Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Reportajes

“El Tio Cuc”, muy popular en Alicante

Cabecera de "El Tio Cuc" (Fuente: Ayuntamiento de Alicante).

Se puede afirmar con toda seguridad que El Tio Cuc (1914-1936) fue el semanario periodístico más popular del Alicante de preguerra. Republicano, demócrata y anticlerical, ejercía como portavoz de las clases populares alicantinas. Lo hacía en valenciano, en “la lengua del pueblo”, y esto le permitió adquirir una identificación con su público lector como ninguna otra publicación de la época lo había hecho antes.

No era un medio periodístico solo de Alicante capital, pues llegó a distribuirse en muchas ciudades y pueblos de las comarcas meridionales y centrales del País Valenciano —incluso en zonas castellanohablantes— y tenía un único objetivo: desestabilizar a las clases dominantes. Conectó con el alicantinismo pues se implicó también en la fundación de las Fogueres de Sant Joan (1928) y en el deporte local. Pero su intención era, sobre todo, política. Y El Tio Cuc, lejos de favorecer a determinados sectores de la vida cultural o política, se dedicó a denunciar las trampas de los corruptos disfrazados de demócratas y las fechorías de una monarquía que optó por el exilio.

El semanario también se convirtió en el primer claro ejemplo de valencianismo político en la ciudad de Alicante y contribuyó al uso del valenciano y a la fundación del primer partido político nacionalista en la ciudad. Se ha dicho que El Tio Cuc es la historia del Alicante que desapareció entre la miseria de la Guerra Civil y la dictadura posterior. La revista tuvo un padre prestigioso, Josep Coloma i Pellicer, periodista alicantino, editor y autor de sainetes muy conocido en los círculos lucentinos.

La revista, de ideología valencianista republicana, utilizaba la sátira para protestar ante los problemas sociales y políticos, algunos tan significativos como el hambre, la falta de escuelas y la corrupción política, por no mencionar sino unos pocos. Josep Coloma, como editor, recibió varias querellas y ataques por sus denuncias en el semanario.

Entre los años 1914 y 1931 la revista empleaba la variante dialectal alicantina del valenciano con ortografía castellana, pero a partir del año 1931, coincidiendo con la incorporación a la redacción del lingüista Enric Valor, El Tio Cuc fue adoptando las denominadas Normas de Castellón, aumentando sensiblemente, de esta manera,  la calidad de su contenido. Las Normas de Castellón son unas reglas ortográficas aprobadas en el año 1932 en Castellón de la Plana por destacadas personalidades del mundo de la cultura con la idea de adaptar los textos a un sistema unitario para el valenciano.

Biografía de Josep Coloma i Pellicer

Tracemos unos rasgos biográficos básicos sobre nuestro personaje con el fin de acercarnos más y conocer mejor su personalidad y su trayectoria cultural, reivindicativa y vital.

Nació Josep Coloma i Pellicer (1875-1936) en Alicante, en el seno de una familia humilde, pero que en todo momento procuró dar a Pep una buena educación e instrucción. Tras cursar los estudios básicos, a los 12 años se puso a trabajar de encuadernador en la Academia de Lorenzo Casanova. Podemos decir que su formación es claramente autodidacta, pues siempre sintió una profunda vocación por la lectura y el mundo de los libros. Nada mejor para apoyar ese interés por la lectura que esa actividad laboral de encuadernador y de contacto con la imprenta.

Josep Coloma (Fuente: Alicantepedia).

Se casó con Dolores Antón a la edad de 26 años, siendo uno de los primeros matrimonios civiles que se celebraban en Alicante. Tuvieron una hija llamada Paquita. Vivían en el número 17 de la calle Pablo Iglesias. Más adelante “fichó” por el diario republicano El Heraldo de Alicante y se acabó haciendo cargo de un periódico filial del Heraldo, creado para apoyar al Partido Demócrata, llamado El Popular.

Se animaría Coloma a escribir sainetes, como más adelante expondremos.

