Desespañando

Lo dicho, España no existe. Entre que el Puchi entra y sale a su antojo y se ríe de todos; entre que el Sancho Escudero 2030 se reúne con el maravilla para seguir repartiendo el pastel; con el Zapatero defendiendo a la fruta madura que, al final, se pudrirá inevitablemente; entre que todos los amantes de las rosas braman contra las espinas, pero a las que alaban al final aunque se las claven por todos los lados porque el sueldo es la mejor espina que se pueda clavar con coche, escolta y todo incluido; entre que aquí nunca pasa nada y pasa de todo; entre que nos llega una nueva pandemia, pero que ya tiene un millón de vacunas de antemano (vamos, que ni siquiera le ha dado tiempo al virus a llegar antes que la medicación que ya sabían que venía lo del mono), pero que han estado esperando para volver a sembrar el miedo y que ya veo la intención de que, en cualquier momento, aparezca el supuesto payasete —“cómo están ustedes” de nombre— , y diga que no pasa nada, que monos hay un montón, pero que aquí no. Y que luego salgan las feministas diciendo, que me parece muy malo, que la nueva pandemia es de monos y de monas y de mones, que eso de discriminar al virus está fatal y que habrá quien se infecte del virus del mono, pero también de la mona y del mono, que será la variante del mono, mona que sea mono y se sienta virus mona y de la mona que se sienta virus mono… Bueno que me lío, pero que ya están poniendo el grito en el cielo porque, al parecer, vamos a pandemia cada dos años y supongo que la reunión en Lanzarote será para ver cómo nos venden las mascarillas y nos dejan encerrados otra vez.

Pero que uno pone cualquier telediario y, como están todos comprados, pues de política no ve nada. Bueno, algún rasgo, pero para rajar a los de siempre. Que antaño también rajaban a los otros, que aquí todo está cortado por el mismo patrón y supuestamente todos y todas se reparten el ganado. Aunque vi en un telediario, de esos en los que no sale nada más el calor en verano, que los lobos —como ya no se pueden cazar— se comen a las ovejas. Que digo yo que habrá lobos veganos como es natural, porque intuyo que lo de ser vegano también estará incluido en el mundo animal, que no sólo será patrimonio del ser humano, humana o humane, que si es de recibo los animales también tendrán su raciocinio, porque de lo contrario espero que los veganos se manifiesten contra la naturaleza de esos animales. Aunque claro, una vez leí un artículo en que las gallinas eran violadas por los gallos… En fin, que hay quien puede distinguir entre un orgasmo o celo de gallina y una violación, y no, no me lo tomo a coña, que no es lo mismo que tomárselo con humor, que la gente parece que si gastas bromas sobre algunas cosas como que es malo.

A ver yo he sido gordo, calvo, y calvo/gordo, he tenido de todo y siempre me han hecho chistes, algunos graciosos y algunos con maldad, nada que ver pero es como la medallista de la olimpiada de waterpolo, que la están masacrando por tener sobrepeso. Perdón, el sobrepeso es por la medalla de oro que no tenéis vosotros mientras estáis sentados en vuestros sofás y nunca alcanzaréis la gloria como ella. Ella podrá o no perder peso si quiere, que espero que no, porque es olímpica y más sana no puede estar, vosotros tratad de no hundiros en una piscina o en la bañera y ya será suficiente.

Seguimos. Lo de la mala educación del Tram sigue como si no pasara nada. Barcala, es el momento de crear un ejército de patinetes para la tercera edad porque la peña sube los patinetes al Tram y encima se sientan ocupando un lugar para personas mayores. Que hemos perdido todo tipo de educación, que ya parece que todo da igual o lo mismo, de hecho, desde el momento en el que las gorras se ponen de aquel modo que no es el mismo en el que mi abuelo se la ponía para que no le diera el sol al pescar, todo ha cambiado.

Y sigo viendo culos por la playa, por los paseos de la playa, por los comercios, por todos lados, que me parece bien, pero que en otros lugares estarían prohibidos. De hecho, no entiendo cómo hay personas que se atreven a sentarse en el Tram o en el bus de esa manera, hija mía que vas a pillar cualquier cosa, que no digo el virus del mono/mona/mone, pero a ver te sientas tú y luego se sienta más gente y antes ya se sentaron y ahí veo un ir y venir de casi todo que a lo mejor no es casi de nada pero bueno, es que la gente pasa de todo.

De lo que no pasa es de ir tomar cañas, cena y de todo y la Playa de San Juan está a todo de todo eso y han abierto lugares mágicos no, lo siguiente. El otro día descubrí, porque la cola llegaba hasta el infinito y más allá, un lugar de los que molan. La calidad del producto, genial —ya sabéis que mi estómago tiene todo tipo de alergias, pero es de los primeros lugares que me retiraron la comida si pensaba que llevaba algo que me pudiera afectar y volvieron a hacer de nuevo el menú. Yo que soy muy de detalles, y más si los tienen conmigo, nobleza obliga, pues me acerqué a preguntar.

El lugar se llama Marujita’s y su dueño, Juan Luis Guillén, me contó que el lugar está hecho para honrar a su madre, que sigue viva, pero eso era lo que él quería, que parece que siempre hay que hacerlo después. Doña Maruja Martínez (de ahí lo de Marujita’s) fue belleza de Santa Isabel y dama de honor de la Bellea del año 1967, como bien reza el cartel con su foto de Alicante 8 de julio de 1967, Cartel Guía de la Costa Blanca, Año III nº117. El lugar es idóneo y para una persona como un servidor, con tantos problemas de alergias, que sean capaces de retirarlo todo y volver a empezar, a pesar de que la idea es romántica y bonita donde las haya, que tengan ese trato… que he estado en lugares que he avisado y no han sido capaces de cambiar la freidora de las patatas porque sólo había una, pues ya me merecen todo el respeto.

Por cierto, el sofá que nunca llegó porque ese centro comercial tan chulo se negó a subirlo por la escalera porque podía haber problemas de espalda —alquila una grúa, perdona he pagado los portes de la subida—, una semana después sigue sin llegar. Indiana Jones en busca del arca perdida de la alianza lo tuvo más fácil.

Seguiremos contando si el sofá llega o no pero mientras, nos pondremos a la sombra de un árbol aunque se caiga como las ramas de algunos de la Playa de San Juan.

Inevitablemente, Monkey de George Michael de su álbum Faith.

El Incal de Jodorowsky y Moebius, aventura gráfica de lectura obligatoria.

En fin que ustedes lo lean, lo pasen y lo paseen bien.