad española está en coma, oxigenada artificialmente por la esperanza de un milagro político que no suele prodigarse. Pedro Sánchez está tocado, se tambalea, ha llegado al límite de su capacidad de resistencia.

El “caso Koldo”, que en realidad es el “caso Sánchez”, le ha sorprendido en su comparecencia ante el rey de Marruecos. He visto su cara al final de la audiencia. Es el rostro de un gobernante perdido en su propia confusión, indeciso, conteniendo la crispación, rendido a la evidencia de que es culpable por su ambición. El rostro de un hombre abatido, trémulo, nervioso, sin capacidad de reacción, de luchar, de escapar, de sufrir. Y he visto reflejado en ese rostro el de España, no menos crispada, desalentada, sumida en un deseo de diluirse, de subir, deprisa, deprisa, a un tren de alta velocidad que la conduzca a cualquier parte.

Hay quien asegura que, nada más enterarse de la noticia, Sánchez llamó a Madrid. Alguien se encargó de transformar en tiritas cientos de documentos. Tiritas de decenas de documentos que lo situaban a él en el blanco de todas las sospechas, en el disparadero del cese, de la convocatoria de elecciones anticipadas o de la huida a un país desconocido en un Falcon costeado por el rey de Marruecos. Porque fue el rey de Marruecos quien le ordenó que lo visitara el pasado martes y quien le ordenará, cuando convenga, que se vaya.

El juez que lleva el “caso Koldo” levantó el viernes el secreto del sumario, es decir, dispuso el ensayo de una de las mascletás políticas más estrépitas de la reciente historia del país. Es posible que en el momento de enviar este artículo a Hoja del Lunes el contenido de las investigaciones, realizadas por la Guardia Civil durante los tres últimos años y calificadas por unos y otros como rigurosísimas, estén, ya, en los medios, en la calle. Hablo de contenidos, hasta ahora confidenciales, que reparten guantazos de corrupción desde al presidente del Gobierno hasta el último mono del PSOE.

El juez, en un gesto de valentía sin precedentes, se ha adelantado a los movimientos de intereses del partido en el Gobierno que pretende sodomizar a la justicia española. Vaya un bravo por él. Si lo hubiera hecho este lunes, las trituradoras de documentos habrían trabajado a destajo todo el fin de semana, a la vez que Sánchez, o Bolaños o Marlaska habrían buscado alguna de sus triquiñuelas habituales para prevenir la tormenta que se les viene encima y que, desde 2018, pende sobre sus cabezas, cuando el actual presidente del Gobierno convirtió a Ábalos en su mano derecha y lo designó jefe de organización de su partido.

Fuente: Canal de YouTube de Juan Ramón Rallo.

Lo que no podrá evitar Sánchez, ni sus trituradoras de documentos oficiales, es la iniciativa, anunciada por algunos medios, de que Isabel Díaz Ayuso (algunos citan al PP en tromba) le presente una querella criminal por calumnias y difamación. Y es que Sánchez, para curarse en salud, maltratada a raíz de la reunión con el rey de Marruecos, comparó el “caso Koldo” con el del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, sobreseído por la justicia. Le crecen los enanos al presidente: no hay trituradoras para reducir a tiritas de papel las imágenes de televisión en los telediarios.

El problema añadido que tiene Sánchez es que las voces críticas de su partido apuntan al blanco de Ábalos como máximo responsable del nuevo escándalo. Pero Ábalos, su mano derecha desde que Koldo velaba por sus avales para optar a la secretaría general del PSOE, lugarteniente del partido, ministro, vicepresidente y amigo personal, sabe demasiado. Ábalos tiene mala leche. No es encajador, ni mullidor. Es impetuoso y bronco. Si Sánchez decide sacrificarlo, puede tirar de la manta y despertar otro de los asuntos que duerme bajo la sombra de las corruptelas irredentas: el “caso Delcy”, la ministra venezolana que aterrizó una buena noche en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Demasiados casos. Demasiadas alfombras. Demasiada basura bajo los tapices del poder, ya casi absoluto, de Sánchez.

Lo que adelantaba el decepcionante Rivera durante la moción de censura de ese año, 2018, que aupó a Sánchez a lo más alto del ejecutivo, se ha cumplido ahora como una maldición bíblica. “Usted accederá al poder mediante una moción de censura, aprovechando un caso de corrupción (el “caso Bárcenas”); ¿admitiría, de igual forma, que se la hicieran a su partido por el caso de corrupción de los ERE en Andalucía?” Por supuesto, Sánchez no respondió.

