Una de las personalidades alicantinas más destacadas de comienzos del siglo XX en el ámbito cultural es, sin duda, el profesor Saturnino Milego Inglada (Alicante, 1850 – Godella, 1929) quien sobresalió en diversos planos como el ensayista, el de promoción de la nueva educación, el de los estudios de Preceptiva, el del conocimiento e investigación en lo que respecta a la lengua latina, y sobre todo, el de la docencia, siendo profesor en diversos centros educativos. Estuvo en contacto con profesores de nuestro Instituto de Segunda Enseñanza, si bien ejerció la docencia fuera de nuestra provincia. Fue todo un “motor” que animaba continuamente a sus compañeros a incorporarse activamente a nivel nacional a las corrientes europeas.
Ejerció la docencia tanto en segunda enseñanza como en la educación superior universitaria. Sus obras merecen ser estudiadas y analizadas, pues suponen aportaciones de primer orden al enriquecimiento del acervo de la cultura patria.
Fue colaborador de Giner de los Ríos y uno de los fundadores de la Institución Libre de Enseñanza. Participó decididamente en los movimientos renovadores y modernizadores de la época para incorporar nuestro país a las corrientes europeas más avanzadas, culturales, científicas y artísticas, y fue un difusor firme y decidido de estas nuevas tendencias en los más prestigiosos medios de comunicación escrita. Mantuvo un contacto permanente con las figuras intelectuales nacionales de mayor rango y nombradía en la época en que vivió.
Concretamente, junto a Salmerón, Azcárate y Giner de los Ríos, fundó la ILE (1876) que, como apuntamos anteriormente, tanto contribuyó a la modernización cultural de España.
Por estas y otras razones, y no son pocas, su figura, creemos, debe ser estudiada y reconsiderada y, en cierto modo, se ha de tener presente y hacer patente la existencia en nuestra provincia de una personalidad de tal calibre, creemos que insuficientemente investigada y promocionada. El Ayuntamiento de Alicante le dedicó una calle en el barrio de Carolinas, pero el nombre fue posteriormente sustituido por otro: en la actualidad es la calle Aspe.
Una completa formación
Nuestro personaje poseía una vasta cultura fruto de una vida dedicada casi por completo al estudio y a la investigación en muy diversas disciplinas. Tuvo eminentes profesores y era un lector voraz. Igual leía libros de Derecho, de Psicología, de Filosofía o textos latinos. Compaginaba su vida familiar con su vida intelectual en una perfecta armonía, y era un hombre metódico y sistemático en toda su labor tan amplia.
Se licenció en la Universidad Central, en Madrid, en Filosofía y Letras y en Derecho, con Premio Extraordinario. Proseguiría su formación con los estudios para el doctorado. En sus estudios de Filosofía y Letras y de Derecho en la Universidad Central tuvo eminentes profesores. Algunos de los catedráticos que más influyeron en él fueron Emilio Castelar, catedrático de Historia de España; Tomás Tapia, catedrático de Historia de la Filosofía y José Amador de los Ríos, catedrático de Historia Crítica de la Filosofía Española.
En 1870 obtuvo por oposición la Cátedra de Lengua y Literatura Castellana del Instituto de Las Palmas. Otros destinos fueron los Institutos de Toledo y de Valencia.
Saturnino Milego fue doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Central, doctorándose con la máxima calificación el día 24 de septiembre del año 1872. Al recibir el grado de doctor, leyó el discurso titulado El sentido común.
La plaza en el Instituto de Segunda Enseñanza de Valencia la comenzó a ejercer en el año 1903. Es interesante saber que Milego trabajó durante un tiempo como secretario de Emilio Castelar, uno de sus más queridos profesores, y lo hizo poco antes de que don Emilio fuese nombrado presidente de la República.
Pese a sus estancias en Madrid, Las Palmas, Toledo y Valencia, nunca perdió Milego su vinculación y relación con su querida Alicante, donde tenía muchos amigos e incluso escribió una obra dedicada a su tierra natal.
En el instituto de Las Palmas entró en contacto con Anselmo Arenas y otros profesores que compartieron su ideario pedagógico en defensa de la enseñanza laica y racionalista. En Toledo imparte la docencia en el instituto, fue miembro de la Asociación de Conferencias Científico-Literarias y fundó y dirigió un prestigiosísimo periódico.
Abrió Milego en Valencia un bufete para ejercer de abogado criminalista. Impartió además conferencias en la Universidad Popular, fundada en Valencia por Vicente Blasco Ibáñez. En la capital del Turia colaboró intensamente con la institución cultural Lo Rat Penat.
En sus últimos años, se retiró a la localidad de Godella, en la provincia de Valencia, donde fallecería a la edad de 78 años como consecuencia de un ataque cardíaco.
Un hermano suyo, José María Milego, es un notable escritor, como luego veremos.
