Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Contrastes

El tren por la Explanada

Durante una buena parte del s. XX,  el tren circuló por el centro de la ciudad de Alicante, desde la actual Plaza del Mar hasta la antigua estación de ferrocarril. Se trataba de auténticos mercancías que aportaban una estampa a la ciudad bien diferente de la actual, alejada por entonces del turismo y el tráfico […]

Durante una buena parte del s. XX,  el tren circuló por el centro de la ciudad de Alicante, desde la actual Plaza del Mar hasta la antigua estación de ferrocarril. Se trataba de auténticos mercancías que aportaban una estampa a la ciudad bien diferente de la actual, alejada por entonces del turismo y el tráfico rodado. Nos lo acerca Benjamín Llorens en el siguiente «Contrastes» con la fachada marítima y la Explanada como protagonistas.

En Alicante hubo un tiempo en el que un camino de hierro se enseñoreó de nuestra fachada marítima. Los más veteranos aún lo recordarán pues desapareció en 1967. Corría el año de 1913 cuando, en la zona del Cocó, se puso en marcha la estación de la Marina, la del trenet como se la ha conocido durante generaciones.

 El médico alicantino Ramos Martín realizó esta instantánea de la estación del trenet con un pelado Benacantil al fondo (1924).

 El médico alicantino Ramos Martín realizó esta instantánea de la estación del trenet con un pelado Benacantil al fondo (1924).

Su función principal era la de enlazar por ferrocarril Alicante con las localidades costeras del norte de la provincia, las de la zona de la Marina. De ahí el nombre de la estación. Pero el trazado ferroviario también se prolongó hacía el sur, hacia la Explanada. En esa dirección se encontraba la estación de clasificación de mercancías y apeadero de la puerta del mar, que enlazaba con el muelle de Levante y dónde iba a parar todo el trasiego de toneles, fardos, bultos y demás mercaderías que transitaban nuestro puerto (los contenedores de hoy día). Ocupaba una amplia superficie equivalente a buena parte del actual paseo de Gómiz, el aparcamiento en superficie del Postiguet y, a lo ancho, casi toda la avenida Juan Bautista Lafora.

 La estación de clasificación del puerto. En primer término, la Plaza del Mar con el Monumento a los Mártires de la Libertad, al fondo los balnearios. 

La instalación de este tinglado ferroviario impedía a los vecinos de la primera línea su acceso directo a la playa del Postiguet así que, para salvar el obstáculo, se construyó una pasarela peatonal a la altura del Paseíto Ramiro que, elevándose sobre las vías, llevaba directamente al Paseo de Gómiz (como ocurre ahora desde las escalinatas del Raval Roig).

A la izquierda, las palmeras del paseíto Ramiro. Al fondo, la abandonada (entonces y ahora) muralla del Benacantil. 

Era una zona de gran trasiego de personas y mercancias, con un ramal hacia el interior del puerto (por delante del edificio de aduanas) y otro que discurría hacia el sur bordeando la Explanada.

 Tren a vapor cruzando la Plaza del Mar en 1924 frente a la todavía inacabada Casa Carbonell. Entre la humareda se distingue el desaparecido Monumento a los Mártires de la Libertad. A la derecha, el Grand Hotel Palace.

 Instantánea de los primeros años 50 con el tren cruzando la Plaza del Mar camino de la Explanada ante la tranquilidad de los peatones.

Todo este tinglado de vías y trenes de mercancías por el centro de Alicante fue posible merced al acuerdo de cesión de la fachada marítima, firmado en el templete de la Explanada en 1911, entre la ciudad de Alicante y el Puerto, por el que éste pasaba a ser dueño y señor de la franja costera desde el Cocó hasta la estación de Murcia, 73.000 m2 de nada en primera línea. Gracias a ello se adecuó la zona para albergar el apeadero y la estación de clasificación de mercancias, a la par que se construyó el tendido ferroviario que enlazaba con la actual casa Mediterráneo.

En esta foto de 1911, realizada por Ramón Tatay, observamos ya pavimentada la actual avenida Conde de Vallellano y junto a la Explanada una incipiente acera que poco después albergaría las vías del tren. A la izquierda, una joya de la arquitectura alicantina: el club de regatas árabe, obra del ingeniero Próspero Lafarga, inaugurado por Alfonso XIII en febrero de 1911 y demolido en 1965, siendo alcalde Fernando Flores Arroyo.

Por esta zona, entre la dársena del puerto y la Explanada, circulaban los trenes de mercancias. La garita de carabineros que se ve al fondo delimitaba la zona portuaria. El vallado del paseo contribuía a lo mismo pero servía, sobre todo, para advertir a los viandantes de la presencia de las vías y el consiguiente paso del tren del puerto que, en su camino hacia el sur, discurría por la fachada posterior de la lonja del pescado (hoy sala de exposiciones), bordeando el parque de Canalejas, justo por dónde hoy padecemos una jauría de carruajes a motor.

 Postal de los años 20. En primer término, las vías del tren del puerto. 

El trayecto finalizaba en la estación de Murcia, de Benalúa o de los ferrocarriles andaluces, que enviaba pasajeros y mercancías hacia el sur de España, hacia la vecina ciudad del Segura y toda Andalucía, además de tener un enlace con la estación de Madrid.

Durante más de 50 años el tren estuvo paseando por el centro de la ciudad. Los alicantinos más veteranos lo recordarán cruzando la Plaza del Mar y bordeando nuestra Explanada.

 Apeadero de la Puerta del Mar en 1957. Foto de Jeremy Wiseman desde la pasarela.

Por fin, en 1966 la ciudad de Alicante recuperó la titularidad de todo ese inmenso terreno. Un año después, en el 67, desaparecieron las vías y los trenes. Excepto en el tramo del parque de Canalejas, el que pasaba por la fachada posterior de la lonja del pescado, que se convirtió en insalubre vertedero repleto de maleza, hasta que en los años 90 fue eliminado prolongándose por ahí la avenida conde de Vallellano. La Explanada y el romántico jardín de Canalejas perdieron la tranquilidad de paseos junto al mar quedando expuestos al rugir del tráfico rodado que se adueñó de la zona a partir de los 70…hasta hoy.

 Fuentes e imágenes:

Archivo Municipal de Alicante.

Alicante, miradas y recuerdos. Diputación Provincial.

Colección Francisco Ramos Martín.

Jeremy Wiseman.

Colección Francisco Sánchez.

Benjamín Llorens

Periodista.

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