El mundo del Periodismo

Dio Coloma sus primeros pasos en el mundo del periodismo y el humor colaborando en varias publicaciones satíricas alicantinas como El Garbellet, El Nano de Xixona, La Granera, El Cacahuero, El Cullerot o Milord Quico. Durante el final del siglo XIX y principios del siglo XX se produjo una verdadera eclosión de revistas satíricas que ofrecían una visión crítica y mordaz sobre la realidad social del momento.

Nuestro personaje, dotado de una aguda visión de la realidad, no desperdició la ocasión que se le presentaba y de esta manera fue un asiduo colaborador y un entusiasta escritor participante en las redacciones de estos medios de comunicación que ofrecían unos contenidos sumamente atractivos para los ciudadanos. Hizo siempre gala de su gran creatividad y de su capacidad de conectar con el lector. Su estilo claro, directo y divulgativo hacía que todo tipo de lectores comprendieran enseguida su mensaje. Pero si Pep fue siempre muy popular en la capital alicantina, a ello unía su sencillez y su gran humanidad. Sabía ganar amigos fácilmente entre las gentes sencillas del pueblo, aunque también sus críticas acervas le granjearon problemas y hubo personas que no le veían precisamente con muy buenos ojos.

Es muy interesante consignar que Pep Coloma llegó a ser también ejecutivo de la Asociación de la Prensa de Alicante. Era todo un periodista vocacional.

La revista El Tio Cuc

¿Cómo nació esta revista realmente emblemática y tan alicantina? Fue en 1914 cuando creó Coloma la famosa revista El Tio Cuc, un semanario de humor que obtuvo un gran éxito popular, escrito principalmente en valenciano. Destaca por su carácter satírico y burlón. Se fue haciendo famoso por reírse de los políticos y personajes principales de la sociedad alicantina. Este afán de criticar a los más poderosos, le “granjearía” importantes enemigos lo que tuvo como consecuencia situaciones muy negativas que expondremos líneas abajo.

La redacción de la revista tuvo varias ubicaciones. Su primera sede se localizaría en el propio domicilio de Pep. Sin embargo, ante el éxito de la revista y la mayor difusión de su publicación, se vio la necesidad de más amplios locales. Pudieron instalarse más adelante en la calle Riego (actualmente llamada del Teatro), luego en la calle Sagasta (actual san Francisco) y por último en la plaza Isabel II (actual Plaza de Gabriel Miró).

Llegaron a venderse más de 20 000 ejemplares por tirada. Imprimían las revistas en la rotativa del periódico El Luchador. Este medio satírico lograría entre los alicantinos una extraordinaria aceptación.

Sufrió empero,  nuestro hombre, algunos procesos judiciales a causa de las publicaciones en la revista, de contenido altamente crítico. Incluso llegó a padecer algún intento de agresión, como un tiroteo en la puerta de su propio domicilio (afortunadamente saldría ileso). Finalmente tuvo que cerrarla en 1918, debido a varios problemas económicos y con la censura. Pero ante la demanda popular, en 1923 Pep pudo volver a publicar El Tio Cuc.

Este medio, muy bien dirigido por Coloma, iría consiguiendo paso a paso una creciente implantación en nuestra terreta. Todos los “contratiempos”, que no fueron pocos, no desanimaron nunca a Pep, que inasequible al desaliento siguió imperturbable con su criticas acérrimas contra todo aquello que, a su juicio, estaba en contra de los valores éticos y democráticos y el buen hacer. Aunque se vio obligado a cerrar la revista en el año 1918, nuestro protagonista no se amilanó, pues la demanda de los lectores era muy grande,  y podemos hablar de una segunda vida a partir de 1923, como ya dijimos, saliendo con más fuerza si cabe la revista e introduciendo factores nuevos  de modernidad y de acercamiento al lector. Era todo un renovado El Tio Cuc.

En los años 30 fichó a Enric Valor, el gran lingüista, como redactor, suponiendo este hecho un gran impulso para la revista tanto a nivel literario como lingüístico. La colaboración de Enric Valor dotó a la publicación de un mayor rigor de estilo y una más cuidada expresión en el lenguaje de su contenido, con máxima corrección de redacción. La mano de Enric Valor se hizo notar y ello supuso una gran complacencia para nuestro querido Pep. En el año 1933 recibieron un más que merecido Premio de la asociación lingüística valencianista Lo Rat Penat.