El plano humano y familiar
Como decimos en otro lugar de nuestro trabajo, Saturnino supo compaginar su actividad intelectual con el plano familiar y ambos aspectos estuvieron muy unidos, aunque las referencias a este último capítulo son escasas puesto que los estudiosos de su figura se han centrado en todo momento en lo intelectual. Su alicantinismo, su sentido de la familia y su contribución cultural y científica, son pues, los tres ejes diamantinos necesarios para poder conocer mejor y de una manera integral a nuestro hombre.
Saturnino Milego se casó con Obdulia Díaz y fruto del matrimonio fueron sus siete hijos.
José Mariano Milego Inglada, hermano menor de Saturnino, es autor de la obra Alicantinos Ilustres. Apuntes biográficos, escrita en colaboración con Benedicto Mollá Bonet y Antonio Galdó López. Es un libro en el que se insertan numerosas biografías de personajes alicantinos destacados.
Asimismo, José Mariano es autor, junto a Francisco Martínez Yagües, de la letra del Himno de Alicante, con música del maestro Juan Latorre Baeza. Esta obra se interpretó en el año 1902 en el Teatro Principal de nuestra localidad, la capital provincial, y está en alacantí, dialecto del valenciano. Hay una referencia al Marqués de Molins y al título con él relacionado en honor a nuestra ciudad, la millor terra del món. El himno se compuso hacia 1896, pues no hay una referencia exacta que concrete el año. Con palabras llenas de emoción, y dice: “És la millor terra del món, i així el poeta li ho va dir…”.
Muy ligado siempre a su hermano, Saturnino en todo momento le alentó a continuar su trabajo y su labor, en el plano literario.
Rasgos del profesor Milego
Es difícil clasificar a Milego, por su actividad intelectual desarrollada en tan diversos campos, pero yo lo definiría como polígrafo, ya que cultivó muy diversas disciplinas y todas ellas con acierto.
Profundamente estudioso y amante del saber, innovador, renovador en la enseñanza, dominaba la lengua latina y era todo un enamorado de la filosofía, siendo su referente máximo Giner de los Ríos. En Derecho, Ahrens era su principal fuente de información y la corriente que seguiría era la de este eminente jurista y especialmente, en lo que respecta al movimiento de la Institución Libre de Enseñanza, las doctrinas de Krause fueron las que siguió, de tipo filosófico-pedagógico contribuyendo grandemente a introducir el pensamiento del krausismo en nuestro país.
Ha estudiado con pormenores Rafael Herrero Cortés a nuestro personaje y en su tesis doctoral Ideario y acceso de un krausisto-institucionista, tesis dirigida por el profesor León Esteban Mateo, hace Herrero unas interesantes afirmaciones. Considera Herrero Cortés que al estudiar la vida y la obra de Milego, así como su pensamiento, se comprueba su pertenencia al krausismo-institucionismo español y al grupo institucionista valenciano. Su acción educativa y su importancia desde el punto de vista político-cultural y otros es destacada especialmente en la Valencia de comienzos del siglo XX. Añade el doctor Herrero que la labor de Milego es muy dispersa y abarca desde los textos filosóficos y antropológicos a los psicológicos, estéticos y políticos, pasando por los pedagógicos, jurídicos, lingüísticos y literarios.
Su estancia en Toledo supuso un nuevo impulso a su afán institucionista. Esta “fuerza añadida”, según escribe R. Miguel, había nacido al calor de las conferencias que se daban en el Centro de Artistas e Industriales de Toledo. A Milego se le puede considerar dentro de un discurso demoliberal de pensamiento krausista, a medio camino entre la pugna de individualistas y socialistas y que propugnaba el cambio de la sociedad española por medios científicos racionales.
Como vemos, no es nada fácil “etiquetar” en una concreta clasificación a nuestro personaje.
Pero creo, con Herrero, que ante todo estamos ante un educador que propicia la praxis educativa, situándola por encima de la especificación teorética.
Obras del profesor Milego
Tiene obras de temática muy variada (creación literaria, preceptiva, lengua latina, lengua española, ensayo, biografías…). Así:
- Cuadros sinópticos de Literatura Preceptiva
- Manual de Literatura Preceptiva
- Manual de Lengua Española
- Memorias del Instituto de Toledo (cursos 1983-1984 y 1986-1987)
- Elementos de Literatura Preceptiva
- Estudios, disertaciones y ensayos filosófico-literarios
- A Alicante
En A Alicante desarrolla diversas composiciones dando salida a su vocación literaria y glosando aspectos de la terreta. Dirigió importantes publicaciones, entre ellas El Nuevo Ateneo, La Enseñanza Naciona” y Almanaque Lo Rat Penat.
El Nuevo Ateneo se imprimía en Toledo, en la Imprenta Fando e Hijo.
En La Enseñanza Naciona” publicó Milego una serie de artículos de índole pedagógica, donde defendió la importancia de la educación. Este periódico fue fundado por Milego en 1904.
