Einstein, disléxico y con mala memoria, Nobel de Física que habló cinco idiomas

Albert Einstein recibió en 1922 el Premio Nobel de Física. Poca gente sabe que era disléxico (dificultad para leer) e incapaz de memorizar nombres, fechas y números de teléfono. Sus neuronas, mucho más compactadas de lo habitual, le permitían procesar información a mayor velocidad.

Albert Einstein (Ulm, Alemania, 1879; Princeton, Nueva Yersey-USA, 1955), científico y pensador, humanista, uno de los genios más respetados en la historia de la humanidad, era disléxico (mucha dificultad para leer con fluidez), es más, tenía muy mala memoria y era incapaz de memorizar ni nombres ni fechas ni los números de teléfono. Poseía el cerebro de un genio, según las conclusiones de las investigaciones y estudios que se le hicieron después de su muerte.

En la colaboración del lunes pasado, primer acercamiento a la figura de Einstein, di cuenta de que la lista de ideas de Einstein para alcanzar la felicidad fue comprada por 1,8 millones de dólares en una subasta desarrollada en 2017 en Jerusalén.

Mente antes que laboratorio

En la escuela primaria, el niño Albert Einstein era apático y hablaba lentamente, según los testimonios recogidos por sus cronistas. Sencillamente, porque era disléxico (tenía dificultades para leer con fluidez). El Premio Nobel en Física comentó más de una vez que prefería “experimentar visualmente sus teorías con largas reflexiones en la mente” y no en un laboratorio.

De entre las curiosidades de la vida de Einstein, como el naturalista Darwin, el escritor Allan Poe y general y dictador Saddam Hussein, destaca que se casó con una prima hermana. En el caso del científico después de divorciarse de su primera esposa. Albert empezó a aprender el lenguaje musical y a tocar el violín cuando era joven y continuó tocándolo hasta que ya, en avanzada edad, le costaba mucho mover la mano izquierda de la forma tan rápida y precisa como requiere este instrumento.

Presidencia de Israel

Le fue ofrecida la Presidencia del Estado de Israel que el científico declinó cortésmente. El científico alemán viajó mucho y también vivió en Italia pues en 1894 se trasladó con su familia a Pavía (Italia) donde escribió su primer artículo científico. Como la memorización no era una de sus mayores virtudes, Einstein sufrió una decepción dos veces en su examen de acceso a la universidad que se vio obligado a repetir para superarlo en el segundo intento.

Sus profesores, en la escuela primaria, sentenciaron que nunca lograría nada en la vida. Según su hermana, un profesor de Griego le regañó llegando a afirmar que, a juzgar por la calidad del trabajo que le había entregado, nunca llegaría a nada de provecho en su vida. Pero poseía un cerebro inusual porque los estudios revelaron que sus neuronas estaban más firmemente compactadas de lo habitual permitiéndole así procesar información de forma mucho más veloz que la mayoría de las personas. La parte del cerebro responsable del reconocimiento espacial y del pensamiento matemático, en diferentes investigaciones, parecía ser más grande de lo normal.

Cinco idiomas

Albert Einstein fue capaz de hablar hasta cinco idiomas. Su lengua materna el alemán, francés, inglés, italiano y español. Sin obviar su condición de disléxico (con dificultades para leer con fluidez), admitió que las lenguas nunca habían sido su fuerte. Pero consta que dio conferencias en alemán, inglés y francés.

Visitó España en la primavera de 1923 dando tres conferencias en Barcelona, otras tres en Madrid donde visitó a Ramón y Cajal y dos conferencias en Zaragona donde visitó la basílica de La Pilarica.

Sin su conocimiento de idiomas, le hubiera resultado imposible a Einstein ofrecer las conferencias que como científico dio por todo el mundo, hasta conferencias en Japón. Del mismo modo que dominar inglés le permitió trasladarse a Estados Unidos, por temor al nazismo en Europa, y allí terminó su vida. Es más, Einstein confesó que saber algunas lenguas le sirvió para comunicarse, aprender de otros científicos y experimentar en varios países diferentes.

La familia de Einstein

Albert Einstein nació en lo que hoy es Alemania, el 14 de marzo de 1879, en la ciudad de Ulm. Sus padres fueron Hermann Einstein y Pauline Koch. Aunque su familia era de origen judío no llegaron a profesar esta religión como sí lo hacían con fervor otros familiares. La formación del pequeño Albert fue en una escuela católica.