La historia se repite de manera inexorable. El Partido Popular tiene ahora la oportunidad histórica, y subrayo el calificativo, de presentar una moción de censura al Gobierno, apoyado por los oportunistas del PNV o los seguidores de Page, que parece dispuesto a hablar menos y a actuar más. Por muchos motivos, entre los que destaco uno: la situación política en este país es insostenible. A los frentes políticos en Cataluña, Marruecos y la Unión Europea, que parece haberle dado a Sánchez la espalda definitivamente, se le suma ahora un caso de corrupción que podría batir un récord de imputaciones, gracias a la labor de un equipo de élite de investigación de la Guardia Civil, del mismo cuerpo, precisamente, al que pertenecían los dos compañeros asesinados por la acción criminal de una narcolancha que les pasó por encima.

Algunos medios van más allá. La moción de censura del PP, aseguran, es necesaria. Tal rotundidad no es gratuita. El parlamento de Cataluña ha iniciado los trámites para una declaración unilateral de independencia, reforzada ahora por 50 000 firmas que ha presentado el partido Solidaritat per la Independencia, fundado por Joan Laporta, presidente del Barça. El “caso Koldo”, además, amenaza con destapar del todo el “caso Illa”, con cientos de millones de euros en el alero de la corrupción. Si el PP no hace lo que debe será tan culpable como quienes están desguazando desde hace tiempo este país. Mientras, una mayoría de españoles no se enteran, o no quieren enterarse, de cuanto ocurre.

Manuel Mira Candel

Periodista en medios nacionales e internacionales; presidente de la Asociación de la Prensa de Alicante; Premio Azorín de Novela en 2004 con "El secreto de Orcelis" y autor, desde entonces, de más de doce libros, entre ellos las también novelas: “Ella era Islandia”, “Madre Tierra”, “El Apeadero”, “El Olivo que no ardió en Salónica”, “Esperando a Sarah Miles en la playa de Inch”, “Las zapatillas vietnamitas” y "Giordano y la Reina".

5 Comments

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  • Sánchez, con la cara desencajada, pero rodeado de pelotas de su partido y de traidores separatistas, vascos y catalanes, ni convoca elecciones, ni huye con el Falcon a Marruecos. Ni los del PNV, y mucho menos los de Podemos, van a dar a Feijóo la investidura. Tu artículo es fantástico literariamente y también lleno de lucidez y amor a España y los españoles, pero ni se lo van a leer a Sánchez, ni, aunque se lo leyeran, iba a reblandecer su cara, desencajada sí, pero más dura que el granito. Me apuesto el bigote y la perilla a que tenemos Sánchez para cuatro años más. ¿No quieres caldo? Pues toma cuatro tazas más, no tres. Un fuerte abrazo con aroma a libertad de expresión.

    • Creo, Ramón, mi.querido amigo?, que vamos a unas elecciones anticipadas, que la decisión de Abalos, como.se dice en mi artículo, nos lleva a ese desenlace. La clave ya no está en lo que decida Sánchez (y eso lleva consigo la decisión de Abalos) sino en lo.que sea capaz de soltar Abalos y lo que sea capaz de hacer la oposición. La iniciativa ya no corresponde a Sánchez sino al PP y a Abalos.

      • Insisto, Manolo: este psicópata global nos lleva al precipicio, pero ni dimite ni convoca elecciones. Los únicos que le pueden echar con los del PNV y ya han dicho que nones. Sigue habiendo los ‘hijjosputa’ necesarios para mantener en la Moncloa al hijo de la Gran Bretaña y de Satanás, el ser más despreciable, un malnacido que nos jode a todos y a algunos les gusta. Agua y ajo, aguantarse y a joderse. Este cerdo Napoleón tendrá su sanmartín terrorífico, pero de momento tiene su Moncloa gracias al fugado de Waterloo y a los maricones socialistas empezando por el afeminado García-Page, el de las buenas palabras y ningún hecho, un tibio al que te dan ganas de vomitar. Un fuerte abrazo.

        • Creo, Ramón, mi.querido amigo?, que vamos a unas elecciones anticipadas, que la decisión de Abalos, como.se dice en mi artículo, nos lleva a ese desenlace. La clave ya no está en lo que decida Sánchez (y eso lleva consigo la decisión de Abalos) sino en lo.que sea capaz de soltar Abalos y lo que sea capaz de hacer la oposición. La iniciativa ya no corresponde a Sánchez sino al PP y a Abalos.

  • Gracias Manuel Mira Candel por tu articulo. Valiente, como dice Ramon Gómez Carrión. Somos muchos los que pensamos como tu articulo y, también, muchos los que pensamos como la respuesta de Gómez Carrión. En definitiva, ¿la huida de la libertad?