Fue un incansable colaborador en diarios, revistas y publicaciones periódicas de nuestro país, difundiendo en todo momento el espíritu cultural, renovador y modernizador de la ILE.
Tratadista de la preceptiva literaria
Podemos considerar a Milego como uno de los principales tratadistas españoles sobre lo que es y significa la Preceptiva literaria. Cabe definir la Preceptiva literaria como el conjunto de reglas y normas concernientes al arte literario. Se trata de un conjunto de observaciones, reglas y normas para componer una mejor obra literaria. Se refiere pues esta disciplina al sentido interpretativo o significado que se le da a un texto o una obra desde un personal punto de vista, profundizando en el texto y captando el verdadero significado en base a la sensibilidad que “es consustancial” a él mismo, a la persona, a la vista del texto. Se trata de captar qué es lo que le deja al sujeto una determinada obra y qué es lo que le transmite.
Tiene Milego tres importantes trabajos sobre el tema, Manual de Literatura Preceptiva, Elementos de Literatura Preceptiva y Cuadros sinópticos de Literatura Preceptiva. Se observa el alto sentido didáctico de estos trabajos, sobre todo en sus Elementos… en que busca la mejor comprensión por el alumno o el lector de los conceptos que se desarrollan, llegando a pormenorizar sus estructuras más elementales y dando pasos paulatinos que ayuden al potencial lector.
Estudiosos destacados de la Retórica y Poética de comienzos del siglo XX en España tenemos, además de Milego, a otros ilustres representantes. Así, podemos mencionar a Flórez-Villarroel, Serrano y Grau, Garriga y Palau, Bellpuig, Muñoz y Peña, de la Garza y Martínez, Rubio y Cardona, y Garzón.
Particular interés tienen obras como Elementos de Retórica y Poética o Literatura Preceptiva (1883), de Pedro Muñoz y Peña; Preceptiva literaria” (1902), de Felipe de la Garza y Martínez; y Elementos de Literatura Preceptiva (1903), de Juan Manuel Garzón.
Su obra “Estudios, disertaciones y ensayos filosófico-literarios”
Es acaso la obra de conjunto más completa que escribió Milego, pues reúne una variadísima temática y en esos estudios lleva a efecto una profunda visión acerca de los más diversos e interesantes epígrafes. Veamos el contenido de esta su gran obra:
Destrucción del Califato de Córdoba; Benito Espinosa; Isidoro de Sevilla; Origen de las lenguas romances; El sentido común; La filosofía contemporánea; Cervantes; Cicerón; La historia de la literatura española; Naturaleza y fin del arte; La poesía; El Derecho Natural y el Positivo; El Fuero Juzgo.
En estos ensayos apreciamos la influencia que en él ejercieron una amplia panoplia de autores, según los diversos puntos tratados. Así, entre otros, están: Francisco de la Pisa Pajares, Aristóteles, Jeremías Bentham, Cayetano Filangieri, Montesquieu, César Cantú, Doctor Salmerón, Giner de los Ríos (su gran maestro), Castelar, Canalejas y Elías Fernández (con sus Principios de Derecho Natural). También se apoya en el Código de los Visigodos. Además de sus profesores, Emilio Castelar, José Amador de los Ríos y Tomás Tapia. También se apoya en el Código de los Visigodos.
En el ámbito del Derecho, se aprecia una gran influencia de Heinrich Ahrens, autor de Cours de Droit Naturel.
Estudiosos de su figura
Entre los estudiosos acerca de su figura, en diversos aspectos, podemos citar a David Rubio, Buenaventura Delgado, David Morales Díaz , Marisa Sotelo Vázquez, Ramón Miguel González, Rafael Herrero Cortés, P. Rojas y Antonio Viñao Frago.
Agradecimientos
Quiero expresar mi agradecimiento a diversos organismos e instituciones, así como medios de comunicación, en los que me he apoyado para elaborar este trabajo. Aún sabedor de que algún nombre me pueda dejar en el tintero, los aquí citados representan a aquellos otros que pudiera involuntariamente no haber mencionado: Archivo Municipal de Toledo, Archivo Municipal de Alicante, Alicantepedia, Real Academia de la Historia, Biblioteca Valenciana Digital, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y Universidad de Alicante.
Estimadísimo Moratinos: nos hace disfrutar con esta nueva joya de artículo, que rezuma alicantinismo de muchos quilates. Nos acercas a un personaje de enorme estatura intelectual, un humanista destacado y comprometido con su presente y con el futuro de este país, este tiempo nuestro que está perdiendo, creo yo, las conexiones con la filosofía y con el derecho natural y los valores fundamentales de la cultura que hizo grande a Europa. Tuvimos gigantes intelectuales (incluso recientemente) y ahora nos agobian los enanos mentales. Enhorabuena. Un saludo cordial.
Muchas gracias por tus amables palabras.