Quienes más conocieron a la familia llegaron a asegurar que el pequeño Albert heredó el amor a la música, su perseverancia y paciencia por su madre, mientras de su padre heredó su generosidad y amabilidad.

Cronistas de la vida del científico y premio Nobel recogieron numerosos testimonios, de entre amigos y vecinos de la infancia y juventud de Einstein, sobre su personalidad. Las conclusiones apuntan a que caracterizaba por ser un niño callado inclinado hacia la soledad, además de que era muy metódico y ordenado.

Se divorció de su primera esposa, con quien estuvo 16 años, para casarse con una prima hermana, Elsa Loewenthal. Creció en un ambiente de investigación debido a un plan financiero fallido que desarrollaron su padre y un tío. Circunstancia que le influyó, pese al fracaso económico del proyecto, para convertirse en un enamorado de la Física.

Por sus descubrimientos y por la amenaza nazi, que afectaba a Albert por ser de familia judía, entre los 30 y 40 años de edad se registraron numerosos cambios en la vida del científico. Etapa de su vida en la que se dedicó también a apoyar diferentes intentos, de grupos de intelectuales y políticos, por detener el avance del pensamiento nazi en la sociedad alemana de la época. Terminó viviendo en Estados Unidos cuando Hitler consiguió el Gobierno. Y se arrepintió de su aportación para la bomba atómica.

Títulos académicos

En 1900, Einstein obtiene su título de profesor de Matemáticas y Física. Pero decide convertirse en tutor al no encontrar trabajo como maestro. A los 29 años consiguió una plaza de profesor en la Universidad de Berna donde comienza a crear sus teorías que cambiarían al mundo.

Sus últimos años de vida los dedicó a perfeccionar la teoría de Las cuatro interacciones fundamentales, problema que la física sigue resolviendo.

Descubrimientos de Einstein

Los descubrimientos de Einstein cambiaron el mundo. Albert Einstein publicó numerosos artículos científicos cuyo contenido revolucionó el mundo de la ciencia y la aplicación de conceptos teóricos para el desarrollo mundial. Algunos de los contenidos más revolucionarios fueron:

Efecto Fotoeléctrico

Sin este artículo, que descubrió y explicó una dualidad de onda corpúsculo además de que los sistemas físicos pueden tener propiedades ondulatorias y corpusculares, sin duda, hoy no tendríamos uno de los pilares básicos de la Mecánica Cuántica.

Movimiento Browniano

Este descubrimiento de Einstein se encuentra estrechamente relacionado con las novedosas teorías moleculares. Es una explicación bastante complicada. Pero el hecho de que consiguiera descubrir, y sobre todo destacar este movimiento, dio las pistas fundamentales a los físicos experimentalistas para que, finalmente a través de un microscopio, pudieran contar los átomos.

Relatividad Especial

Con su genialidad mental, en su Teoría de la Relatividad Especial, Einstein resolvió un problema en un experimento de Michelcson y Morley donde las ondas electromagnéticas de la luz se movían en ausencia de un medio. De ese modo, la velocidad de la luz, por lo tanto, se mantenía constante y no relativa al movimiento.

Su Teoría de la Relatividad General cambió todo para la Física. Reemplazó la ley de la gravedad de Isaac Newton y se apartó de la Física Clásica. La teoría proporcionó las bases para estudios de Cosmología y permitió entender características esenciales del universo, imposible sin esta teoría de Albert Einstein.

Desde Castro Urdiales

Aquí en Castro Urdiales, lejos del cálido Mediterráneo, comparto contigo desde finales de julio, en vuelo apacible sobre el fértil verdor montañés, fecundo como oleaje del mar Cantábrico, en mi nueva vida en esta vida… Pensamientos osados y acciones valientes son la eterna felicidad, si tu corazón late y vive en la esperanza. Porque mi alma siente que existe la amistad y el amor. Pero ni los llames ni los busques, te encontrarán. Y cuando lleguen a tu vida, si ven que dudas, se marcharán. Si actúas con valentía: amistad y amor compartirás en compañía. Vale (cervantino).