Coloma, escritor de sainetes

También se animó Pep Coloma a escribir sainetes teatrales, y algunos de ellos llegaron a ser representados alcanzando cierta fama, como las obras Alacant, la dels llunars o La carabassa vinatera (esta última en colaboración con José Ferrándiz Torremocha). Probablemente el más conocido fue La Foguera d’Alacant que se puso en escena en el Teatro Principal con gran éxito y los decorados fueron realizados nada menos que por Gastón Castelló

Originario de la España del siglo XVIII, el sainete se caracteriza por su brevedad, su tono humorístico y su representación de tipos populares y situaciones cotidianas. Este subgénero dramático suele presentar conflictos sencillos y situaciones cómicas, con diálogos ágiles y un lenguaje muy cercano al pueblo. En los sainetes supo reflejar muy bien nuestro autor el modo de ser y las costumbres alicantinas, pues  estas piezas están llenas de un sabor popular sumamente atractivo, y que, repetimos, reflejan la idiosincrasia y el espíritu de la terreta.

Esta faceta de Coloma está muy poco estudiada y merecería, por su importancia, encontrar investigadores que profundicen en  el análisis de esta vertiente “sainetera” de nuestro personaje.

Etapa final de Josep Coloma

Amparo Quereda (Fuente: Alicantepedia).

Al año siguiente formó parte Coloma de la fundación de la Agrupación Regionalista Alicantina junto a algunos amigos alicantinos como Ángel Pascual Devesa, Enric Valor, Ferrándiz Torremocha o Rafael Blasco.

Veamos algunos caracteres de esta agrupación

La Agrupación Regionalista Alicantina (ARA) fue una importante entidad fundada en el mes de octubre del año 1933 y que tenía por objetivo fundamental la unificación y la autonomía del País Valencià (denominación que daban al territorio en sus Estatutos), contando entre sus miembros con destacadas personalidades. Su presidente era Ángel Pascual, el presidente segundo era el periodista Emilio Costa, el secretario era el lingüista Enric Valor y como vocales figuraban Josep Fernández y nuestro Josep Coloma.

En el mes de julio del año 1934 la entidad organizó en el salón de fiestas del Ateneo una serie de actos de clausura de la denominada Tercera Semana Cultural Valenciana, ostentando la presidencia el alcalde alicantino Llorenç Carbonell junto a Eliseu Gómez (directivo del Ateneo y hermano de Nicolás Primitivo) y el foguerer major Sanchis Zabalza.

Esta entidad, además de estar ligada estrechamente a la revista El Tio Cuc tuvo muy buenas relaciones con la Agrupación Regionalista Republicana.

Falleció Coloma a los 61 años de edad, víctima de unos serios problemas cardiovasculares, el día 8 de noviembre de 1936. El fallecimiento de Coloma fue profundamente sentido por los alicantinos. Fue enterrado en el cementerio municipal, en la calle san Bruno. Su querida revista El Tio Cuc, como una hija para él, murió también con nuestro Pep.

La desaparición de la revista dejó un vacío muy grande en el sector valencianista, por la gran labor realizada por el semanario.

Estudiosos de la revista y de la figura de Pep Coloma

De entre los estudiosos que se interesaron bien por El Tio Cuc, bien por la figura de su fundador —aunque ambos aspectos están estrechamente enlazados— podemos destacar los siguientes: David Rubio, Federico Aura Murcia, Ezequiel Moltó, Vicente Millán Llin, Aquiles Rubio, Manuel Lillo i Usechi, Alicante Vivo, Dialnet, Biblioteca Valenciana Digital, Wayback Machine… En el Archivo Municipal de Alicante hay documentación muy interesante sobre el tema, a disposición de los investigadores.

José Moratinos Iglesias

Doctor en Ciencias de la Educación, diplomado en Psicología, profundo conocedor de la Psicopedagogía e Instructor de Tiempo Libre con sus estudios de Magisterio.

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